9 abr 2008

ADEMYS Y LOS HEXHOS EN LA ESCUELA DE VILLA GESSELL

Lamentablemente, el pasado jueves 27/3 por la noche, un nuevo episodio ocurrido en una escuela volvió a dejar como saldo la muerte de un jóven: Jonhatan Otero, 18 años.

Desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires se puso en marcha el a esta altura ya clásico operativo, en tanto es el mismo que el utilizado en el año 2004 en la ciudad de Carmen de Patagones en la que un alumno disparó un arma de fuego dando muerte a tres compañeros de su aula: viaje del Ministro Oporto al lugar, intento de descomprimir la situación frente a los medios y una vez retirados éstos descargar todas las responsabilidades por el hilo más delgado: los docentes.

“ La Dirección de Auditoría General de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense decidió iniciar sumarios individuales a ocho docentes, entre ellos la directora y el secretario del establecimiento, considerados responsables por fallas en la conducción y en la actitud adoptada tras los hechos”. ( La Nación , 29/8/08, referido a los hechos de Carmen de Patagones)

También ya han comenzado a opinar los supuestos especialistas a los que con nuestros impuestos además sostenemos y con suculentos sueldos: para la “responsable” del Observatorio Nacional de Violencia del Ministerio de Educación de la Nación Lic. Mara Brawer, los hechos de Villa Gessel han vuelto a colocarla frente a lo que para ella no es más que un problema de definiciones: si este hecho pertenece o no a un supuesto “concepto” de violencia escolar.

“Mara Brawer, coordinadora del Programa de Construcción de Ciudadanía Escolar de esa cartera, diferenció la violencia que pueda ocurrir en una escuela por causas atribuibles a los alumnos de la violencia originada por la propia escuela. “La violencia entre dos alumnos puede estar atribuida a un montón de factores, que no siempre tienen que ver con la escuela, sino con los antecedentes psicológicos de cada chico. En este caso no podemos hablar de violencia escolar”, analizó Brawer. (Página 12, 29/3/08)

Esta preocupación ya estaba en cabeza de la funcionaria en el 2004 cuando comenzó a ser empleada del Ministerio al mismo tiempo que ocupaba su cargo en la Ciudad de Buenos Aires durante el gobierno de Aníbal Ibarra. Su Observatorio a esta altura es un responsable más, dado que su inoperancia escópica no es sin consecuencias.

Los que sí venimos dando muestras de cuáles son las diferentes causas de estos episodios somos los trabajadores, en este caso de la educación y de la Ciudad de Buenos Aires.



En lo que hace a parte del personal que se encuentra en contacto con los niños, con los jóvenes y con sus familias en las escuelas, ya en el año 2004 Ademys defendió con todas sus fuerzas los despidos que sin causa Roxana Perazza –Ministra de Educación de entonces- ejecutó sobre más de 15 psicólogos, trabajadores sociales, psicopedagogos y sociólogos integrantes de los Equipos de Orientación Escolar y que desde hacía más de 20 años venían desempeñando tareas en nuestras escuelas. Estos profesionales, por su capacitación específica, son los que tienen entre otras tareas trabajar en la prevención y asistencia de toda situación que afecte negativamente el vínculo social dado en el ámbito escolar, haciendo extensivo éste incluso a las familias de los alumnos. La reincorporació n lograda entonces fue parte de la lucha que supieron y supimos llevar adelante para mantener a ese personal.

El Estado continuó con su política de fondo, aunque con un cambio de forma: comenzó el vaciamiento sistemático de los Equipos llevándolos de 250 profesionales en el 2004 a 180 con los que cuentan en la actualidad, siendo que la matrícula de alumnos no cesa de aumentar y cuando gran parte de esa población junto a sus familias sufren problemas sociales de inmensa envergadura: pobreza, vivienda, salud, violencia. No han sido renovados ninguno de los cargos del personal que año a año pasa a la condición de jubilado. Por supuesto que la burocracia sindical ha jugado también su papel avalando los despidos mencionados e intentando reemplazar a los actuales profesionales mediante supuestos concursos tan truchos ellos que hasta la propia Justicia del Fuero Contencioso Administrativo de la Ciudad detuvo esas violaciones al Estatuto del Docente.

Somos los propios trabajadores los que hemos denunciado este vaciamiento en todas las instancias. Los supervisores, los directivos y miles de maestros han avalado con su firma esta denuncia ante la Legislatura porteña y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad (esta última acaba de pronunciarse con nuestra orientación con la Resolución Nro. 357/08 el pasado febrero; ver: www.equipodeorienta cion.com) .

Ponemos en alerta a toda la comunidad educativa de que debe reorientarse el sentido de la política educativa tendiendo hacia la recomposición social:

- Inmediata puesta en condiciones de los edificios escolares con control de la comunidad educativa.

- Limitación de la cantidad de alumnos por aula a 20 por cada docente.

- Aumento de la cantidad de becas y de sus montos para los estudiantes.

- Aumento salarial a los docentes hasta cubrir la canasta básica familiar (1.500 pesos por cargo) y actualización por la inflación real.

- Eliminación de todas las cifras en negro en el salario docente para todo el país.

- Titularizar a los más de 3000 docentes precarizados que por incumplimiento del Estado en la convocatoria anual a concursos impidió el acceso a la Estabilidad Laboral (Asistentes Celadores, Maestros Zona ZAP, Equipo de Asistencia Socioeducativa, Gabinetes Centrales del Area de Especial, Club de Jóvenes, etc., etc.)

- Titularizació n inmediata de los actuales 180 profesionales de los Equipos de Orientación Escolar e inmediata creación de 250 nuevos cargos cubiertos por concursos controlados por la Junta de Clasificaciones del Area de Servicios Profesionales, tal como lo indica el Estatuto.

- Prohibición de todo arancelamiento en la capacitación docente, terminando con la privatización del acceso a los cargos vía “la compra inducida” de los puntajes.

- Fuera la policía privada de las escuelas.


No somos ingenuos. Aún en el marco más benigno que de nuestra cultura pueda imaginarse, no descartamos que aparezcan comportamientos que nos resulten inexplicables. Sin embargo, el probado aumento de la frecuencia de estos episodios en los últimos años, nos conmina a dirigir nuestras fuerzas a reducir al mínimo la irrupción de esos desenlaces.

Al solidarizarnos desde esta Capital con la familia de Jonhatan y con el docente Daniel Roviglio, lo hacemos también con el conjunto de todas las comunidades educativas del país (alumnos, docentes y padres) que, tal como lo vienen demostrando en la Escuela Carlos Pellegrini de la UBA , son las únicas que con su unión pueden detener e intentar superar la tendencia indeclinable hacia la descomposició n social y psíquica a las que nos vienen conduciendo los “expertos” gestores educativos de los últimos años (Filmus, Oporto, Tedesco, Sileoni, Narodowsky y sigue la lista...).

29/3/08

Diego Coppo- integrante del Consejo Directivo de Ademys

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