Ni la crudeza del sol ni la temperatura violenta que devolvía el asfalto pudieron frenar a las miles de personas que marcharon este sábado por las calles de Lomas del Mirador para mantener la bandera de Luciano Arruga en lo más alto de la memoria. El cuerpo del joven fue encontrado sin identificación el 17 de octubre de 2014 en el Cementerio de La Chacarita, tras casi seis años sin conocerse su paradero.
“Acá, con ustedes, están presentes nuestros hijos y nuestras hijas, en cada lucha en la que participamos”, arengó durante la marcha Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “Hay un aparato represivo que sigue vigente y que, con el correr de los años, va cambiando de enemigo”, reflexionó.
"Acá, con ustedes, están presentes nuestros hijos e hijas", expresó "Norita" Cortiñas.
La columna de la organización La Poderosa acaparó gran parte de la atención por la nutrida presencia. “Hoy hay 1.500 pibes de 44 asambleas, de las 24 provincias, que vienen a decir que vale la pena negarse a robar para la policía, que vale la pena vivir con dignidad y que juntos y organizados no nos pueden matar ni matándonos”, contó a El1 Digital Ignacio Levy, de La Poderosa. “La bandera en que los Familiares y Amigos transformaron a Luciano hace que su valor para nosotros esté inmune a lo que les afecte a los demás. Estamos acá porque lo que le pasó a Luciano nos afecta a nosotros”, sumó.
Sobre un improvisado escenario montado en un acoplado, la hermana de Luciano, Vanesa Orieta, dialogó con la multitud durante toda la movilización, hasta llegar a la Plaza Luciano Arruga, en el barrio 12 de octubre. En ese lugar, Luciano pasaba las tardes entre fútbol, amigos y enredándose con las cuerdas de una guitarra que su hermana alguna vez le regaló.
“La magia que se ha generado alrededor de esta lucha tiene que ver con la capacidad del grupo de Familiares y Amigos de mantenerse en un trabajo respetuoso. Nunca bajamos las banderas, nunca dejamos de gritar que queríamos a Luciano con vida. Y, cuando lo encontramos, dijimos que queríamos saber la verdad. Esta actividad empieza dos meses antes, nosotros le ponemos el cuerpo para que vengan los familiares (de víctimas de represión), pintando las paredes en los barrios o armando los carteles en los espacios. Estamos muy metidos en la jornada y en la discusión”, planteó Orieta.
"No es por venganza, es por justicia"
En marzo de 2009, Orieta llegó a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH). Fue recibida por el presidente del organismo, Pablo Pimentel. Desde aquel día, la entidad se sumó, como un potente eco, al grito de justicia que había iniciado la familia.
“En estos ocho años, los autores materiales e intelectuales, quienes pensaron este accionar diabólico, no están procesados ni nada. Porque no fueron encontrados y esa es la materia pendiente que se tiene con la familia Arruga. Y nuestra participación es para confirmarles que vamos a continuar en la búsqueda de verdad, para que los responsables vayan presos. No es por venganza, es por justicia”, explicó Pimentel.
Al igual que planteó Cortiñas, “Lily” Galeano, fundadora de HIJOS La Matanza, remarcó la necesidad de articular la lucha entre organizaciones de DD.HH., algo que Familiares y Amigos se propuso construir hace años. “Como organismo, denunciamos los atropellos contra los jóvenes al ser interceptados por la policía y las fuerzas represivas. Acompañamos y lo vamos a seguir haciendo”, dijo.
Al finalizar la jornada, se realizó la tradicional quema: un patrullero, hecho de cartón y madera, arde ante los ojos de los presentes. Entrada la noche, comenzó a correrse el rumor sobre la posibilidad de que un nuevo decreto deje sin efecto la movilidad del feriado del 24 de marzo (firmada por el Presidente Mauricio Macri días atrás). Horas antes, durante la marcha, Cortiñas había dicho que “un decreto no borra la memoria”. Algunos de los presentes, de los que concurren cada año, dijeron que esta vez las llamas fueron más intensas.