21 abr 2008

QUE EL FUTURO NO NOS SEA INDIFERENTE

¡CRUZ DEL EJE DESPIERTA!

QUE EL FUTURO NO NOS SEA INDIFERENTE

El Gobierno nacional, a través del ministro de Planificación Julio DeVido, anunció en octubre pasado que evalúa la posibilidad de instalaruna central nuclear en Cruz del Eje, uno de los lugares elegidos porla Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para profundizar elprograma de energía nuclear, por contar con la masa de agua quecontiene nuestro dique. En palabras del ministro De Vido, laconcreción del proyecto está supeditada a "la conformidad de laProvincia y de la localidad" y al "consenso social".La noticia, publicada en un diario cordobés, no sorprende peroindigna.La noticia no sorprende porque en la memoria colectiva del pueblo deCruz del Eje aparece una serie de episodios traumáticos yfrustraciones que hacen desconfiar de los proyectos que se planificanen ámbitos oficiales para nuestra zona: el cierre y la liquidación delferrocarril en 1978; la promesa incumplida de radicar la fábrica Hondaen los 80; la conflictividad social que tuvo que ser sofocada conrepresión en los 90; la instalación de una cárcel para reemplazar lade Córdoba Capital; la creación de un predio para recibir la basuraque produce el próspero departamento Punilla.Estas han sido las políticas activas de "desarrollo" pergeñadas paraCruz del Eje por gobiernos militares y civiles, nacionales yprovinciales, y de cualquier signo político. El resto del tiempo, sóloolvido.En este particular derrotero, nuestra ciudad mutó de próspero poloferroviario a polo carcelario, o "ciudad policía" como ironizannuestros jóvenes en sus pintadas callejeras, una de las pocasmanifestaciones visibles de disconformidad de nuestra sociedad, de laque ahora se quiere obtener otro pasivo "consenso".Pero esta vez la noticia indigna.Indigna porque para esa memoria colectiva, la idea de la centralnuclear es la gota que desborda una copa ya colmada. Indigna porque esel corolario de ese modus operandi que consiste en desmantelar lo querepresenta progreso para importar lo que los demás rechazan. Indignaporque significa una nueva falta de respeto a un pueblo que soporta lapobreza y la mentira, pero que también demostró que sabe decir"BASTA"..Indigna sobre todo porque apela a la ignorancia colectiva y nosconsidera incapaces de advertir las consecuencias que acarrea laenergía nuclear: el riesgo de fallas y accidentes, las lluvias ácidas,la contaminación del agua, la tierra y sus productos, los residuosradiactivos, el cambio climático global y –sobre todo- el tremendoimpacto contra la salud y la vida.Mientras el mundo asume esta realidad y comienza a dar la espalda a laenergía atómica buscando otras fuentes como la eólica, Cruz del Ejeserá una vez más "favorecido" con esta bomba de tiempo. ¿O tendremosque creer que lo que es malo en Chernobyl o en Irán, es bueno en Cruzdel Eje?Pero la noticia también indigna porque nuestra experiencia nos obligaa ser desconfiados y asociar esta noticia con otra: la instalación deuna mina a cielo abierto en la localidad de Ongamira. Existennumerosos estudios con abundantes y contundentes pruebas de que estamodalidad de explotación minera -también en desuso en los paísesdesarrollados- ocasiona terribles consecuencias ambientales ysociales: se destruye con explosivos la montaña; se trata el mineralcon "sopas químicas" contaminantes -con venenos como el cianuro,cadmio y ácido sulfúrico, entre otros-; se alteran los cursos de aguay se agotan los arroyos y vertientes para proveer a cada mina dedecenas de millones de litros (por citar un ejemplo, la mina LaAlumbrera, propiedad de un consorcio suizo canadiense, consume 66 millitros por minuto, 95 millones 40 mil litros diarios, en Catamarca,quitándosela a los agricultores y consumidores sin pagar un solo pesopor ella); se consumen inmensas cantidades de energía eléctrica pordía para sus instalaciones y equipos, subsidiada a bajísimo costo porel Estado (para cumplir esta función los planificadores oficiales hanposado sus ojos en nuestro dique Cruz del Eje); el agua usada yenvenenada va a parar a los ríos, lagos y napas que quedancontaminados para siempre (No hace falta pararse sobre la cima delUritorco para advertir que esos residuos tóxicos irán a parar tarde otemprano a nuestra Cuenca del Sol).Se argumenta que esta minería genera trabajo para las localidadesinvolucradas. Pero este empleo apunta a mano de obra no calificada ypor lo tanto mal paga y sobre todo insalubre e insegura, mientras sepierde una mayor cantidad de puestos de trabajo por el impactonegativo en la agricultura, la ganadería y el turismo.Es demasiado. Para usar una dolorosa metáfora ferroviaria, parecieraque la Argentina es el último tren y Cruz del Eje el último vagón enel viaje del progreso.Ayer vinieron por nuestro ferrocarril; hoy vienen por nuestro dique,concebido con el fin de proveer de "agua para el norte" en tiempos enque los gobiernos pensaban en y para el pueblo.Ciudadano de Cruz del Eje: que no interpreten como "consenso social"nuestra indiferencia y parálisis. Sigamos el ejemplo del pueblo deEsquel y otros que resistieron a embates como este. Parafraseando aLeón Gieco, que el futuro no nos sea indiferente y nos encuentre sinhaber hecho lo suficiente.

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