19 jul 2009

ENTREVISTA A CHRISTIAN CASTILLO

¿A dónde va la izquierda después de las elecciones?
En el análisis del PTS sobre el resultado electoral, señalaste que el medio millón de votos que obtuvo la izquierda a nivel nacional demuestra que es una fuerza existente que puede tomarse como un punto de apoyo para luchar por un partido de la clase trabajadora. ¿Qué pasos tienen planteado de acá en más?
Efectivamente creemos que lo central debe ser poner ese capital político al servicio de una gran política para influir en la crisis que se ha abierto a partir de la derrota del peronismo, en especial en la provincia de Buenos Aires donde se concentra la clase trabajadora y persisten no sólo las expresiones de lucha sino también la tendencia a elegir nuevos delegados y el surgimiento de activistas contra la patronal y la burocracia sindical. Este es un hecho de enorme importancia revolucionaria. Por eso venimos proponiendo a los compañeros de Izquierda Socialista y el MAS con quienes formamos el Frente de Izquierda darle continuidad y hacerla extensiva a los compañeros del PO, y juntos llevarles una propuesta a todos los dirigentes sindicales que estén dispuestos a dar pasos en la independencia política de la clase trabajadora. Ya podríamos iniciar conversaciones en común con los dirigentes independientes del Sindicato Ceramista de Neuquén que se han manifestado públicamente a favor de luchar por una herramienta política de los trabajadores; y con todos aquellos que quieran construir una corriente político-sindical clasista que se proponga impulsar un gran partido de la clase trabajadora.
Hay bases en la izquierda para concretar este tipo de iniciativa común?
Nosotros creemos que es una necesidad. En el terreno de la izquierda, el resultado electoral ha significado la derrota del proyecto de “nueva izquierda” del MST de Vilma Ripoll que se proponía unir a la izquierda con la centroizquierda. El coqueteo permanente del MST con Solanas y, en especial, la claudicación histórica que significó el apoyo que dieron a las patronales agrarias, terminó mal. En el balance de los compañeros del MST hay una perla cuando dicen que el haber estado junto a la Mesa de Enlace no fue la causa de su caída ya que todos los que se ubicaron en el mismo campo, ganaron. Es decir que están confesando, justamente, que el apoyo al campo fortaleció a De Narváez o al Acuerdo Cívico, de ninguna manera a la izquierda. Por eso damos mucha importancia a los miles de trabajadores y jóvenes de la vieja Izquierda Unida que votaron al Frente de Izquierda en provincia de Buenos Aires, que propagandizamos un claro perfil de clase. Los compañeros de PO que habían centrado toda su “estrategia” en crecer electoralmente en base a ese espacio político, sin buscar la mayor unidad de clase posible y negándose a participar del frente principista, deben reconocer que eso fracasó. De haber presentado un polo unificado, hubiéramos sido más que la sumatoria de nuestras fuerzas sino, cualitativamente, un polo más claro ante la centroizquierda de Sabbatella, que PO insistió ilusoriamente en sostener que derrotaba con sus solas fuerzas en Provincia de Buenos Aires. Pero no queremos poner el acento en el balance, sino en las perspectivas que se abren para la izquierda revolucionaria. Lamentablemente los compañeros de PO parecen no haber sacado las conclusiones y están enredados en complicadísimas explicaciones sobre las boletas.
En el terreno sindical hay algunas experiencias unitarias como en el Suteba La Plata o en la lista de oposición en telefónicos. ¿Se trataría de elevar estas experiencias a un plano superior?
Así es. Son dos frentes de lucha muy claros contra la burocracia sindical en los que estamos juntos con los compañeros de PO, ojalá fueran más, sobre todo en la industria, donde la lucha es más dura. El reclamo contra la proscripción y el fraude de Baradel de la CTA en la seccional docente de La Plata; y la conformación de la lista Multicolor que encabezó nuestro compañero Carlos Artacho en Telefónicos, junto a Izquierda Socialista, compañeras independientes y del PO. Lo que consideramos un triunfo político porque se opuso a las dos alas de la burocracia sindical consolidando una minoría clasista del gremio sumando, por primera vez, a los compañeros del PO después de mucho tiempo en que fueron parte de la directiva colegiada entre la CGT y la CTA en FOETRA. Para nosotros se trata de llevar estas experiencias hasta el final, es decir no limitándolas a la lucha gremial. Por ejemplo, en Neuquén, a propuesta de nuestras compañeras de la Agrupación Negra, las listas docentes de oposición acaban de firmar una declaración política ante el pronunciamiento de la directiva de ATEN apoyando, de hecho, a Sapag en la interna del MPN. Es un paso muy importante, porque hasta ahora sólo la conducción del Sindicato Ceramista de Alejandro López y Raúl Godoy viene planteando la cuestión, debatida al interior del sindicato en medio de la lucha por la expropiación de Zanon bajo gestión obrera, de dar la batalla al interior de la CTA agrupando a todos los sectores antiburócráticos por una política de independencia de clase. Nosotros tenemos una visión muy crítica de la falta de combate del resto de la izquierda contra la política de la burocracia sindical, más allá de los enfrentamientos tácticos en la ‘pequeña política’ gremial. Y esto es más escandaloso en la CTA, donde hay más posibilidades de lucha política abierta. En el caso de PO, ni siquiera quiere dar pasos mínimos de unidad clasista, ya que se volvieron a negar en Neuquén a integrar el Frente de Izquierda para las próximas elecciones a concejales que volvimos a ratificar entre el PTS, IS y el MAS. Un frente que no se abstrae de las organizaciones reales del movimiento obrero y se pronuncia en defensa ”del Sindicato Ceramista de Neuquén, de su conducción y de la lucha de Zanon bajo control obrero como un ejemplo de clasismo, democracia obrera, combatividad y de cómo luchar frente a la crisis capitalista”.
¿Algo más?
ChC: Empezamos a plantear esta discusión a los compañeros del Frente de Izquierda, con quienes más hemos avanzado, y nos proponemos solicitar entrevistas a la dirección del Partido Obrero. Si no fuera nuestra propuesta, deberían hacerse otras que apunten en el mismo sentido de dar pasos en la construcción de un gran partido de trabajadores que sirva para la lucha de clases. Lo que no se puede hacer es abstenerse de esta pelea política o mantener la inercia rutinaria del pasado, cuando lo que viene son convulsiones políticas y de la lucha de clases en el marco de una crisis histórica del capitalismo.

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