GACETILLA DE PRENSA
La querella unificada de Alfredo Margari, Carlos García y Fundación Liga por los Derechos Humanos solicitó la condena a Héctor Febres como: coautor penalmente responsable por los delitos de Privación Ilegal de la Libertad y Tormentos, ambos agravados, pidiendo la pena máxima de 25 años de prisión.
Ayer, martes 21 de noviembre, se dio inicio a la primera Audiencia de Alegatos.
El primer turno fue para el Dr. Rodolfo Yanzón, representante de la querella unificada, Alfredo Margari, Carlos García y Fundación Liga Argentina por los Derechos Humanos.
Una de las primeras palabras del Dr. Yanzón, que abrieron la exposición del alegato, fueron: “…Reconocimiento a los testigos, a los sobrevivientes, por haber vencido el miedo, por haber narrado sus experiencias de vida…”.
Planteó, a su vez, la diferencia de escenario con lo que fue el Juicio a las Juntas, cuando los testigos sobrevivientes tuvieron que dar explicaciones sobre el por qué habían sido secuestrados. Tuvieron que transcurrir treinta años para que una barbaridad así no se repita; treinta años para darle paso a una justicia lenta, pero que anda; treinta años para entender parte de nuestra historia, donde las víctimas pudieran no sólo testimoniar sobre el horror vivido en los Centros Clandestinos de Detención, sino reivindicarse y reivindicar a todos los Militantes Populares, a los 30.000 Compañeros Detenidos Desaparecidos. “…Esto es consecuencia de muchos años de trabajo de muchos compañeros, del trabajo Internacional realizado en este sentido, de España, Francia, Italia, Alemania, Suecia…” resaltó Yanzón.
En este Juicio, no se les pidió explicaciones, aunque sí tuvieron ellos que explicarle al tribunal que la tortura no se reducía sólo a la aplicación de picana eléctrica, sino que la tortura, en sí misma, era estar, día y noche, en esos Centros de exterminio.
El Dr. Yanzón, prosiguió diciendo: “…Nos tenemos que conformar con este Juicio, pequeño, pero Juicio al fin (…) Tenemos la obligación de dar vuelta la historia, nosotros no queremos poca justicia…” En referencia no sólo al desmembramiento de la causa, que hace se juzgue a un solo represor por sólo cuatro casos, sino también a la actuación del Dr. Gordo, Presidente del Tribunal, quien durante el Juicio a Julio Simón, álias el Turco Julián; votó argumentando:”que el ejecutor directo tiene un grado de responsabilidad menor que el hombre que está atrás de esa orden”. Al respecto, el Dr. Rodolfo Yanzón, llamó a que esta vez su voto sea diferente, que se ajuste a los criterios correctos, entendiendo que ambos poseen el mismo grado de responsabilidad, por tratarse de una maquinaria así dispuesta para funcionar, “una máquina de matar”, donde todas sus piezas son fundamentales y necesarias para que así funcione.
Asimismo, realizó una precisa descripción de los roles en el Estado Capitalista, donde las figuras ideales nos señalan la supuesta división de poderes, donde los Jueces deben ajustarse a la Normativa y no a la realidad; esa condición imperante en tantos discursos donde se expone la neutralidad y objetividad como valores supremos. Discursos que llevan en sus raíces la bandera del no compromiso, disfrazado de objetivo: “Los jueces no tienen que estar desafectados de la conflictividad social (…) se tienen que hacer cargo del conflicto y del dolor social…tienen que ver cómo sopesar ese dolor…”.
La querella dejó en claro lo que fue el Estado de la dictadura, el Plan de Exterminio Sistemático, donde se cuestionaron los mecanismos de consenso social, y se fue contra ellos, intentando quebrarlos, “desaparecerlos”. No se trató de la respuesta a una oleada de violencia desatada por distintos grupos, blancos directos de las fuerzas represivas de la dictadura, mucho antes del surgimiento de las organizaciones populares. Este plan de exterminio ya estaba ideado y planificado. A propósito de esto, el Dr. Yanzón, citó un fragmento del testimonio de Basterra, un sobreviviente de ESMA, quien dijo: “…Lo que pasó fue Disciplinamiento Social, si no hubieran existido las guerrillas, también hubiese habido Plan de Exterminio…”. En los años 60, esta maquinaria de matar ya existía; en este sentido es que el Dr. Yanzón hizo mención de los Reglamentos Militares Secretos del año 1968 (derogados recién en el año 1995), una especie de ABC de la violencia, donde se detallaban y enseñaban los mejores métodos de tortura física y psicológica. Estos manuales de la muerte, estos reglamentos, son anteriores al surgimiento de las Organizaciones Armadas. En esos Reglamentos Militares Secretos ya se contemplaba la utilización de la tortura, el terror y la eliminación de personas.
El Dr. Rodolfo Yanzón, culminó su exposición con el envío de un mensaje claro, al que todos aspiramos: “El caso de Febres, y todos los represores, se ajusta a lo que fue un acuerdo de voluntades horizontales (…) Febres va a tener que responder por la totalidad de los crímenes, del primer día al último que estuvo en la ESMA (…) La responsabilidad de Febres no es menor que el de arriba, todos los que participaron son ejecutores directos…”
La Dra. Luz Palmas Zaldúa, representante de la querella unificada, Alfredo Margari, Carlos García y Fundación Liga Argentina por los Derechos Humanos, fue la segunda en hacer uso de la palabra.
Su exposición refirió a la base fáctica, pruebas comprobadas sobre las funciones de la Escuela de Mecánica de la Armada, desenvolvimiento del Grupo de Tareas 3.3.2. y 3.3.3., funciones específicas del represor Héctor Febres, testimonios que dieron cuenta de la presencia de los cuatro sobrevivientes por los que está siendo juzgado Febres.
Conclusiones que llevaron a ratificar que Héctor Febres estuvo de manera permanente: secuestrando, torturando, viajando al exterior en busca de más prisioneros, encargándose de las embarazadas, decidiendo él el destino de los bebés nacidos en cautiverio, vigilando a los detenidos que salían en libertad, adjudicando trabajo esclavo, instrumentando las llamadas a los familiares y las visitas, llevando a prisioneros a puntos fronterizos, etc.
Fue ascendiendo dentro de la estructura de ESMA, de alumno ejemplar de Pernías, represor del que se decía era quien tenía más “horas máquina o más horas vuelo”, a Oficial de Guardia, Jefe del Sector IV, Encargado del Sector IV, “Intendente del Sótano”, como lo llamaban muchos detenidos.
“Febres debe responder en calidad de Coautor penalmente responsable, Coautoría Directa. Ha tenido en codominio funcional de todos los hechos, como los demás, operaban en conjunto, al formar parte de un Aparato de Poder Organizado”. Sostuvo la Dra. Luz Palmas Zaldúa; quien continuó diciendo: “Formaba parte de la estructura de poder de la ESMA, Ejecución del Plan Sistemático de Exterminio (…) En aquellos actos que no pueda responder como autor directo, sí deberá hacerlo como coautor. Se le pueden imputar hechos no realizados de mano propia, por acción u omisión; por no haber impedido la tortura, el secuestro, el trabajo esclavo, la muerte”.
La Dra. Palmas Zaldúa, cerró su exposición diciendo: “No podemos imaginar un escenario sin impunidad si no logramos llevar a juicio a Todos por Todos”.
Más tarde fue el turno de alegato de la querella unificada de Carlos Lordkipanidce, AEDD y FIDELA, a cargo de la Dra. Miriam Bregman y la Dra. Liliana Mazea.
Alrededor de las 17:00hs la sala comenzó a vaciarse, en medio de la emoción y el grito unísono de muchas voces, cuando sale de las entrañas el ¡ASESINO!, y del corazón el ¡PRESENTE!, por los 30.000 Compañeros Desaparecidos, ¡Presentes!, ¡Ahora! Y ¡Siempre!
No es conformismo práctico el celebrar un Juicio de estas características, es entender que las condiciones están dadas de este modo, y algo, es mucho más que nada. Sentar en el banquillo a un represor como Febres, por sólo cuatro casos, es un paso pequeño, y el camino se hace de a muchos pasos, pequeños algunos, y otros no. Seguir construyendo nos permitirá seguir andando, hasta sentar a todos los asesinos de la dictadura en ese banquillo del que nunca más deberán salir.
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