El Grupo de Curas en Opción por los pobres de Argentina, el 29 de Marzo reciente, dio a conocer un Mensaje cuyo contenido se reproduce textualmente.
Creemos que la situación actual nos invita a decir "una palabra". Pero ¿qué palabra? La crisis internacional sin precedentes, el nuevo reclamo de los sectores de las patronales agropecuarias, el adelantamiento de las elecciones, la ley de radiodifusión. Todo parece entremezclarse, y sabemos que cualquier palabra puede ser usada por unos o por otros en un sentido o el otro, a favor o en contra.
Entre nosotros tenemos miradas diferentes. A veces, ¡muy diferentes!, y lejos de ser motivo de conflicto, son temas que nos unen y acercan. Hay entre nosotros algunos que se sienten muy cercanos al gobierno (nacional, o provincial) y otros que se ven totalmente en oposición; algunos quieren palabras claras y firmes ante una actitud o decisión, y otros no tienen claro qué decir o hacer, o prefieren no hacerlo.
Entonces, ¿cómo decir 'una palabra' ante esta situación? Pero veamos algunas cosas:
1. Los problemas nacionales como el conflicto con el autodenominado "campo", o el "adelantamiento" de las elecciones nos hacen ver estupefactos "desde afuera" cómo unos y otros pelean por carroña sin que los pobres sean el tema central y principal, y a veces sin que parezca que importen. Unos estaremos más cerca de un lado, otros de otro, pero sí tenemos claro que los pobres no se ven beneficiados en esto. Y es allí donde queremos estar. Invariablemente.
2. La enorme crisis internacional es fruto exclusivo del capitalismo; y parece que se la pretende solucionar con "más capitalismo". Se inyectan miles de millones de dólares en los bancos y compañías que fueron "las madres de la crisis". ¡Qué distinto sería si ese dinero se destinara directamente y sin intermediarios a los pobres, a lo que los beneficia claramente. ¿No es impúdico escuchar que se dan miles de millones de dólares al banco tal o la aseguradora cual mientras millones y millones de hermanos y hermanas entran diariamente en el "universo de la pobreza"? ¿No es impúdico y criminal el hambre, la falta de salud, y de trabajo, o los subsidios que nunca llegan a los pobres?
3. Proyectos de leyes como los de radiodifusión parecerían ajenos a los problemas fundamentales de la gente; pero a su vez es cierto que los medios de comunicación pueden crear ánimos sociales, insoportables sensaciones de inseguridad, ser amplificadores de voces menores, o hasta gestar golpes de Estado. Y eso repercute en la vida de la sociedad y de los pobres en especial (no olvidamos la responsabilidad de muchos medios en el clima de descontento que terminó apoyando el golpe de estado genocida de 1976). Por esto nos parece fundamental que se modifique esta ley de la Dictadura militar y que se diversifique lo más posible el universo de las comunicaciones ya que monopolios u oligopolios sólo perjudican la mirada diversa o la lectura de la realidad más profunda.
4. No olvidamos, también, la actitud frecuentemente intolerante de pretender ser dueños de la verdad, intérpretes autorizados y exclusivos del sentir y ser popular que terminamos, tantas veces, viendo a los que no piensan "como yo" como verdaderos "enemigos", incluso a aquellos que tan honestamente como nosotros, pretenden priorizar a los pobres y defender sus intereses, contribuyendo de esa manera al desconcierto de la gente. En este sentido, nos parece indispensable una actitud de sincero diálogo y respeto que nos permita ver con la mayor claridad posible quiénes son los que defienden con sus palabras y su vida a los pobres, y quienes se desinteresan de su suerte, ¡o la provocan!
Insistimos en un tema que nos parece fundamental: aun con diferentes miradas, pretendemos mirar lo que nos parece -humilde y honestamente- que más beneficia, o perjudica a los pobres. Y queremos invitar a todos, en especial a los que tienen responsabilidad pública a cambiar el enfoque, a abandonar actitudes de discordia y -especialmente- a recordar que sólo donde los pobres se ven beneficiados Jesús se hace presente, y Dios reina. Es desde allí que pretendemos decir nuestra palabra.
7 abr 2009
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