16 ene 2008

"ACA HAY DOS MODELOS DE CIUDAD EN JUEGO"

Por Fabio Basteiro, Dirigente de la CTA

La paráfrasis sugerida en el título de esta nota con respecto a un célebre film del genial Luis Buñuel alude a la fascinación que la peor derecha ejerce sobre gran parte de sus víctimas más dilectas. Para analizar minimamente las actuales y conflictivas circunstancias que ocupan la atención de la opinión pública se halla dedicado el presente artículo. No se ha cumplido aún un mes de la llegada al gobierno de ciudad autónoma de Buenos Aires, la reina del Plata, de la gran esperanza blanca de la derecha argentina, Mauricio Macri, y los peores diagnósticos y previsiones realizados por los sectores progresistas resultaron empequeñecidos frente a la provocación verificada en la dura realidad. Veamos un somero muestrario: despidos masivos, pretensión enunciada de marginar a la población del conurbano en los hospitales porteños, groseros incrementos en los impuestos a la vivienda, clausura de festivales culturales, veto a la ley de creación de laboratorios medicinales estatales, amenazas contra la protesta social, intervención de la obra social, nombramiento de un déspota en el área de control de las licencias docentes, hibernación de la guardia urbana son las avanzadas del derechoso proyecto detrás del cual se parapeta el conjunto de los sectores reaccionarios del país. Y hemos nombrado con exclusividad lo que está decididamente confirmado. De modo extraoficial, por otra parte, se denuncia que un funcionario de la cartera educativa llamó a realizar una limpieza étnica; cuando el propio Ministro del área es judío. Por otra parte, se afirma también que aumentarán los subsidios a la enseñanza privada, que será clausurado el único centro de salud especializado en adictos al paco (droga letal consumida por los máss pobres) y que serán desalojadas villas de emergencia para dar rienda suelta a los grandes negocios inmobiliarios, entre otras calamidades. Por cierto que los planes del macrismo no se reducen al ámbito capitalino: el objetivo central es constituir una fuerza nacional, de modo de alinear al país en la orbita de E.E.U.U. , alejándolo de los pueblos y naciones que batallan por la emancipación americana. El nuevo jefe de gobierno logró una mayoría de más del 60% de los votos camuflando parte de sus propuestas, detrás de un discurso lavado e insustancial que mostró su verdadera cara inmediatamente que fueran confirmados los resultados comiciales. En efecto, desde ese mismo instante, Macri asumió sin cortapisas el discurso neoliberal culpando a los docentes- concretamente a su ausentismo- de las dificultades en los procesos educativos. Curiosamente, Mariano Narodowski, a cargo desde el 10 de diciembre de la citada cartera, desmintió los dichos del jefe en relación a la importancia e influencia del referido ausentismo magisterial, durante un reportaje publicado en el matutino Página 12 del domingo 6 de enero de 2008. No hay encuestas serias que den cuenta de cuanto puede haber perdido el Berlusconi argentino de su primitivo caudal, pero seguramente su consenso primitivo comenzó a ser horadado. Es que las franjas veleidosas de las capas medias- seducidas primitivamente por el touch autoritario del discurso macrista- comienzan a revisar sus posturas a través de lo que el socarrón general Juan Domingo Perón denominaba la víscera más sensible del cuerpo humano: el bolsillo salvajemente agredido en dichos sectores por el impuestazo. Los sectores más pobres que acompañaron electoralmente al émulo de Isidoro Cañones devenido Lord Mayor no sufren tales avatares; ya que las viviendas más pobres de la región sur de la ciudad no pagan los incrementos de gabelas. Pero seguramente sacarán sus conclusiones de la discontinuidad y recorte en los planes sociales, así como de la puesta en remojo para las barbas del más de centenar en miles de empleados municipales, convertidos en sujetos pasibles de cesantía P.R.O..Sin embargo, por fuerte que eventualmente cayera la aceptación del líder neoliberal, no menos de un tercio y hacia el 45 % del padrón permanecerá en su apoyo; por oscilar tales guarismos entre la base mínima tradicionalmente derechista (la primera de las cifras) y los aportes (la segunda cifra) de la pequeña burguesía alienada en el discurso republicoide de la incondicional aliada de Macri: la doctora Elisa Carrió. De todos modos, la coalición muy poco cívica (cuyas cabezas y abdómenes visibles son los mencionados) formada por los reaccionarios de todo pelaje conserva aún la capacidad de iniciativa política. Llamamos coalición muy poco cívica no sólo al engendro pergeñado por Carrió; si no al conjunto de fuerzas reaccionarias que pretenden limitar o destruir el proyecto conducido por Néstor Carlos Kirchner. Y el motivo por el que la denominamos de tal modo es que la voz civismo alude a la ciudadanía y un ciudadano es un sujeto plenamente acreedor de derechos. Sin embargo, el objetivo de tal entente es despojar de la mencionada ciudadanía efectiva a vastos sectores sociales. A continuación destacaremos los rasgos que más benefician a las fuerzas del privilegio:a) Sólo la bancada del P.R.O. cuenta con veintiocho legisladores, sobre sesenta. Con el A.R.I. se aseguran quorum y la sanción de cualquier ley que fuere necesario para sus nefastos objetivos. La fuerza mencionada en segundo término- nacida progresista a comienzos del milenio en curso- se halla bajo el control operacional de reaccionarios como Enrique Olivera (quien no ha logrado observar actitudes de enfrentamiento en la política del ejecutivo, según Página 12 del 8/1/07)), la neomenemista Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, además de la siempre estratégica conducción carrioista, de modo que con toda seguridad prestará acuerdo para cualquier desaguisado reaccionario que Macri necesitare. Urge que los escasos elementos progresistas que aún quedan en los arrabales del A.R.I.-C.C. tomen urgente distancia de tan alejada de los interese populares orientación política b) La preponderancia de la derecha en el diseño de la agenda pública resulta un hecho ciertamente innegable, al punto que muchos contenidos de carácter reaccionarios son vistos por vastos sectores de la población como fenómenos naturales o del sentido común. Ni mas ni menos, el propio triunfo de Macri fue el resultado de la creación y posterior instalación de tales tópicos. Confluyeron, por otra parte, en el logro del nuevo jefe de gobierno la fascinación que el poder ejerce sobre sus víctimas, sean ellas pertenecientes a sectores medios o estamentos populares. Un análisis pormenorizado de esta compleja cuestión- verdadera dialéctica del amo y el esclavo posmoderna- excede largamente a las posibilidades del presente trabajo; así como no puede sólo referirse a estas latitudes, verificándose del mismo modo en geografías más distantes como diversas. c) Por otra parte, el asesor ecuatoriano del ex presidente de Boca Juniors y factotum de la campaña, Jaime Durán Barba, le ha señalado explícitamente la necesidad de desarrollar durante los primeros cien días de gestión una actividad febril, frenética e hiperkinética; ya que a poco de andar su fortaleza y consenso pueden desgajarse. Las dificultades y carencias desde el punto de vista de la conciencia política verificables en las franjas medias y bajas votantes por Macri hacen probable una considerable cosecha de adhesiones de tales raídes, convenientemente amplificados por una mayoría de los medios masivos de comunicación como siempre, al servicio de la derecha. Pero las fuerzas del privilegio cuentan con diversas dificultades que también señalaremos y que una hábil conducción política deberá aprovechar convenientemente. Ellas son las siguientes:1) La evidente inorganicidad de la construcción macrista, fuertemente sustentada en la fortaleza del winer; pero que no irradia más allá de su figura. El candidato de Macri a presidente compitió con la patética izquierda vernácula por los últimos puestos en la elección de octubre y el aspirante a senador nacional Carlos Melconían - a mitad de camino entre el economista profesional y el cómico televisivo- no pudo ingresar a la cámara legislativa. La ausencia de cuadros políticos (un gerente empresarial no lo es) en el P.R.O. es, por otra parte, harto evidente. Los espectadores de la T.V pueden observar- por ejemplo- el patético desempeño del legislador P.R.O. Martín Borrelli, quién sólo puede expresar chicanas y naderias conceptuales en todo debate al que debe concurrir.2) Lo dicho ut supra asegura la escasa amortiguación que recibirá la figura de Macri; con relación al desgaste que sin dudas sobrevendrá.3) No obstante, lo central lo constituye una traba atávica e histórica de la derecha: se trata de la contradicción existente entre las necesidades de la construcción política- por lo general lenta y a largo plazo- y la lógica de la ganancia empresarial; guiada por la obtención de la máxima rentabilidad con la mínima inversión y en tiempo insignificante. Tal contradicción opera- por ejemplo- de modo que el macrismo deberá optar por consolidar su voto en las villas de emergencia y su condición de tributaria de los empresarios que pugnan por erradicar los barios de emergencia para construir torres de lujo. Queda claro cual será la opción escogida por los funcionarios al servicio del capital.La lucha por derrotar a la derecha es, en principio, parte del proyecto por la reconstrucción de la nación y la creación de una sociedad con un mínimo de inclusión social. Una de las cuestiones, en la que se libra el referido debate, es la siguiente: los hospitales. ¿Deben dar servicio a todos o sólo para algunos? Si pasa semejante política, la etapa siguiente es el arancelamiennto de las prácticas. De modo que lo que se debate alrededor de los actuales conflictos es si predominan las pautas culturales del neoliberalismo- que causaron y fueron el contexto de la desintegración nacional y el sufrimiento popular hasta la eclosión del 2001- o el pueblo argentino continúa con la recuperación iniciada en el 2003. Tal es la opción a la que se refiere Basteiro en la frase usada como epígrafe. Como se ve, no se trata de una cuestión menor, ni de alcance sólo municipal. Por cierto que en principio se juega una batalla cultural o filosófica, en la cual la derecha- una vez más- se ha adjudicado algún modesto avance y predominio, cuando diversos sindicalistas- tributarios de los sectores nacionales y populares, para peor- aceptaron la desregulación de la obra social municipal, implementada además de modo particularmente ilegal y des(pro)lijo. Macri aseguró durante su campaña que contaba con sofisticados y modernos planes de gobierno. Pero lo cierto es que lo único que resulta una constante en su gestión es el ajuste implementado- de modo salvaje además- por cuadros empresariales que desconocen las diferencias entre el despotismo del capital y la acción gubernamental. En efecto, una cosa es manejar la vida económica privada con la arbitrariedad que todos los trabajadores conocen; en contradicción, por otra parte, con el discurso burgués que habla del trabajo en equipo y el cuidado del “capital humano”. Y otra muy distinta es manejar el estado, en el que es preciso corporizar (de modo efectivo y aunque más no sea por aproximación) la cuestión pública, es decir, de todos. Los ejemplos acerca de la imprevisión e improvisación operadas son innumerables pese al escaso tiempo andado. Uno, fue el modo en que se incrementó el impuesto a las viviendas. Otro, que luego de nombrar los miembros del gobierno de la ciudad destacados en la Obra Social, la intervino; presumiblemente en represalia por la huelga desarrollada como respuesta a los despidos. Como decíamos más arriba, la lucha para derrotar la avanzada neoliberal promete ser ardua y compleja. Desde luego que es necesario libarla desde el plano cultural. Pero el ámbito central- en el que se resume y sintetiza- es indudablemente el político. Se impondrá la coalición que lograre sumar el mayor consenso y demostrare la más lúcida iniciativa táctica y estratégica. A favor de la derecha cuenta el descrédito de la actividad sindical, situación favorecida por el propio discurso dominante que pretende no criticar ya un modo de ejercer la protesta, y la actividad gremial, sino proscribirlas por entero. Desde su discurso primitivo y gutural Macri proclama a los cuatro vientos que “la gente está cansada de protestas”, como si no fueran seres humanos y no pudieran ser encuadrados desde el apelativo de gente los que reclaman. Pero las limitaciones conceptuales del jefe de gobierno no le impiden ver su conveniencia. Definió al sindicato estatal A.T.E. como un conglomerado siempre “ está en contra de todo”, diferenciándolo así del S.U.T.E.C.B.A., un gremio con el que se podría negociar; bien que desde la total subordinación de los trabajadores a los objetivos macristas. Por el contrario, el destacamento gremial de la C.T.A., no está “en contra de todo”, si no más bien de las perspectivas favorables a los enemigos del pueblo. El sindicato ha participado de múltiples iniciativas y proyectos. Pero sería demasiado pretender que Macri las leyese. Desde nuestro espacio y por otra parte, es preciso ser muy claros y taxativos en dejar de lado todo sectarismo. No hay dudas que el S.U.T.E.C.B.A. ha negociado y seguirá negociando la suerte de los trabajadores a espaldas de los propios laburantes. Es sabido que resulta harto habitual que llamen a paros sin amago siquiera de asambleas y del mismo modo los levantan, como ocurrió el martes 8 de enero de 2007. Para peor, sin promesa seria de revisión ninguna por parte del ejecutivo de las agresiones encaradas contra los trabajadores. Pero no menos cierto es que sin el concurso de la dirección de tal gremio mayoritario, resulta muy complejo y difícil triunfar en esta batalla parcial. La victoria estratégica tal vez no necesite de semejantes aliados, por no hablar que seguramente se opondrán a ella; pero esto último es harina de otro costal. El conflicto está en curso y su desenvolvimiento exige para cada uno de los bandos reunir la mayor fuerza en la sociedad. Los activistas, militantes, dirigentes, organizaciones sociales y gremiales referenciados a espacios revolucionarios, progresivos, nacionales y populares deben ser el núcleo básico de la oposición a la barbarie neoliberal. Pero es preciso más que nunca que no sea confundido el rostro del enemigo. Si jirones de la burocracia sindical, sectores del A.R.I. o cualquier otro nucleamiento, con el que no tuvieramos coincidencias estratégicas, se hallan dispuestos a emprender acciones contra el nefasto jefe de gobierno, las diferencias deben discutirse en otro espacio y en un tiempo futuro. La prioridad es que el conglomerado antinacional no se convierta en cabecera de playa y consolide como realización de los planes imperialistas contra la emancipación de la argentina y toda nuestra América.

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