19 feb 2019

CONVERGENCIA SOCIALISTA: " CRISI, IZQUIERDA Y ELECCIONES

Por Consejo de Redacción

La carrera electoral comenzó con un fracaso significativo del gobierno nacional en La Pampa, donde el ex futbolista y ex secretario de Deportes, Carlos Mac Allister, perdió en la interna para la gobernación de la provincia por el 65% de los votos frente al candidato de la UCR, que apareció más alejado de la figura presidencial. A este traspié se suman las declaraciones de ex funcionarios de la administración macrista que comenzaron a cuestionar el rumbo económico, como Redrado o el ex presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, quien “advirtió que si continúan las políticas económicas actuales va a ser ineludible el default". Estamos en un nivel de endeudamiento del 100% del PBI, el monto es bastante poco sustentable. Habrá que sentarse con el FMI, discutir los desembolsos y los pagos y plantear una reprogramación de los intereses", analizó.[1]


La crisis por la deuda ya es inocultable, como lo reconoce hasta el propio FMI, que ya está planificando las re negociaciones con los países del tercer mundo. Sus funcionarios acaban de reunirse con representantes de la oposición patronal, entre ellos Lavagna y Kicillof, quienes le dieron garantías de pago en el caso de llegar al gobierno. Más allá de las críticas a la política económica actual, todos coincidieron en la necesidad de garantizar el compromiso con el FMI, como bien se jactó el ex ministro kirchnerista, diciendo que su gobierno fue el que más deuda pagó en los últimos años.

Es sabido, por la experiencia de décadas, que los acuerdos con estos organismos van de la mano de políticas de ajuste y ataques a las conquistas de los trabajadores. Ese es, por lo tanto, el punto nodal que unifica tanto al actual gobierno como a todo el peronismo, ya que como todos quieren pagar la deuda, todos están a favor de imponer políticas de mayor ajuste, aunque lo digan con otras palabras. Por todo esto, el debate en torno a la deuda externa será cada vez más importante para la lucha política del próximo período. Deberá ser, en ese sentido, un eje prioritario y unificador de la campaña política de la izquierda revolucionaria, planteando la necesidad de acabar con el ajuste y promoviendo una salida de carácter obrero y socialista.

Las elecciones en el centro de la política nacional

Para los revolucionarios, la lucha dentro de las instituciones de la sociedad capitalista tiene un carácter estrictamente táctico y debe servir para la superación de estas instituciones, es decir, al servicio de su destrucción. Por esa razón es indispensable que el trabajo parlamentario socialista y las campañas electorales tengan como centro la denuncia del régimen y la necesidad de reemplazar de manera revolucionaria a la actual sociedad, es decir de expropiar a los capitalistas, romper con los organismos internacionales y organizar a las masas sobre la base de la democracia directa, con asambleas obreras y populares que deliberen y gobiernen los destinos dl país. “La tribuna del parlamento burgués es uno de esos puntos de apoyo secundarios. No es posible invocar contra la acción parlamentaria la condición burguesa de esa institución.El partido comunista entra en ella no para dedicarse a una acción orgánica sino para sabotear desde adentro la maquinaria gubernamental y el parlamento.”[2]

Atravesamos un período de decadencia y crisis del sistema capitalista, que está siendo enfrentado por enormes movilizaciones en todo el mundo: las luchas de Venezuela, Méjico, Haití, EEUU, los chalecos amarillos de Francia o la huelga general de la India, que expresan con elocuencia una tendencia entre las bases obreras a romper con la burocracia, tanto sindical como parlamentaria. Este impulso hacia la auto organización que también existe en Argentina, en forma desigual y embrionaria, es el que debemos fortalecer e impulsar los revolucionarios y las revolucionarias socialistas.

Partiendo de la situación concreta de Argentina, en donde la izquierda radicalizada es una referencia de peso sustancial en relación al resto del continente, vemos necesaria la posibilidad de impulsar y promover activamente el voto hacia el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) en las próximas elecciones, desde una posición principista, asumiendo que esa orientación nos permitirá -tanto a los revolucionarios como a los sectores más avanzados de la vanguardia obrera- educar a grandes franjas de la población con las ideas socialistas, como también consolidar e incrementar las construcciones que diariamente impulsamos junto con el resto los trabajadores.

Para que esta tarea se fortalezca y multiplique el FIT debería ampliarse y, sin sectarismos ni exclusiones, incorporar a todos los agrupamientos de la izquierda clasista que estén dispuestos a sostener un programa de independencia de clase que denuncie al oficialismo y a la falsa oposición burguesa y burocrática. De esa forma sería posible consolidar una fuerte referencia Obrera y Socialista ante las masas, en las que importantes fracciones esperan una alternativa que luche consecuentemente contra la política de ajuste de todos los partidos patronales.

El Frente de Izquierda debe servir para enfrentar, en las próximas elecciones, a Macri y sus lacayos, desenmascarando las nuevas versiones del “nacionalismo popular”, como la que se está montando -con la venia del Papa Francisco- detrás de la figura de Cristina Kirchner o quien oficie las veces de su reemplazante, si es que la ex presidenta decide no competir electoralmente. La izquierda, unificada, debería poner en marcha para las próximas elecciones una campaña que tenga como centro el No Pago de la Deuda Externa y la necesidad de profundizar la Lucha Extraparlamentaria para Derrotar al Ajuste y echar a los Ajustadores, siguiendo el camino del 18D.

Esta campaña esté encabezada, en las candidaturas más relevantes, por los principales activistas de la vanguardia obrera y del feminismo clasista, como muchos o muchas que integran las organizaciones conforman el FIT, pero además por otros y otras que no pertenecen a esos partidos, como Daniel Ruíz, quien como preso político simboliza en su persona a una de las jornadas más emblemáticas de la lucha de clases de los últimos años: la rebelión obrera y popular que tuvo lugar en la histórica “Batalla del Congreso” contra la Reforma Previsional.



[1] Ámbito financiero , 19/02/2019
[2] Primer congreso de la internacional comunista; II.- El comunismo la lucha por la dictadura del proletariado y “por la utilización” del parlamento burgués.

No hay comentarios.: