8 sept 2008

70 AÑOS DE LA FUNDACION DE LA CUARTA INTERNACIONAL


Por Carmen Carrasco (Izquierda de los Trabajadores)
La Cuarta Internacional nació en medio de las más aplastantes derrotas: el triunfo de Hitler en Alemania, de Mussolini en Italia, de Franco en España y del estalinismo en la Unión Soviética, que diezmaron a la clase obrera y provocaron la mayor carnicería en la historia planetaria, la Segunda Guerra Mundial, que estalló en 1939.La antorcha del internacionalismo proletario que habían encendido Marx y Engels cuando fundaron la Primera Internacional en 1864 estaba caída en el suelo y a punto de extinguirse.La Tercera Internacional, dirigida por Stalin, había degenerado y su política había abierto las puertas para esas derrotas hasta que se disolvió en 1943 para complacer al imperialismo.En esa negra noche, el pequeño grupo de dirigentes dirigido por León Trotsky recogió la antorcha. Los que se reunieron hace setenta años en París, adoptaron el Programa de Transición, que en ese momento parecía una locura:Llamaba a luchar contra el fascismo, el imperialismo, los gobiernos burgueses y al derrocamiento revolucionario de la burocracia estalinista, hacia la revolución socialista internacional.Si Trotsky revivieraLos ritmos no fueron los que Trotsky pensó, ni los hechos se dieron siguiendo un manual de instrucciones, pero si el viejo dirigente, asesinado en el auge del fascismo y el estalinismo, en condiciones de aplastamiento de la clase obrera soviética y europea, se levantara hoy de su tumba, no daría crédito a sus ojos:En 1945 el fascismo fue derrotado y el peso decisivo de esa victoria que partió en dos el siglo XX recayó en el heroísmo del pueblo soviético, que defendió con treinta millones de muertos las conquistas de su revolución, y en la heroica resistencia europea, poniendo fin a dos décadas de derrotas.Desde 1945 hasta la fecha, hemos presenciado el fin de los imperios coloniales inglés, francés, alemán y portugués y la destrucción de todos los enclaves coloniales como el apartheid, con excepción de Israel.La primera derrota militar del imperialismo yanqui en Vietnam y su estancamiento en Irak y Afganistán. La caída de casi todos los regímenes totalitarios - desde Hitler, Franco, Salazar en Europa, hasta Somoza, Papa Doc, Marcos el fi lipino, Pinochet y todas las dictaduras suramericanas.Y el pronóstico de Trotsky se hizo realidad: la revolución contra el régimen totalitario stalinista. Las huelgas de los mineros soviéticos en 1989, las huelgas de Solidaridad en Polonia, las de los trabajadores checos y húngaros, y las luchas nacionales, llevaron a la destrucción de la URSS y a la caída de los regímenes totalitarios de partido único en todo el Este de Europa con excepción deChina, y la reunificación de Alemania, la clase obrera más poderosa del Viejo Continente.Si el viejo dirigente se levantara de su tumba, encontraría que hoy la Segunda Internacional gobierna los países más importantes de Europa, que los Partidos Comunistas casi han desaparecido, y que la Cuarta Internacional no sólo no desapareció, sino que atravesó esa larga noche.En la actualidad, en Europa y América Latina, muchos de los partidos que se oponen a esos gobiernos, se reivindican trotskistas.Habría visto el mayo francés de 1968 con los dirigentes de la Cuarta Internacional a la cabeza,habría visto las grandes manifestaciones contra la guerra de Vietnam en Estados Unidos condirigentes trotskistas, habría visto a figuras políticas como Arlette Laguillier y Olivier Besanconen Francia, Luis Zamora en Argentina, Heloisa Helena del PSol en Brasil, obteniendo millonesde votos.Habría visto a los dirigentes sindicales trotskistas brasileños de Conlutas, a Orlando Chirino y los dirigentes trotskistas venezolanos, convertidos en los principales líderes sindicales del país, habría visto grandes partidos como la LCR francesa, el SWP norteamericano y el viejo MAS de Argentina en los años ochenta, grandes dirigentes campesinos trotskistas como Hugo Blanco en Perú.La situación es favorable como nunca al trotskismo. Los libros de Trotsky se pueden comprar en los kioskos de diarios de Moscú, los obreros soviéticos y del Este hacen huelga tras huelga contra los planes de restauración capitalista, los trabajadores europeos resisten como gato panza arriba contra los intentos de arrebatarles sus conquistas, y los trabajadores latinoamericanos hacen lo mismo.Sin embargo, el trotskismo está en crisis, y más dividido que nunca.

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