15 nov 2006

GREENPEACE DENUNCIA

Flota ballenera japonesa parte a cazar mil ballenas aunque la demanda interna de carne es cada vez menorCazarán ballenas de las especies minke y aleta
Tokio y Buenos Aires 15 de noviembre, 2006. A pesar de la condena internacional y el escaso apoyo interno partieron hoy desde Shimonoseki los seis barcos de bandera nipona con el plan de cazar casi mil ballenas de la especie minke y de aleta.
Algunas de las especies que serán capturadas como la ballena minke (Balaenoptera bonaerensis) suelen avistarse en las costas y el mar territorial de la Argentina.
En lo que se ha descrito oficialmente como un "estudio de viabilidad" parala expansión de la cacería "científica" de ballenas, la flota japonesaplanea arponear 935 ballenas minke y 10 ballenas de aleta, ambas enlistadas en el Apéndice I (el de mayor riesgo de extinción) de la CITES (Convencion Internacional sobre Trafico de Especies Amenazadas) de las Naciones Unidas.
"Decir que el programa de caza de ballenas es una investigación es uninsulto a la ciencia y al propio pueblo japonés", manifestó Junichi Sato, director de laCampaña de Océanos de Greenpeace Japón.
"Este programa es una débil excusa para promover la reanudación de unacaza comercial a gran escala, a pesar de no existir mercado interno en Japón", concluyó Sato.Según Milko Schvartzman, coordinador de la campaña de Ballenas de Greenpeace, en Latinoamérica se realiza un aprovechamiento sostenible, no letal de los cetáceos mediante su contemplación o turismo de avistamiento, lo que genera beneficios sociales, educativos y económicos para la región. La expansión de la caza de ballenas es una amenaza para las economías costeras del Continente que de ellas dependen.Los gobiernos de Latinoamérica deben volverse más activos en la defensa de las ballenas y los recursos marinos, concluyó Schvartzman.En 88 países, la mayoría en desarrollo, se practica el turismo de avistamiento, sólo Japón, Islandia y Noruega continúan con la cacería a pesar de la falta de demanda interna en los tres.Recientemente, en respuesta a una propuesta para exportar carne de ballena cazada en Islandia, el embajador del Japón admitió que existe una gran cantidad de carne de ballena almacenada en frigoríficos que no se han podido aún volcar al mercado, a raíz de la escasa demanda que tiene el producto.Un encuesta que se llevó a cabo en junio de 2006 en Japón mostró que el 95%de los ciudadanos nunca o raramente consumen carne de ballena, y más del 70% no apoya la caza de ballenas en el Océano Austral.

FUENTE: PRENSA GREENPEACE

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