4 nov 2006

PONENCIA DE RAUL LESCANO (ULTIMA PARTE)

Definición de la etapa política

Por si fuera necesario definir, después de lo dicho, vamos a intentar delimitar la caracterización de la etapa actual que transitamos.
Se ha repetido hasta el hartazgo la clásica formulación de una situación revolucionaria, cual es la que reza que los de arriba no pueden seguir gobernando como hasta ahora y los de abajo no quieren seguir viviendo como hasta entonces.
Estos institutos se presentan en la Argentina desde el 2000 por lo menos, pero para que esta situación desemboque en Revolución hace falta una vanguardia que conduzca al conjunto y proponga una salida política. Sin ese elemento fundamental estas situaciones pueden permanecer en el tiempo por años y ser recurrentemente resueltas por distintas variables del régimen.
Nosotros ya en el 4º Encuentro Nacional de Quebracho definíamos que el Argentinazo de diciembre del 2001 abría en nuestro país una situación de inestabilidad donde ya nada volverá a ser como era. Más allá de que el régimen siga desarrollando su estrategia de recomposición de la dominación, hay elementos que han quedado para siempre impresos en el nivel de conciencia política de las masas como son el desprecio de la institucionalidad burguesa y sus personeros, la definición de la contradicción principal asumiendo la consigna de No pago de la deuda externa y una experiencia en el ejercicio del poder de las masas movilizadas y de las limitaciones de esto sin contar con una organización calificada para comandar semejante situación.
Por esto no es que ha cambiado la naturaleza de la etapa, se han modificado algunos agrupamientos en el seno del Pueblo y se han acentuado disensiones en el seno de las clases dominantes pero con el límite de sus peleas puesto en la gobernabilidad.
El régimen ha logrado cooptar momentáneamente formidables fuerzas populares que han alimentado la Resistencia y que hoy están neutralizadas por la política de seducción del kirchnerismo. El Movimiento Obrero, después de la experiencia de oposición a la Alianza, se ha vuelto a trabar en el desarrollo de su combatividad por los cepos políticos e ideológicos que les imponen las direcciones burocratizadas y reaccionarias que tienen hoy gran parte de las agremiaciones de trabajadores. No obstante esto la miseria y las penalidades de la gente son tan profundas que los trabajadores van encontrando resquicios para desarrollar experiencias combativas muy saludables y victoriosas.
El elemento que sigue estando ausente es el elemento subjetivo, situación que llamamos en nuestro 1º Encuentro orfandad política, la política con vocación de poder y con voluntad revolucionaria. Sin esto, como ya señaló John William Cooke, el clima de rebeldías puede desarrollarse en el tiempo sin afectar jamás al régimen que las provoca, sometiendo a las masas a una gimnasia desgastante e inconducente.
Este es el elemento que sigue signando a la etapa en el marco de la defensiva estratégica, porque aún en un equilibrio, en un nivel alto de inestabilidad del régimen de dominación, en el agotamiento de parte de las clases dominantes para continuar dominando como lo vienen haciendo, la ausencia de la alternativa popular y revolucionaria condena esa situación a seguras derrotas.

No hay comentarios.: