28 ene 2007

LA ONU ACUSADA DE UNA SEGUNDA MASACRE EN HAITÍ

Enviado por Camille Chalmers

Surge evidencia aterradora que contradice desmentidos de la ONU©2006 Haití Information ProjectHIP - Puerto Príncipe, Haití – Un activista comunitario de CitéSoleil, Samuel Leconte, fue arrestado el día 18 de enero a punta depistola por soldados brasileños y entregado a la policía haitiana. Las primeras preguntas que la ONU le hizo fueron acerca de si estabaen posesión de alguna información que relacionara al ex preso políticoAnnette Auguste, alias So An, y al presidente exiliado Aristide, conlas grandes manifestaciones que habían tenido lugar en el barriocostero de chabolas de Cité Soleil. Mientras Leconte respondía que notenía ninguna información a respecto, y que tales manifestaciones sehabían llevado a cabo por iniciativa de la comunidad, la informaciónque sí hubiera podido dar era la de su testimonio ocular de lasmatanzas llevadas a cabo por las fuerzas de la ONU en su comunidad el22 de diciembre de 2006. Semanas antes de su detención, Leconte habló en un funeral por lasvíctimas de lo que los habitantes de Cité Soleil califican de unasegunda masacre perpetrada por las fuerzas militares de la ONU en esacomunidad. Leconte condenaba las matanzas sentado delante de una granbandera donde estaba escrito "Gracias presidente Preval por esteregalo de Navidad," en obvia referencia al hecho de que Preval, segúninformes, habría dado el visto bueno para la mortal incursión."Mataron a mujeres, niños y ancianos. Les disparaban como si fuerananimales" cuenta Leconte, que comienza a llorar ante el micrófono. Concluye: "nunca podrán detener nuestras demandas por el regreso delpresidente Aristide. Seguiremos con las manifestaciones y no vamos aparar hasta que la tierra de Dessalines sea verdaderamente libre eindependiente." En el momento de este escrito Leconte sigue detenidosin cargos por la policía haitiana en la notoria prisión de Delmas33, a la que llaman Fort Dimanche en alusión a una antigua prisiónregida por la dictadura de Duvalier. Según habitantes de Cité Soleil, las fuerzas de la ONU atacaron elbarrio a primeras horas de la mañana del 22 de diciembre de 2006,matando a más de 30 personas, inclusive mujeres y niños. Para muchosfue una repetición de las operaciones militares de la ONU del 6 dejulio de 2005, cuando dejaron a más de 26 personas muertas en unintento exitoso de asesinato de Emmanuel "Dred" Wilmer y cuatro de susseguidores más cercanos. Wilmer era abiertamente hostil a la ocupaciónmilitar de su país por la ONU, y se había opuesto a la destitución delpresidente constitucional Jean-Bertrand Aristide. Lideró unaresistencia armada e inspiró otros a hacer lo mismo contra la brutalpolicía haitiana y el irremediablemente corrupto sistema legislativo. Esta vez el objetivo fue una presunta banda de secuestradores lideradapor un joven llamado Belony. Se dice que la operación militar fuesancionada personalmente por el presidente Rene Preval, elegido el añopasado con la ayuda del movimiento Lavalas de Aristide. Decenas demiles de partidarios de Lavalas paralizaron la capital durante más deuna semana en un acto de desafío ante el fiasco de las eleccionespatrocinadas por la ONU con 76 millones de dólares. El ConsejoElectoral Provisional (CEP) intentó el fraude en el conteo de votospara impedir que Preval asumiera el cargo. La ironía es que el ataque de 22 de diciembre también parece habersido provocado no por una oleada de secuestros, como sostiene la ONU,sino por una nueva manifestación masiva de partidarios de Lavalas quecomenzó en Cite Soleil. Cerca de diez mil personas se habíanmanifestado durante varios días por el regreso del presidenteAristide, en claro repudio a lo que califican de ocupación militarextranjera del país. Esas grandes manifestaciones no deben serconfundidas con otras protestas menores protagonizadas por las así llamadas "manifestaciones estudiantiles" del movimiento "testículos entu trasero" del GNB, que ayudaron a deponer el presidente Aristideel 29 de febrero de 2004. A los manifestantes de Cite Soleil la ONUles brindó un tratamiento bastante distinto que a esos supuestos"estudiantes".Filmaciones realizadas por videógrafos pertenecientes al Proyecto deInformación de Haití (HIP) muestran como civiles desarmados caenvíctimas del fuego indiscriminado de las fuerzas de la ONU el 22 dediciembre de 2006. Aunque la ONU niega que se haya disparado desdehelicópteros, a un hombre no identificado de 28 años se le ve morirdelante de las cámaras declarando haber sido baleado en el abdomendesde un helicóptero que circunvolaba la zona, salpicando muerte sobrela gente abajo. No es la primera vez que la ONU desmiente haberasesinado a civiles desarmados en Cite Soleil. La fuerza de ocupacióntambién negó haber matado a civiles desarmados el 6 de julio de 2005.Eloufi Boulbars, un portavoz de la ONU, declaraba el 8 de julio de2005 que "vimos a cinco personas asesinadas, fue lo que pudimoscontar. A bandidos armados que intentaban resistir se les mataba ohería". Pero la evidencia brindada por el documentario obligófinalmente a la ONU a admitir que civiles desarmados habían sidoasesinados por sus fuerzas, a pesar de los intentos por encubrir esoshechos. Lo sucedido el 22 de diciembre de 2006 no fue muy distinto, con laONU suministrando a los medios corporativos un relato que habla de unaintervención militar contra secuestradores y desmintiendo una vez másel uso desproporcionado de la fuerza, que había provocado numerosasmuertes entre civiles desarmados. Otra similitud fue la totalindiferencia de la ONU en prever víctimas civiles. Como sucediera enjulio de 2005, ninguna unidad médica acompañó a las fuerzas de la ONU,mientras que residentes alcanzados por el fuego continuo eindiscriminado se desangraban hasta la muerte en plena calle olograban arrastrarse hasta sus viviendas para morir en brazos de susfamiliares. "No pude contar todas las víctimas", cuenta una sobreviviente quequiso permanecer en el anonimato por temor por su seguridad. "Entrarondisparando. ¡Mire aquella mujer embarazada que ha sido baleada.! ¡Mireaquel joven! ¿Todos somos bandidos? ¿Todos somos secuestradores?"Annette Auguste, que fue presa política en Haití por un período de másde dos años en total, nos cuenta que "vimos como jóvenes y mujerescaían ante el fuego de las fuerzas de la ONU en Cite Soleil. Jóvenesasesinados a tiros. ¿También eran secuestradores todos ellos?" Más de tres horas de filmaciones de video y un gran surtido de fotosdigitales ilustran, como jamás podrían hacerlo las palabras, lo que laONU está haciendo en Haití. Heridos y agonizantes que vemos en elvideo expresan su horror y desconcierto acerca de las razones por lasque la ONU les disparaba. Un joven de 16 años, al ver claramente queestá a punto de morir, pregunta por qué las fuerzas de la ONU ledisparan. Menos que una hora después vemos su cuerpo sin vida, enlugar de lo que había sido hasta hace poco un joven alegre yelocuente. El montador y fundador del HIP, Kevin Pina, comenta: "Estáclaro que esto constituye un acto del terror contra la comunidad. Laevidencia que este video brinda muestra claramente que la ONU esculpable, de nuevo, de haber encañonado a civiles desarmados en CiteSoleil. No puede haber justificación para el uso de tal grado defuerza en zonas densamente pobladas de este barrio. Está claro que laONU considera la matanza de estos inocentes como algo que de algunamanera resulta aceptable para sus fines de pacificación de estacomunidad. Cada manifestación, no importa lo pacífica que sea, se vecomo una amenaza a su control si ésta contiene demandas por el retornode Aristide a Haití. En este contexto se nos hace difícil seguirviendo la misión de la ONU como una fuerza independiente y neutral enHaití. Al parecer, en algún momento han decidido hacer uso de lafuerza militar para modificar el mapa político y ajustarlo a las metasestratégicas que tienen para el pueblo haitiano." El pueblo de Cite Soleil ve ahora a un presidente Preval con las manosmanchadas de sangre de víctimas inocentes, a semejanza del enviadoespecial de la ONU en Haití, Edmond Mulet, y del general brasileñorecientemente substituido José Elito Carvalho de Siqueira. En la mentede los sobrevivientes esta gente se incorpora ahora a las filas dóndeya están el general Heleno Ribera, el anterior enviado de la ONU JuanGabriel Valdés, y el anterior primer ministro, aupado por los EstadosUnidos, Gerard Latortue, todos ellos implicados en ordenar y ocultarla masacre del 6 de julio de 2005.

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