29 abr 2007

"SOBRE LLOVIDO, MOJADO"

La misma lluvia que se llevó dos vidas, inundó casas y destruyó calles también sirvió para mostrar el verdadero rostro del poder. No solo no hay obras ni servicios, tampoco hay voluntad desde el poder político para solucionar ninguno de estos problemas.
En la sesión del Concejo del 25de abril, quedó demostrado que ese cuerpo no representa a nadie. Son seis sujetos que miran la ciudad a través de los expedientes. Seis sujetos que se arrogan la representatividad de 45.000 habitantes de la ciudad, refugiados detrás de un reglamento.
Después de ser ignorados por el intendente ante el pedido de interpelación, después de deslizar que hay malversación de fondos públicos, después de pedir la renuncia del intendente, después de ser denunciados por sedición, después de aceptar la conformación de una comisión mixta para investigar y buscar soluciones, después de escuchar al asesor legal de la municipalidad admitir públicamente que la gestión es un desastre, después de dos cortes de ruta, después de las asambleas de vecinos, después de las denuncias del intendente a vecinos por delitos varios en la sesión anterior, después de no dar quórum por no saber que hacer, después de una catarata de pedidos de distintos barrios para que se haga algo, después de ser rebasados por su propia inoperancia, la respuesta es: "La barra hace silencio y no participa", "Si quieren conformar una comisión vengan fuera del horario de sesión".
Por si alguien no comprende los términos del reglamento del Concejo: "La barra" es la gente. La misma que se inundó y todavía está limpiando y viendo como va a reponer lo que perdió. La barra son los que se movilizaron solidariamente. La barra son los que pagan impuestos a cambio de nada. La barra es la que quiere investigar pero la mandan callar. La barra es la que lleva propuestas y la recibe la policía. La barra es la que debe guardar silencio y esperar las elecciones para volver a empezar.
En lugar de interpelación, renuncias y comisiones: ¡¡¡"Salvemos las instituciones"!!!!.
Para qué mortificar al intendente en este momento si con un pedido de informe sobre el plan de obras todo se va a normalizar. Al mejor estilo de Galileo: "Que se tenga lo dicho por no dicho".
Todo fue planificado y acordado. Cada uno cumplió su rol. El objetivo era mantener las formas y pasarle la pelota otra vez a quien ya se sabe que juega otro juego. A la desidia del ejecutivo: tibio pedido de informe y a los indigentes que padecen la exclusión social: tolerancia cero y mano dura.
Pero faltaba encontrar a los verdaderos culpables y finalmente aparecieron. Entre seis políticos llegaron a la conclusión unánime que la culpa es de los políticos. La culpa del estado de la ciudad es de los que levantan la alfombra y muestran la mugre, la culpa es de los que exigen que se cumpla la palabra empeñada quince días atrás, la culpa es de los que levantan la voz en lugar de mandar diez notas por lo mismo. La culpa es de los que durante la dictadura sufrían la sentencia del "algo habrán hecho" y ahora la discriminación del "están haciendo política".
La barra no puede hacer política, la barra solo debe hacer silencio. La política es sólo para los dueños del reglamento, por algo, cada uno de ellos piensa por 7500 habitantes de esta ciudad.
Estos propietarios del reglamento no tienen autoridad moral para hacer callar a nadie porque en lugar de buscar soluciones, forman parte del problema.
Mientras esto sucede a la vista de todos, los partidos del sistema están preocupados por llegar a la interna sin ser alcanzados por el barro. Todos tienen las "soluciones" en la manga para después de las elecciones, para cuando lleguen al poder, para cuando les toque el turno de aplicar el reglamento y callar a la barra.
Granadero Baigorria, 27 de Abril de 2007.-

Asamblea por la Unidad Popular

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