Juan Emanuel Aguirre tenía 25 años y era padre de Matías, Sol y Joel de 2, 7 y 8 años respectivamente.
Vivían en Las Praderas un barrio humilde de las afueras de Campana, y sobrevivían con lo que pudieran producir con un precario horno para fabricar ladrillos comunes.
El 17 de mayo del 2011 cuando un patrullero del Comisaría 1º de Campana se acercó a “pedirles” la “donación” de 3000 ladrillos Juane ( tal su sobrenombre familiar ) se negó.
La respuesta no se hizo esperar, ante semejante “desacato a la autoridad “era necesario un escarmiento ejemplificador.
A los pocos días ( el 21 de mayo del 2011 ) se lo llevaron preso con una causa inventada.
Así fue que el último en verlo con vida dentro de la Cría. 1º de Campana fue uno de sus sobrinos, que lo fue a visitar, en donde le habían dicho que, “era cuestión de horas....”, en breve iba a salir en libertad.
Ese 21 de mayo en horas de la tarde Juan Emanuel, según el parte policial elaborado por la Cría. 1º de Campana, se ahorcó con su propia remera, en una celda en donde, de las muchas variantes para suicidio, el ahorcarse es la más complicada porque prácticamente no hay donde colgarse.
La Cría. estaba a cargo en ese momento (y hasta el presente ) del comisario Marcelo Paez.
Pero para completar el panorama (ya en el velorio realizado en Cochería Torres de Campana ), los familiares de Juane descubrieron que el cuerpo tenía múltiples hematomas y golpes, e incluso un hombro dislocado.
Esto quedó registrado en 21 fotografías que ellos mismos tomaron del cuerpo.
Estas fotografías fueron aportadas a la causa judicial abierta por la denuncia de muerte .
Hoy, a un año de su asesinato, la única explicación que han recibido es la asombrosa hipótesis del fiscal de la causa;(Dr. Juan José Montani del Depto. Judicial Zarate – Campana )... “los hematomas se justifican porque cuando lo trasladaron para realizarle la autopsia lo golpearon en la ambulancia”....
Nota al margen: el fiscal Dr. Juan Jose Montani inició una causa a miembros de la familia Aguirre por la toma de las fotografías .
La justicia, esa a la que los pobres como la familia Aguirre nunca acceden, muestra una vez más que el “Gatillo Fácil” tiene dos patas ejecutores y cómplices – funcionarios policiales y judiciales .
Las denuncias de la flía. Aguirre hechas en sede judicial involucran en esta muerte al comisario Marcelo Paez jefe de Cría. 1º de Campana y varios otros policias en funciones hasta el día de hoy en la citada comisaría.
Ellos son Pablo Pujol, Peñalva, Rios (Jefe de calle) Monzón, Daniel Mendieta y Santamarina.
Consideramos estos hechos y las denuncias realizadas como de extrema gravedad , máxime cuando luego de casi 1 año de ocurrido el hecho los funcionarios judiciales a cargo de la investigación no han dado muestras de ninguna acción concreta, si no que por el contrario permanentemente han tratado de entorpecer , dilatar y aún amedrentar a la flía.Aguirre
Pensamos que una adecuada política criminal y de seguridad requiere: una policía eficaz en la prevención, de alta profesionalidad y debidamente remunerada; una justicia penal que investigue y juzgue en tiempo oportuno a quienes infringen la ley, garantice la plena observancia de las reglas del debido proceso y de la defensa en juicio.
Una concepción integral de la seguridad implica tanto la prevención de la violencia física como la garantía de condiciones de vida dignas para toda la población. Estos recursos estatales deben estar distribuidos de manera igualitaria, y generar una mayor protección para los sectores excluidos, de modo de no profundizar la desigualdad.
Los hechos de violencia policial conocidos popularmente como gatillo fácil requieren de respuestas estructurales y enérgicas que reemplacen de manera definitiva el modelo autoritario e ineficiente de autogestión policial que solo incrementa el delito y provoca mas muertes.
A las respuestas judiciales hay que sumarles respuestas politicas.
La unificación de las responsabilidades de seguridad y de justicia en un solo ministerio contribuye e sostener el autogobierno policial , en la medida que reduce las capacidades institucionales del área seguridad y profundiza la delegación de la gestión en la policía.
El poder estratégico y administrativo sobre una fuerza de 52.000 efectivos y un presupuesto anual de casi 5000 millones de pesos no puede recaer en una jefatura cuyo poder se encuentra concentrado en un Jefe de Policía y unos pocos comisarios generales.
Todo gobierno tiene la responsabilidad de ejercer la conducción civil y estratégica de las policías, que supone el pleno control de la institución.
La prevención y sanción del delito, de modo eficiente y respetuoso de los Derechos Humanos requiere un sistema policial estrictamente subordinado a las directivas de seguridad democrática formuladas por las autoridades gubernamentales.
La historia reciente demuestra que la delegación de esta responsabilidad permitió la conformación de “estados mayores policiales”, autónomos, que han organizado vastas redes de corrupción, llegando a amenazar incluso la gobernabilidad democrática.
Tomado del Documento del Acuerdo Para La Seguridad Democratica ( año 2011)
Comision Provincial por la Memoria .
Según el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en los últimos 10 años murieron 1323 personas particulares en hechos de violencia institucional con participación de integrantes de fuerzas de seguridad .
Esta violencia institucional también es producto de que la respuesta represiva es parte del disciplinamiento social a los sectores populares ,especialmente los excluidos, que tuvo su apogeo en el neo liberalismo de los 90' s.
En este marco denunciamos la permanente acción persecutoria de la policía de Campana hacia los jóvenes de barrios populares, acción esta que se traduce en malos tratos , detenciones arbitrarias , “apretadas” y atropellos varios en los mismos barrios y en sede policial.
La construcción de un arquetipo ” peligroso“: joven , pobre, y excluido da lugar a que una parte de la sociedad y de las fuerzas policiales sostenga que ese “otro “ no sea sujeto de derecho y por lo tanto pasible de persecución, arbitrariedad , violencia y en casos extremos, pero no excepcionales ,la muerte misma enmascarada como suicidio resistencia , fuga ,etc.
A este panorama inaceptable de la actuación de la policía de Campana en particular y de la Bonaerense en gral . se agregan los malos tratos sufridos por detenidos llevados al Hospital Municipal San José de Campana para su control medico previo , hechos ocurridos en el propio Hospital con la aquiescencia de médicos de guardia de ese nosocomio.
Separación en forma preventiva de los policías implicados en hechos de gatillo fácil.
Juicio y Castigo a los culpables.
Desdoblamiento del Ministerio de Justicia y Seguridad.
Investigación, control y sanción de los funcionarios judiciales complacientes ante la violencia institucional.
Decimos basta de persecución a los jóvenes por parte de la policía.
Acompañamos a la flía. Aguire y demás víctimas de la violencia institucional