No al Techo Salarial. Luchemos por Aumentos de Sueldos Acordes a la Canasta FamiliarCristina se reunió con los dirigentes de las dos centrales obreras (CGT y CTA) para pedirles ¡por favor! que “no se les vaya la mano” con los reclamos salariales.Las conducciones del sindicato camionero, la UOCRA y CTERA cumplieron presurosamente con los deseos presidenciales, aceptando cifras inferiores a la pérdida del poder adquisitivo producida por la inflación.Sin embargo esta no es más que una parte de la realidad. La otra, la más trascendente, es que los burócratas no se animaron a ponerle el gancho al pedido más importante de la presidenta, la firma de un «Pacto Social».La presión de las bases los obligó a sellar acuerdos anuales (sin garantías de cumplimiento y por encima de lo que recomendaban las cámaras empresariales) cuando hasta hace unos días desde las esferas del poder les exigían convenios de tres años o cuatro años de duración con durísimas cláusulas flexibilizadoras.Los burócratas firmaron condicionados por el ascenso de las luchas obreras y por las peleas internas, que muchas veces los obliga a colocarse en posiciones más “combativas” de lo habitual.Por estas razones Cristina, Macri, Scioli y compañía empezaron a aplicar el ajuste sin contar con el «colchón» de impunidad y legitimidad que necesitaban, el ya fallecido y enterrado Pacto Social.Los trabajadores tienen que aprovechar la situación de debilidad del gobierno para reclamarle e imponerle a los burócratas asambleas y plenarios de delegados por gremio, en donde se resuelvan paros parciales y generales por la recuperación del poder adquisitivo y por un mecanismo de indexación mensual de acuerdo al aumento (real) de los precios.Los jóvenes activistas deben valerse de estas condiciones para organizar desde abajo una nueva dirección combativa y democrática que sirva para organizar la exigencia a los burócratas, pero apenas se den las condiciones para pasarlos por encima…Asambleas, tácticas y piquetes de defensaPara que la nueva vanguardia obrera avance deberá pasar por muchas pruebas, comenzando por la de organizar los conflictos con la dureza que ameritan las actuales circunstancias.El primer paso comienza por impulsar las asambleas de base, ya que ¡No habrá posibilidades de encarar ninguna pelea en serio sin el compromiso activo de todos los trabajadores involucrados!Otra cuestión fundamental es no dejarse ganar por la impaciencia. Los activistas tienen que estar atentos a las provocaciones patronales y burocráticas para evitar que los conflictos salgan con poca preparación y aislados.Cortarse solos no sirve; si las huelgas salen mal organizadas, aisladas y sin el convencimiento de la mayoría, se perderán y sólo servirán para desmoralizar al resto de los trabajadores.Los luchadores tienen que aprender a usar todas las tácticas y herramientas con que cuenta el movimiento obrero argentino en su larga y riquísima historia de lucha.En algunos casos, valiéndose de las contradicciones ínter burocráticas, empujando a los dirigentes traidores, y en otros apostando lisa y llanamente al desborde de los «cuerpos orgánicos» dirigidos por estos burócratas.Por último, las asambleas, internas y agrupaciones combativas deben organizar la defensa activa y militante de las huelgas y de los luchadores, poniendo en pie los piquetes obreros, única manera de frenar los ataques de la policía o la burocracia, como los que montaron en el Casino, Textil Pagoda o el Subte.Hay que seguir el camino de los choferes de la 60Los choferes de la línea 60 (MONSA) echaron a la patota sindical e impusieron sus reivindicaciones a la patronal, porque hicieron asambleas, involucraron y concientizaron a toda la base y pusieron en práctica los cada vez más necesario piquetes de autodefensa.Triunfo de los trabajadores de la 60 contra la patronal y la patota sindicalUn piquete de más de 300 choferes de la empresa MONSA derrotó las maniobras de la burocracia de la UTA, desalojando a un grupo de matones que pretendieron colocar una urna en la terminal de Maschwitz para legitimar la lista “única” presentada por los burócratas.Los dirigentes de UTA hicieron pública la convocatoria de las elecciones (junto con su lista) un día después del vencimiento del plazo de pre- sentación de listas, impidiendo así que los delegados de la 60, que tienen el apoyo de sus bases, presentaran una alternativa propia.Sin embargo los trabajadores, hartos de estas maniobras se lo impidieron, expulsando a los burócratas y a los patoteros que los acompañaban.Cuando estos huían dispararon desde el auto contra los compañeros que los perseguían, hiriendo a dos trabajadores, uno de ellos en la cabeza.Por esa razón, desde la mañana del día lunes 18 cientos de trabajadores de MONSA paralizaron la línea y organizaron un enorme piquete para repudiar lo sucedido e impedir el regreso de la patota.A lo largo del día se acercaron a las terminales de Maschwitz y Tigre decenas de compañeros y compañeras de otros gremios y organizaciones combativas de la zona para brindarles la solidaridad.Los/as militantes de Convergencia Socialista de Escobar junto a docentes de la Agrupación Almafuerte de ese distrito acompañaron a los choferes durante gran parte de la jornada, poniéndose a disposición para colaborar con la defensa de la asamblea y del piquete.Al final de la tarde una multitudinaria asamblea resolvió entre otras cuestiones, que las elecciones se realicen dentro de los plazos y los términos en que decidan los trabajadores de la línea (y no los burócratas).La empresa, que avaló y formó parte de las maniobras antidemocráticas de la directiva la UTA, terminó aceptando la resolución de la asamblea obrera, lo que significó un gran triunfo para la democracia sindical.
EL TRABAJADOR - PUBLICACION DE CONVERGENCIA SOCIALISTA
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario