Ante el avance territorial imparable de la epidemia de la pobreza, El Dengue, y la evidente pasividad e inoperancia oficial en todos sus niveles, casi desafiante con la realidad, respecto a la ausencia de planes de contingencia locales, provinciales y nacional con difusión masiva, coordinado, coherente y preventivamente, nuevamente estamos ante funcionarios que quieren tapar el sol con las manos.
Desgraciadamente el criterio de trabajo queda demostrado de hecho tal los incendios rurales. Cuando a algún funcionario nacional se le pregunto seriamente cual es su plan de contingencia ante un evento fuera de control e inesperado. Nos dimos cuenta que tal plan dependía de la naturaleza y su intervención, es decir, que nos mandara lluvias para las áreas afectadas.
Ahora se trata del Dengue una enfermedad complicada y emergente de situaciones sociales de iguales características, digo, abandonados por el estado, sin infraestructura, sin salud, sin educación y sin seguridad.
A semejante panorama se le agrega la manipulación oficial de la información como de costumbre y al mejor estilo INDEC con la salvedad que el mosquito no entiende de estadísticas sino de saciar su hambre y necesidades de sobre vivencia con lo cual no se lo podrá detener políticamente con tanta facilidad.
En esas circunstancias se mantiene el caldo de cultivo intacto y nuevamente vamos por el plan B “La naturaleza”.
De esta forma quiero expresar, sin pecar de alarmista o tira bombas con objetivos extraños, que hemos caído lisa y llanamente en una etapa de epidemias producto de la falta de planificación y proyectos y de sus consecuencias en la salud que desnuda la verdadera política de aplicación en Argentina.
Realmente desconozco como saldremos de esta etapa desgraciada y cuantas victimas se esta llevando o llevara, pero opino que al mismo tiempo, nuevamente en el caso de la prevención de epidemias y permanentemente en otros casos ingresamos alegremente a DELITOS DE PELIGRO como muy bien lo explica un Fiscal amigo mió.
Son delitos de peligro, como lo es el narcotráfico. No hay que demostrar que alguien o algo se contamino como que no hay que probar que alguien consumió o no cocaína para secuestrar un cargamento de 20 kilos.
Seria perverso que la ley o un juez exija probar antes que hay alguien afectado por la contaminación. Este tipo de exigencia -como también la de ordenar recoger muestras previo aviso al contaminador- demuestra que estamos afectados por una grave corrupción estructural y personal. Estructural porque la ley, los fiscales, los jueces incluso, no esta al servicio de las victimas y personal porque mas de un juez sabe que se enfrenta a un poder económico y político muy fuerte...y prefiere archivar la causa con falsos argumentos legales o procesales. En la argentina de hoy o no hay contaminación o hay corrupción porque de otro modo no se explica que solo haya cinco condenas en 15 años por delitos ambientales.
Asi es amigos nuestra realidad según mi entender, militancia y análisis puede explicar para compartir con cada uno de Uds. Creo que las victimas siempre seremos el pueblo los que nos embarramos los pies cada día en busca de un futuro mejor para nosotros y nuestros hijos.
Entonces concluyo simplemente dejando constancia que debemos combatir los delitos de peligro ante quien sea y sobre todo visitando también a los señores jueces quienes alineados al poder político son testigos mudos de el continuo deterioro de nuestra calidad de vida.
Juan Vegué Delegado del Foro Brown
Saneamiento desde la comunidad
5 abr 2009
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1 comentario:
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