1 nov 2010

HOSTIGAN A VISITA DE KARINA GERMANO LOPEZ

Cárcel de Ezeiza

"Carlita", así llamamos a nuestra compañera de la AgenciaRodolfo Walsh, y sus pequeños hijos, fueron hostigados por agentes del Servicio Penitenciario Federal en la prisión de mujeres. Ella es fundamental apoyo de "La Galle" y precisamente esa solidaridad es la que quisieron castigar y desalentar, con una torpe maniobra, integrantes de esta fuerza genocida que regentea los campos de concentración de la democracia electoralera. Así lo vivió ella, así lo cuenta.

La cárcel es un instrumento más de tortura. Quizás el mas evidente, el más cruel. Estar presx es ser torturadx, se mire por donde se mire. La finalidad de la cárcel es también extenderse con el miedo al resto de la sociedad, y principalmente a los afectos (llámese familia, amigxs, compañerxs de la persona presa).

Ir a una visita en la cárcel significa un tormento burocrático en donde unx tiene que soportar largas colas a la intemperie, haga frío, calor o llueva, interminables requisas sumamente denigrantes, prohibiciones según los antojos de lxs carcelerxs de turno, y un largo etc. Sumado al maltrato constante y al presupuesto económico que significa viajar hacia estos centros de exterminio, que en su mayoría están alejados de zonas urbanas.

Hace cuatro años visito en la Unidad N º 3 de Ezeiza a mi compañera Karina Germano, La Galle., prisionera allí desde el 2006.

Como es sabido, Karina entre otras cosas es militante e integrante activa del CUE (Centro Universitario de Ezeiza), conocida y respetada por lxs presxs y compañerxs de afuera por su compromiso y solidaridad.

Esto también lo saben los miembros del Servicio Penitenciario Federal, que en su mayoría me reconocen como una de sus visitas más habituales. Tanto por las visitas de los fines de semana, como por mi participación en los talleres de periodismo que se impulsan desde la Agencia de Comunicación Rodolfo Walsh y el Equipo de Educación Popular de Pañuelos en Rebeldía, para las chicas privadas de su libertad en este penal, como así también por ir semanalmente por casi tres años a las visitas de DDHH que se realizan (a través de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre) acompañando a personas de diferentes organizaciones políticas y sociales.

Nunca en las visitas comunes tuve un trato diferente al resto de los familiares, pero tampoco igual. Esto se evidencio más de una vez en comentarios, gestos y situaciones provocativas para nada inocentes, por parte del Servicio Penitenciario Federal que allí realiza sus funciones.

Puntualmente el día de ayer, 24/10, cuando termino la visita a la cual ingrese con mis dos niñxs y sin ningún inconveniente previo, una de las carceleras de turno me informa que no podía retirarme porque debía "firmar unos papeles". Ante mi pregunta sobre de que se trataban esos papeles, la guardiacárcel se limita a responderme que la orden era no dejarme salir del penal ni entregarme mi documentación, y que debía aguardar a la Jefa de Requisa.

Rodeadxs mis pequeñxs y yo por siete carcelerxs (5 mujeres y 2 varones), bajo llave, insisto en salir y exijo poder comunicarme telefónicamente, lo cual también me es negado sin ningún tipo de explicación.

Al cabo de casi dos horas aparece en escena otra carcelera más, sin identificación alguna, la cual me entrega mi documentación y me ordena retirarme. Es entonces cuando exijo se me ponga al tanto del porque de todas estas irregularidades, recibiendo como respuestas amenazas de tipo "ya te vas a enterar" "ya vas a ver lo que te pasa a vos en los próximos días", y otras de ese estilo.

Una vez afuera me entero por La Galle (a quien le avisa provocativamente una carcelera) y por otrxs compañerxs, que supuestamente se me acusaba de intentar ingresar un pendrive a la prisión. De más esta decir que esto es totalmente falso, y por eso creo necesario difundir esta situación, la cual no es mas que una clara maniobra armada para vaya a saber que fines.

Esta ridícula acusación, por el momento sirvió para mantenernos secuestradxs por casi dos horas a mi y mis pequeñxs, amenazarme delante de ellxs, y de esta manera pretender anular la solidaridad. Sin embargo, lejos de lograr esto, no han hecho otra cosa que profundizar mis convicciones y mi compromiso con la compañera y con la lucha anticarcelaria. Sabido es que estos hechos no son aislados, y que las vejaciones la sufren quizás en mayor medida las visitas de lxs denominadxs "presxs comunes", es necesario entender esto enmarcado en un accionar represivo contra todo aquel o aquella que de un modo u otro se solidarice con una persona encerrada en estos recintos de tortura.


Pero ni con amenazas ni con insólitos intentos de montaje detendrán la lucha por la libertad.

LIBERTAD A LA GALLE/ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES/

LA SOLIDARIDAD ES UN ARMA...DISPARÁ

Carla Andreani
Compañera y amiga de la Galle

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