20 sept 2012

POSICIONAMIENTO FRENTE A LAS ELECCIONES EN LA UBA

 Posicionamiento frente a las elecciones en la UBA


GACETA ROJA / Septiembre de 2012
ELECCIONES EN LA UBA
Declaración de PRISMA/Estrella Roja frente a las elecciones en la UBA
La izquierda frente al kirchnerismo
En este último tiempo se evidenciaron síntomas de crisis en la economía argentina. Es el mismo gobierno nacional quien ha reconocido en los últimos discursos oficiales que la misma “ya no está blindada”. Y la aplicación de la política anunciada y titulada a fines de 2011 como “sintonía fina” no es menos de lo esperable de un gobierno que representa y defiende los intereses de la clase dominante: ajuste nacional como política de estado. La quita progresiva de subsidios a los servicios públicos y la consiguiente liberación de tarifas, el aumento en el transporte público, el tope a las paritarias (con su fuerte aliado, la burocracia sindical) y la bendición de los gobiernos provinciales a los despidos y suspensiones acompañadas de represión (el Ingenio Tabacal en Salta). La otra cara del discurso oficial, por el contrario, habla de desarrollismo, industrialización, opone capitales extranjeros a capitales “nacionales”, oligarquía terrateniente a burguesía industrial y pide colaboración entre el sector trabajador y el sector empresarial (omitiendo que esos sectores son clases sociales antagónicas) Lejos de un proceso de industrialización, el “modelo” kirchnerista se sostiene sobre una estructura económica primarizada. La profundización del modelo es la profundización de esta matriz económica, que al mismo tiempo implica tercerización y precarización laboral (el 35% de los trabajadores se encuentran en negro).
El plano político y social
Si antes hablábamos de recomposición política y normalización del PJ, hoy comienzan a manifestarse fisuras dentro de la clase dominante. La nueva ruptura de la CGT y el alejamiento del sindicato de camioneros, son elementos importantes para analizar la situación del régimen político. De todos modos, pese a la sonoridad inicial del embate moyanista, la fisura se mantiene como escisión sindical dentro de la CGT y fricciones políticas al interior del PJ, pero sin desarrollarse de forma turbulenta y sin afectar, hasta el momento, el consenso y la legitimidad del gobierno nacional. Sin embargo, el quietismo del sector moyanista que siguió a la movilización del 27 no debe hacernos olvidar que se trata del sector que ha hegemonizado la política sindical como columna vertebral del kirchnerismo durante casi una década y como tal sigue siendo una fuerza política de peso en el escenario nacional, con la potencialidad de incidir en el mismo en distintas direcciones.
Criminalización, represión y protesta social
En las últimas semanas, se sucedieron dos hechos que ponen de relieve nuevos elementos a la hora de discutir y enfrentar la represión de la protesta social. Por un lado la policía provincial del gobernador kirchnerista Urtubey, desalojó un corte de ruta y reprimió a los trabajadores del Ingenio San Martín del Tabacal (pertenece a la empresa norteamericana Seabord Corporation, la segunda en nivel de producción después de Ledesma). La medida de fuerza contenía el principal reclamo de un aumento salarial en el marco de las negociaciones paritarias. Luego de la combinatoria de una conciliación obligatoria y el despido de 57 trabajadores, 300 policías, con una orden judicial, desalojan un corte de ruta con gases lacrimógenos y balas de goma. Inmediatamente, un comunicado oficial advertía que sólo se buscaba “evitar daños irreparables para la salud y la seguridad de la población" profundizando de esta manera la fragmentación de la clase obrera. Por otro lado, el jueves 30 de agosto en un enorme operativo de la gendarmería dirigido por el secretario de seguridad Sergio Berni (funcionario del kirchnerismo desde la década de los ’90), se reprimió brutalmente a militantes de movimientos sociales de la CCC, el Polo Obrero y Barrios de Pie que pedían aumento salarial de los precarizados planes Argentina Trabaja y el pago de sueldos adeudados. El nivel de represión va en aumento y el kirchnerismo esta vez no salió a mostrar su “ala progresista”: “el Gobierno no puede permitir esa manera irracional de cortar la Panamericana durante una hora y media y dejar a miles y miles de argentinos varados en la ruta, con necesidad de ir a trabajar, al médico o sus tareas habituales"[1]; por el contrario, ratificó lo ocurrido y responsabilizó a la clase trabajadora acusándola de utilizar como escudo a mujeres y niños.
Ante esta política de ajuste y profundización de las instituciones represivas, se expresa cada vez más clara la contracara del discurso de los Derechos Humanos y la falsa dicotomía que el kirchnerismo proponía el año pasado: ajuste en Europa y un “modelo” de desarrollo con inclusión social y de redistribución de la riqueza.
Por una izquierda fuerte en la UBA
Desde PRISMA sostenemos que el rol de la izquierda no sólo consiste en organizar al movimiento estudiantil entorno a sus reivindicaciones gremiales, sino también en enfrentar y disputar ideológicamente el discurso hegemónico, hoy encabezado por el kirchnerismo. Es por eso que consideramos que un centro superador es aquel que sea expresión de la unidad de la izquierda, expresión de debates políticos que se traducen en acciones concretas dentro de la facultad y fuera de ella. Un movimiento estudiantil que levante la bandera de Mariano Ferreyra, la bandera de la juventud militante que lucha por ver materializadas las reivindicaciones históricas pendientes y futuras en unidad con la clase trabajadora.
En el escenario de la UBA se vuelve necesario disputar la caracterización y el lugar otorgado a la “juventud”. Hace dos años tanto el gobierno nacional como los diversos medios han resaltado el renacimiento de una “nueva juventud militante” enfiladas tras el oficialismo. Este fenómeno está íntimamente ligado a la política sin historia que promueve el kirchnerismo y que muchos retoman, incluso desde posiciones “de izquierda”. La juventud militante precede al gobierno, además de incluso oponérsele. Ésta es la que destina su práctica cotidiana a una militancia crítica de su realidad, que entiende que esa misma realidad no se puede separar en aspectos “buenos” y “malos”, en donde los últimos serían simples “anomalías”. Así como pasó con los diversos posicionamientos en el marco de la compra forzada de acciones a Repsol (que hoy celebra convenios con trasnacionales de diversa índole) o la ley de medios (que muchas agrupaciones fueron a celebrarla al congreso y hoy las supuestas ventajas legalistas están guardadas en un cajón).
Para romper con los esquemas conservadores y desmovilizadores que imperan hoy en las conducciones de los centros de estudiantes de la UBA (Sociales, Filosofía y Letras) que lejos están de retomar luchas históricas, apropiárselas y construirlas, la izquierda combativa debe intervenir en estas elecciones, con el principal objetivo de enfrentar al kirchnerismo sin ambigüedades y con fuertes definiciones políticas en función de poder construir un centro de estudiantes que sea una herramienta que permita ubicar al movimiento estudiantil nuevamente como un actor protagónico. En este sentido, la orientación política que propugnan la Juventud Rebelde y sus grupos satélites no nos permite organizarnos para luchar, y luchar para ganar: algo mínimo para cualquier construcción político-gremial que se pretenda “de izquierda”. Y ni siquiera es necesario mencionar en este aspecto la multiplicidad de vicios burocráticos, las componendas con las gestiones o la convivencia pacífica con la militancia oficialista (La Cámpora y grupos similares)
En un marco de crisis, ajuste y fisuras en el bloque dominante se abre una mayor perspectiva para el desarrollo de la izquierda a nivel general. No obstante, dicho desarrollo no se desenvuelve linealmente. Es menester entender la tarea que se nos presenta por delante: no sólo concebir a los centros de estudiantes como herramientas gremiales, sino también como potentes herramientas políticas. Herramientas políticas que desde la organización y el análisis concreto de la realidad, impulsen y orienten de conjunto la lucha de los estudiantes garantizando la independencia política para enfrentar al kirchnerismo. Por eso, llamamos a las distintas agrupaciones de izquierda de todas las facultades a que se sumen a conformar nuevos frentes, en el caso de Piscología y fortalecer los construidos, en caso de Sociales y Filo. La oportunidad de disputar al kirchnerismo y a sus adaptaciones y resignificar a la militancia juvenil en clave revolucionaria, transformadora y crítica y, finalmente, que la izquierda vuelva a ocupar el lugar estratégico en el movimiento estudiantil, son los motivos que nos convocan a reforzar las experiencias políticas de 2011.
PSICO/UBA

De qué hablamos cuando hablamos de la unidad de la izquierda

Para PRISMA, un centro superador es aquel que sea expresión de la unidad de la izquierda, expresión de debates políticos que se traducen en acciones concretas dentro de la facultad y por fuera de ella. Un centro que no sea solo reflejo de su conducción si no que, conteniendo y potenciando las distintas iniciativas, impulse a todos los estudiantes a ser parte de su construcción cotidiana, con especial preponderancia por los espacios asamblearios y de base, que tienda a levantar de conjunto y poner de pie al movimiento estudiantil de Psicología. Un movimiento estudiantil que levante la bandera de Mariano Ferreyra, la bandera de la juventud militante que lucha por ver materializadas las reivindicaciones históricas que nos mueven hacia adelante y en unidad con la clase trabajadora.
Y qué paso...
Lo que el año pasado empezaba a recorrer la facultad como rumor, el martes se materializó –finalmente- en la ruptura del frente EPA! Sin mucho pudor, y relegando a un segundo plano las argumentaciones políticas, las agrupaciones El Brote y MotorPsico llevaron a los cursos (como quien dice “llueve”) su nueva “alianza” –más allá del principio de la negación-, plasmada en un consignismo que dice bastante poco. “Un centro de los estudiantes o los estudiantes al centro”. Omitiendo de esta manera convocar a los estudiantes a fortalecer y desarrollar el plan de lucha votado en asamblea la semana anterior. En este sentido, el punto de partida que proponen El Brote y MotorPsico nos parece un retroceso en sí mismo ¿Qué refundación, qué novedad, qué nueva gremialidad estudiantil pueden apostar a construir si su primer movida es anteponer unaprecipitada campaña electoral al desarrollo de un plan de lucha mandatado por la asamblea del CEP?
Llegamos con fuerzas disgregadas el día martes, a una asamblea poco participativa no solo por su escasa convocatoria sino por la dinámica que tomaron las discusiones, donde las fuerzas de izquierda tuvimos la iniciativa de generar debate político mientras organizaciones desorientadoras celebraban rupturas de frentes ajenos, sembrando el desconcierto en un clima de profundo cinismo. Y así llegamos al jueves 13, cuando se está desarrollando un paro docente nacional para frenar las cesantías, que en el marco de ajuste del gobierno nacional, el rector Hallú implementa...y los compañeros muy ocupados en su electoralismo.
No es tanto si se rompe o no un frente, si no los argumentos políticos que se esgrimen alrededor. ¿Un centro que no tiene posicionamientos políticos concretos a la hora de analizar la coyuntura nacional, que contiene ambigüedades y confunde quién es el que está enfrente? Una nueva gremialidad estudiantil -y que además se pretenda “de izquierda”- no puede girar en el vacío y la autoconstrucción. No se puede omitir y mirar para otro lado cuando nuestra Facultad se encuentra atravesada transversalmente por conflictos no menores como el del Borda, las cesantías a nuestros docentes, los problemas edilicios y académicos, que son básicamente problemas políticos con responsables concretos: la decana Cervone y sus grupos afines, en una larga alianza entre los radicales y el kirchnerismo.
Para esto es necesario no tener ambigüedades a la hora de identificar a los enemigos de la educación y la salud públicas, sea que vistan de amarillo (Macri) o de celeste y blanco (el kirchnerismo) En suma, entendemos que partimos de un piso de organización y una historia de lucha que es necesario mantener y prolongar: flaco favor le hacemos a la organización estudiantil en torno al CEP si anteponemos la autorreferencialidad y el electoralismo. Los desafíos que tenemos por delante no son pocos, y tenemos que estar a la altura: la unidad de los que luchan es una condición necesaria para avanzar por encima de los cimientos que once años del EPA! han dejado como saldo organizativo. Está en juego la siguiente dicotomía: un CEP de lucha que rescate lo positivo de la organización estudiantil lograda hasta ahora y lo desarrolle en una perspectiva acorde a los tiempos que corren; o un CEP centrado en su conducción, productor y reproductor de un discurso tan ganchero como “despolitizado”, ahistórico y aislado de las múltiples luchas que tenemos que encarar.
Convocamos a los estudiantes a participar esta semana de:
Martes 18 al mediodía al Comedorazo en la sede Independencia (Comisión por la Emergencia edilicia)
Miércoles 19 a las 18hs sede Independencia Comisión Antirrepresiva por Justicia por Mariano Ferreyra
Jueves 20 a las 18hs Asamblea General de Psicología (CEP) Balance de las acciones y continuidad del plan de lucha
SOCIALES/UBA
TRABAJO SOCIAL
Como ya todos sabemos, la carrera de Trabajo Social está atravesando desde principios de año el fin de la reforma de su plan de estudios. ¿Qué significa esto? Que previo al cierre del primer cuatrimestre la gestión de la carrera (Agrupación Lucía Cullen) decidió que ya se había tratado la reforma de nuestro plan durante un tiempo considerable, por lo cual ya era hora de pasar a votación. Siendo consecuentes con sus metodologías antidemocráticas, intentaron votar la reforma del plan de estudios durante el receso invernal, con aulas vacías y sin comunicar al estudiantado sus intenciones.
De esta forma llegamos a un Consejo Directivo en el cual, los estudiantes nos manifestamos en contra de la política reformista de la Cullen, impidiendo que se pase a votación.
Es por esto que llamamos a todos los estudiantes y docentes a sumar sus ideas y sus cuerpos a esta lucha. Es imperioso que todos los compañeros de 5 carreras de Sociales se sumen a la lucha que venimos dando ya que, como bien sabemos, en este momento también se está intentando reformular el plan de estudios de la carrera de Comunicación y la avanzada k continúa...
Debemos comprender que las reformas de los planes de estudio son tan solo un aspecto de la sintonía fina que el kirchnerismo está llevando adelante en nuestra Universidad. Estamos sufriendo un profundo ajuste a la educación pública. Están cesanteando a nuestros docentes, desmantelando cátedras, cerrando concursos y grupos de investigación y, uno se pregunta ¿podemos mantenernos ajenos a esto? Claro que no, desde PRISMA venimos militando y luchando codo a codo con los compañeros docentes desde principio de año para frenar las cesantías, para impedir la reforma del plan de estudio de Trabajo Social participando en instancias de base como el Espacio Abierto de Trabajo Social. Este panorama de ajuste a la educación se traduce en el panorama laboral con despidos masivos, tercerizaciones, represiones a los compañeros manifestantes que luchan, topes a las paritarias, y la lista sigue.
Como futuros trabajadores sociales no podemos ni debemos permitir semejante atropello a la educación, como así tampoco podemos pasar por alto los ajustes a los trabajadores. Nuestra intención es construir un profesional crítico, consecuente, autónomo y al servicio de la clase trabajadora. Queremos decidir qué tipo de Trabajo Social queremos construir, no vamos a permitir que nos formen para luego actuar como tapa baches del gobierno.
Ante un nuevo Consejo Directivo en el cual debemos redoblar el esfuerzo y salir a lucha, demostrándole a aquellos que gobiernan nuestra facultad que los estudiantes no vamos a permitir semejante atropello a nuestra formación. Ahí estaremos una vez más los estudiantes, agrupados y no agrupados, docentes y compañeros de otras carreras que no queremos ser formados como agentes tecnócratas alineados al servicio y en beneficio del gobierno de turno.
Y vamos a estar ahí todas las veces que sea necesario hasta lograr dar vuelta la página, porque el movimiento estudiantil nunca se conformó con migajas, y esta no va a ser la excepción.
Seguimos luchando.
Agrupacion PRISMA / Estrella ROJA


.[1] Clarín, 1-09.

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