11 nov 2010

ORGANICEMOS A LOS TERCERIZADOS Y PRECARIOS

Nota editorial de Prensa Obrera 1154

Organicemos a los tercerizados y precarios
Por la vigencia del (mejor) convenio por industria

Por Néstor Pitrola
La reincorporación de 217 despedidos de las tercerizadas (otros 13 se habían reincorporado después del piquete de julio) y su incorporación a la categoría 1 del convenio ferroviario se combina con la segunda fase de la lucha por el pase a planta de los 1.300 tercerizados del Roca.

La lucha puso de manifiesto que la UF, como la UTA en el subte, es u agencia de colocación de personal y esclareció el reclutamiento de patotas por parte de las burocracias sindicales -como la del subte, el Indec o el Casino- factor de intimidación y regimentación política de la "paz social" que se implementa desde la Casa Rosada y el Ministerio de Trabajo.

El nuevo cuadro político-sindical y estas victorias ferroviarias han puesto en la picota el régimen de la tercerización-precarización. Un ‘gordo' como Lezcano, ni lerdo ni perezoso, planteó la incorporación de los 3.000 tercerizados de Luz y Fuerza que han protagonizado varios conflictos y piquetes por afuera del sindicato que él dirige.

Moyano y Recalde han tomado nota de la situación y se han dado la política de echar lastre urgente en el Roca para, de un lado, dividir y meter mano entre los dirigentes tercerizados -ver nota- y presentar un proyecto de ley en el Congreso sobre la tercerización, del otro.

El proyecto hace solidarias a las grandes empresas de las trapisondas de sus contratistas para que "cumplan con las normas laborales", lo cual apunta a iniciar procesos judiciales (y a extorsiones a las patronales), pero no a un plan de lucha. También obliga a que "rija el mejor convenio, siempre que la actividad se desarrolle en sus propias instalaciones". Es un parche al edificio legal de la tercerización, porque esta forma de tercerización, o sea dentro de las empresas, es sólo una forma de ellas, pues gran parte opera desde locales independientes.

La masa de las tercerizadas está amparada por los llamados convenios Pymes, inscriptos en la ley Banelco II, con sus rebajas de aportes y cláusulas a la baja de todos los colores. Por ejemplo, el puerto de Mar del Plata está lleno de testaferros de las grandes compañías de la actividad, las que explotan a los trabajadores mediante un flamante convenio Pyme que ha blanqueado las normas flexibilizadoras de las llamadas cooperativas en negro. El proyecto de ley no pone remedio a esta situación. El proyecto Recalde no toca la legislación "pyme".

Otro caso que no tocaría la ley Recalde son los masivos call centers, unos sesenta mil trabajadores, que son antros de explotación de la juventud que eluden el convenio telefónico correspondiente. Si un call pertenece a un banco o a varios y trabaja para ellos, pero no está dentro de una casa de ese o esos bancos, no estaría alcanzado por la ley Recalde. Desde luego, se plantea una pelea de los 1.500 tercerizados de las Telefónicas por su encuadre en el convenio telefónico. Por otra parte, forma parte de la tercerización la legión infinita de trabajadores de "agencia" dentro de las fábricas o los contratos basura renovables.

Todos los trabajadores de una actividad deberían estar comprendidos en un convenio de industria.

Que una CGT pretenda cambiar la realidad de precarización de la mitad de la clase obrera argentina mediante un proyecto de ley, que no es apoyado por un plan de lucha y huelgas, lleva a preguntarse para qué tiene sus 1.400 sindicatos y sus cinco millones de afiliados. Presentar un proyecto de ley en un Parlamento donde están en minoría es claramente una maniobra distraccionista, que podría terminar con un nuevo ‘consenso' con los capitalistas -según el método habitual de Recalde.

El camino lo marcan los tercerizados del Roca, la huelga de Action Line (que reincorporó varias activistas) o los piquetes de Leccentro del año pasado en Luz y Fuerza, también por despidos. Es el momento de elegir representantes, exigir la afiliación e integración a los cuerpos de delegados de las organizaciones obreras madre, como fue la experiencia de Atento (hasta el pasaje a la burocracia kirchnerista de Foetra Buenos Aires), de realizar asambleas de tercerizados y contratados, de exigir el apoyo de los cuerpos de delegados sindicalizados de esos lugares mediante mandatos de asambleas de los efectivos para unirlos en la exigencia. El pase a convenio de los tercerizados refuerza el poder de fuego de los convencionados para luchar mejorar esos convenios y salarios.

Los ferroviarios que cortaron las vías acompañados por los militantes de la clase obrera marcaron el camino.

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