Editorial
Pobres y ricos
Ya no hay mas espacio para diletantismos ni rebuscadas explicaciones. Al acercarse el 4 de mayo en Bolivia, se observa nítida la contradicción clasista entre pobres y ricos y su explícita alternativa de un país para todos o una republiqueta para pocos; una nación y Estado popular cimentados en los trabajadores y sus aliados naturales, los campesinos, originarios y pueblo en general, o una colonia más del imperio auspiciada por sus socios locales, ínfimos pero poderosos y con los bolsillos y estómagos llenos de lo que succionaron a los laburantes, proletarizados o esclavizados, lo mismo dá.
Ahí está el inefable Dabdoub, apoyando el secesionismo con argumentaciones pueriles; y Costas, declamando la constitución de una segunda república (que inicie, cual globo de ensayo, la neobalcanización de Nuestra América, llevada a cabo en el siglo XIX por los buenos oficios de la Gran Bretaña); y Ortiz, mendigando apoyo para su patriada antipatriótica y traidora, valga la contradicción, y Marincovic, exponente de una horda de pronazis ustachas que, luego de la derrota del Reich que propiciaba la raza superior, se vino a Bolivia a recrear, tragicómicamente, el nauseabundo esplendor del racismo, la garroteada y la amenaza que precede a la guerra civil. Exponentes de ninguna parte que no tintinee o se cotice en bolsa, mandarines bien mandados por el imperialismo yanqui, argumentan la “regionalización” de la confrontación: Ellos son los civilizados, los otros, los bárbaros.
Por el otro lado, mineros, fabriles, campesinos, originarios, mujeres, niños, viejos, intelectuales, militares patriotas y todo el arco popular esmerados en mantener unida a la Patria, libre al pueblo, digna a la Nación ( que son ellos mismos), respetada a la madre naturaleza, con la proa hacia una sociedad sin explotadores ni explotados, anticapitalista, antiimperialista, socialista. Son los que en 1780 se enfrentaron al colonizador español, en el 30 fueron a dar su sangre en la guerra fratricida del Chaco, en el 52, fusil y dinamita al hombro y la cintura, derrotaron a los servidores de los ricos; en el 92 marcharon a La Paz por la Constituyente, en el 2000 se alzaron en Cochabamba y el altiplano contra las esquilmaciones, en el 2003 echaron al genocida Sánchez de Lozada y en 2005 eligieron a Evo, uno de los suyos que ahora los ricos quieren voltear, aún cuando todo el mundo(salvo los yanquis, aunque digan lo contrario a regañadientes) se oponga.
Antes del 4, el 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores en lucha contra el capitalismo, la opresión y el saqueo, todos los pueblos del mundo acompañaremos a nuestros hermanos bolivianos en su lucha contra los ricos.
Los pobres del mundo, de pie, daremos nuestro apoyo militante y combatiente a la Bolivia altiva, humilde y digna que ya no volverá a ser pisoteada jamás por nadie.
Que lo sepan los escicionistas y cipayos. Bolivia no está sola. Una vez mas, los trabajadores del mundo levantamos nuestra voz para gritar bien fuerte:
Jallalla Bolivia!. Causachum Evo, Wanuchum yanquis, separatistas y explotadores!. Viva el Primero de Mayo!
28 abr 2008
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