7 ene 2007

FRENTE ANTIRREPRESIVO DE MAR DEL PLATA: ESTADO TERRORISTA ¿DÓNDE ESTA LÒPEZ?

El balance de hechos represivos del 2006 propone peligrosos desafíos que las organizaciones antirrepresivas deberán enfrentar durante el 2007. La desaparición de Julio López y el reciente “secuestro” y aparición en dudosas circunstancias de Luis Geréz, los compañeros de diferentes agrupaciones (incluso oficialistas) “chupados” y torturados durante varios días, junto a la persecución política de trabajadores, estudiantes y militantes (cuatro mil procesados políticos y 505 casos de gatillo fácil) durante los tres años del gobierno kirchnerista evidencian una política que reprime cotidianamente al servicio de la clase dominante.
En Mar del Plata, la ejecución del modelo se convierte en cómplice de la misma política de aniquilación, persecución y criminalización de la protesta social. Durante el año que nos deja, dos casos de gatillo fácil (son más de sesenta en la ciudad) llegaron a juicio. En el primero, el fiscal oscar Deniro, logró la absolución de Claudio Cañete, quien fusiló por la espalda a Sergio Alí. Durante el segundo, Deniro, viendo que no podía evitar la condena de Facundo Roldán (sicario a quemarropa de Lucero), logró quién el procesado cumpliera sentencia bajo arresto domiciliario en su casa materna. La recompensa al merito de estas acciones, le valieron a Oscar Deniro un ascenso a Fiscal General Adjunto.
Asimismo, continua la persecución de quienes levantan su voz por sus derechos o contra genocidas como es el caso de “Chacho” Berrozpe procesado por protestar contra la presencia de George. W. Bush durante la Cumbre de las Américas en el 2005. La lista continua con decenas de trabajadores arbitrariamente detenidos por reclamar sus derechos frente a las cooperativas de trabajo que en las plantas de procesamiento, y con la complicidad de Ministerio de Trabajo de la Prov. de Buenos Aires, que legalizan la explotación y el trabajo en negro.
En “La Feliz” el hostigamiento avanza incluso contra todo pacto o convención sobre los derechos del niño a los que la Argentina esta suscripto como lo demuestra la creación del “Centro de Contención”, donde trece menores se encuentran detenidos esperando “pasarse a los de vecinos” ya que el lugar fue construido como pabellón anexo al penal de Batán.
Frente a la multiplicación de reclamos contra el sistema capitalista neoliberal que este presidente sostiene a pesar que mata a nuestros pibes de hambre o con un tiro en la nuca se evidenció el accionar de amedrentamiento social. Así sucedió con los trabajadores del Hospital Francés que fueron agredidos por una heterogénea patota conformada por barrabravas de Chacarita y jóvenes K, liderados por Muhamed “Pata” Medina que, como registraron los medios de comunicación, golpearon a los trabajadores y periodistas mientras cantaban “y ya lo ve, y ya lo ve...estas es la gloriosa JP!...” similares represiones se utilizaron durante la elección del rector de la UBA, en Jujuy durante el 19/20 de diciembre y en Córdoba durante el reclamo contra la privatización del agua (es decir, que en muchos casos el gobierno no disimulo en utilizar patotas como fuerzas de choque para ejercer control social a través de la desmovilización y el miedo)
Al servicio del poder, la utilización de patotas se ha resuelto en la tercerización de las tareas cumplidas por la policía u otras fuerzas de seguridad de carácter institucional, donde el gobierno aprovecha la ventaja de no quedar pegad legalmente, aunque la relación de las patotas se devela en el “Pata” Medina o en la barrabrava de “Chaca” (utilizados hace solo dos años para interrumpir violentamente las elecciones en Catamarca) que responden a Luis Barrionuevo, dama de compañía de los palcos oficiales desde Menem a Kirchner. El objetivo de las patotas del siglo XXI son los trabajadores organizados, estudiantes como militantes de izquierda junto a todos aquellos que el aparato estatal no ha podido coptar con discursos o repartiendo dinero de las arcas de la nación.
Desde el Frente Antirrepresivo Mar del Plata creemos que ante la continuidad del modelo económico – genocida que comprende no solo a las fuerzas de seguridad, el cuerpo judicial, normativo penal y administrativo, el Ministerio del Interior, etc, el estado burgués no propondrá nunca el desmantelamiento del aparato represivo mientras este sea funcional a la clase dominante. Por lo tanto, es cada vez más necesaria la organización y lucha contra las ciudades militarizadas, el Gatillo Fácil , los presos políticos, las torturas, la criminalización de la protesta social y las leyes represoras, todos estos elementos utilizados dentro de las estrategias estipuladas durante la última dictadura militar y que nunca abandonaron la Casa Rosada.

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