1 jun 2007

BUSH EL MAYOR VIOLADOR DE LOS DERECHOS HUMANOS DEL MUNDO

EE UU se queja del gobierno

de Hugo Chávez, pero no deja

derecho humano sin violar



El cese de la licencia de RCTV dio pábulo a la campaña contra el gobierno de Venezuela como supuesto mayor violador de las libertades en el orden internacional. Ni Chávez las violó ni Bush ha perdido su sitial de gran dictador.

EMILIO MARÍN



En las últimas semanas diversos gobiernos, personajes y entidades denunciaron al gobierno de Venezuela como si fuera la peor de las dictaduras. La mega alianza mintió pues presentó como “el cierre” de un canal de televisión privado, RCTV, cuando a éste se le había vencido la licencia y el Estado no se la renovó.

Ese acto fue perfectamente legal, avalado por el Tribunal Supremo de Justicia y se basó también en motivos políticos, tan lícitos como los factores jurídicos. Ese canal había alentado el golpe de Estado y el magnicidio en abril de 2002 y la desestabilización posterior urdida por Washington y el empresariado más concentrado (el mismo que en el frustrado golpe había colocado a su titular, Pedro Carmona, como presidente de facto).

Otra cuestión importante de la polémica de estos días es que el gobierno no cerró un canal sino que cesó una licencia y la concedió a Tves, Televisora Venezolana Social. Habrá que juzgar a ésta por los resultados, pero hay que abrirle mayor crédito que a la TV basura del golpista Marcel Granier.

La administración Bush, el papa Benedicto XVI, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y políticos en decadencia como José María Aznar, hacen cola para criticar a Chávez. El mentiroso de Atocha, pasó anteayer por Buenos Aires donde fue recibido por Néstor Kirchner, y se despachó contra “el populismo revolucionario, el indigenismo racista, el militarismo nacionalista y el socialismo del siglo XXI”. Quedaba claro a quién se estaba refiriendo. Su enemistad con Chávez lo llevó, siendo presidente español, a otorgar reconocimiento diplomático al golpista Carmona, quien no pudo sostenerse más que 48 horas en el palacio de Miraflores.

Aclarado que el bolivariano actuó dentro de sus atribuciones legales y a favor de la democratización de los medios de comunicación, corresponde preguntarse: ¿Bush es acaso el campeón de la democracia?

Como para ir fundamentando la negativa, hay que mencionar que el documentalista Michael Moore confirmó el 20 de mayo en Cannes que había recibido una carta de la administración Bush donde se lo intimaba a dar explicaciones de un viaje a Cuba. El imperio mantiene el bloqueo a la isla y considera ilegal viajar y gastar dinero allí, lo que redunda en multas importantes y otras sanciones legales. Si lo sabrán los de la humanitaria caravana “Pastores por la paz” que viajan regularmente a La Habana llevando alimentos y medicamentos, y son multados por eso, y decomisada su mercadería.

En su informativo de ayer la CNN se refirió a otro caso: una revista estadounidense pidió a la Casa Blanca que cese con sus multas a quienes fumen habanos cubanos. Esta mantiene esa legislación retrógrada no por una preocupación antitabaco sino para secar a La Habana de divisas e impedirle “la propaganda”.



Lo dice Amnistía

El 24 de mayo hubo en Londres un informe de Amnistía Internacional (AI), que dio su panorámica sobre la vigencia de los derechos humanos en el mundo. La peor nota fue para la Casa Blanca, acusada de “tratar a todo el planeta como un enorme campo de batalla para su guerra contra el terrorismo y que erosiona los derechos humanos en todas partes”.

La secretaria general de AI, Irene Khan, declaró a Associated Press que EE UU y otros gobiernos intentan “revertir algunos principios fundamentales de los derechos humanos, como la prohibición de la tortura”.

Esa crítica apuntaba al método de capturar prisioneros y llevarlos a cárceles secretas (además de las que ya eran públicas como Abu Ghraib y Guantánamo) para someterlos a torturas y arrancarles confesiones. En febrero de este año el Parlamento Europeo cuestionó a diez miembros, entre ellos Reino Unido, Alemania e Italia, por haber encubierto 1.245 vuelos secretos de la CIA llevando o trayendo esos prisioneros sin derechos ni asistencia jurídica. El 8 de junio está previsto el inicio del primer juicio contra agentes de la CIA y miembros de servicios de inteligencia italianos por el caso del imán de Milán, Abu Omar, secuestrado en esa ciudad y llevado a mazmorras de Egipto. La víctima se autodefinió como “un desecho humano” por las torturas físicas y psíquicas recibidas.

La agresión contra Irak ha tenido cifras catastróficas de muertos civiles, aproximadamente 650.000 según la revista británica The Lancet. Muchos de los heridos en esa guerra terminan engrosando la cifra de fallecidos por el estado colapsado de la sanidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló a mediados de abril último que siete de cada diez pacientes heridos de gravedad mueren en las unidades de urgencias y cuidados intensivos por la falta de médicos, de medicamentos y equipamiento.

Según el ministerio de Salud de Irak, alrededor de la mitad de los niños está afectada por una u otra forma de desnutrición. ¿Esos chicos no tienen derechos humanos? Es posible que el historiador británico Eric J. Hobsawm pensara en ese triste destino cuando definió a la política exterior de USA: “imperialismo de derechos humanos”.



Tiren contra inmigrantes

La pretensión de Bush por aparentar tener algo que ver con los derechos humanos naufraga también por la situación de los inmigrantes en EE UU. Esto es visualizado por multitudes en Latinoamérica, toda vez que 12 millones de indocumentados de ese origen viven en el Norte, haciendo los trabajos más pesados y peor remunerados. A pesar de ese aporte a la economía estadounidense, los “sin papeles” viven en la angustia de que en cualquier momento los pueden detener y deportar.

La cantidad de personas que repudian esa política antiinmigratoria se ve engrosada por las bestialidades del gobierno norteamericano, sus redadas en fábricas contra los latinos, etc. Bandas progresistas como Maná, de México, le han dedicado al jefe del imperio varias críticas en sus últimos festivales y la gira “Amar es Combatir”. El centro de las mismas fue el proyecto del muro fortificado a lo largo de 1.120 kilómetros en la frontera con México, comenzando por 600 Km.

En este momento el “caso Tomasa” está en todos los medios. Se trata de una niña de dos años, hija de inmigrantes guatemaltecos pero nacida en EE UU. Su padre fue detenido en la fábrica donde trabajaba de operario, junto con otros 360 obreros que también fueron a la cárcel. Este hombre está por ser deportado, aunque su esposa, Tomasa y otros dos hijos claman para que se pueda quedar. La mujer puede ser echada junto con su marido, en cuyo caso los chicos quedarían sin sus padres y como candidatos a ir a un instituto de menores o ser adoptados por otra familia.

En junio seguirá en el Senado el debate sobre la reforma migratoria propuesta por Bush en acuerdo con un sector demócrata. Los indocumentados que ya viven en EE UU tendrían que presentarse y tramitar su legalización, para lo cual -previo pago de una multa de 5.000 dólares- serán deportados y en su país de origen deberán tramitar una visa para reingresar.

Los que terminen felizmente el trámite serán acogidos de nuevo en territorio norteamericano con un permiso temporal de residencia, tras lo cual aguardarán una visa especial “Z” para vivir y trabajar legalmente. Una minoría podría aspirar en el futuro a nacionalizarse, un privilegio de personajes como Arnold Schwarzenegger.

Menos aspiraciones pueden atesorar los trabajadores agrícolas, pues el programa les reserva el papel de invitados por sólo dos años a deslomarse en las granjas. Cumplido ese lapso tendrán que volver sí o sí a su país.

Otro aspecto de la ley en debate, donde hay coincidencia bipartidista, es en el refuerzo de 18.000 agentes de la patrulla fronteriza, listos para cazar “espaldas mojadas” si se colaron por el muro y burlaron los radares y sensores.

Tanta parafernalia policial apunta a “defender” un modelo de sociedad cerrada cuya economía está en manos de grandes empresas y bancos donde los 25 gerentes de fondos de riesgo ganaron el año pasado 14.000 millones de dólares. El economista Paul Krugman ha calculado que esa suma “es más de lo que costaría dar cobertura de salud a ocho millones de niños, el número de chicos que en los EE UU no tiene seguro de salud” (Clarín económico, 6/5). Para Krugman, cualquier indicador de la renta que se tome “demuestra que hemos retrocedido a niveles de desigualdad no vistos desde 1920”.

FUENTE: EDITORIAL PERIODICO LA ARENA

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