22 nov 2008

DOCUMENTO. DEUDA EXTERNA EN ECUADOR

Ecuador reivindica el legado histórico de Alejandro Olmos
Por Oscar J. Serrat (*)
Argentina.
Aunque no vivió para presenciar el primer resultado concreto de su larga e infatigable brega, el abogado y militante popular argentino Alejandro Olmos acaba de recibir una reivindicación histórica con el anuncio del presidente ecuatoriano Rafael Correa de que no pagará la porción “ilegal, ilegítima y corrupta” de la deuda externa de su país.

Durante años de largo batallar en los tribunales argentinos, Olmos había propugnado que la Argentina desconociera la cuantiosa deuda externa contraída en forma ilegítima y corrupta por sucesivos gobiernos, a partir de 1955, que comprometieron el futuro del país y agravaron las condiciones de pobreza y marginación de la mayoría de sus habitantes.

Finalmente, dos meses después de su muerte en el año 2000, el juez federal Jorge Ballesteros le dio la razón a Olmos, en fallo que el gobierno y el Congreso de entonces desconocieron

No casualmente, entre quienes asesoraron a Correa para adoptar la memorable decisión sobre la deuda ecuatoriana figura un hijo de Olmos, el historiador Alejandro Olmos Gaona, quien hace ya varios años recogió las banderas de su padre.

Cuatro argentinos forman parte de la Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público (CAIC) creada por Correa no bien asumió la Presidencia: Olmos Gaona, Miguel Espeche Gil, Salvador María Lozada y Alfredo Carella.

Al hacer pública el informe de la Auditoría el pasado jueves, Correa aseguró que “Ecuador buscará la forma de no pagar la deuda que considera ilegítima. Cada cual tendrá que asumir su responsabilidad y pagar con sus bienes lo que corresponda”, aludiendo a quienes la contrajeron. Una multitud que vivaba al Presidente repetía a coro: “La deuda ya está pagada”.

Correa informó que postergaba el pago de intereses de un bono, valiéndose de un período de gracia que vence el 15 de diciembre, hasta tener datos fehacientes sobre su legalidad.

El total de la deuda ecuatoriana asciende a 13.000 millones de dólares (estadounidenses), de los cuales 10.000 millones corresponden a acreedores externos.

La reacción de los medios financieros no se hizo esperar. Las desprestigiadas calificadoras Standard & Poor y Moody’s rebajaron de inmediato la nota a Ecuador, mientras los sectores de la derecha ecuatoriana dirigían a Correa acusaciones de “demagogia” e “irresponsabilidad”.

El economista argentino Carella, integrante de la CAIC, había anticipado esta semana en (la Ciudad Autónoma de) Buenos Aires la decisión de Correa, antes de viajar a Quito con su compatriota Espeche Gil, según informó MERCOSUR Noticias, en articulo firmado por Fernando Del Corro.

Carella consideró que la actual “violencia financiera” desatada a partir del estallido de la “burbuja financiera” en Wall Street, presentaba una oportunidad conveniente para avanzar en el cuestionamiento de la deuda externa.

Espeche Gil, varias veces nominado para el Premio Nobel de la Paz por sus trabajos sobre la deuda externa, destacó, según informó Del Corro, la reciente decisión del gobierno de Noruega de cancelar las acreencias que tenía sobre seis países, por considerar que las mismas se habían generado en actos de gobierno destinados a facilitar negocios “non sanctos” de sus empresas en esas naciones. “Es un hecho histórico en la historia financiera mundial”, declaró el especialista argentino.

El historiador Olmos Gaona, en una entrevista concedida en septiembre pasado a la periodista Elaine Tavares, de la publicación “Nuestra América”, reveló que al buscar los orígenes de la deuda externa en el munto, encontró pistas sobre una doctrina internacional llamada de “deuda odiosa”, por haber sido contraída en forma irregular, ilegal y sin el consentimiento explícito del pueblo.

Olmos agregó que esa doctrina fue utilizada incluso por los Estados Unidos, como argumento para no pagar la deuda contraída por Cuba con España (ya antes, en 1824, el concepto había sido fijado, sin ese nombre, por el mariscal Antonio José de Sucre tras derrotar a los españoles en la batalla de Ayacucho). “Al enemigo, con sus armas lo combatiremos”, declaró en la entrevista.

El historiador argentino dijo que el trabajo de Auditoría emprendido en Ecuador no era inédito en América latina, dado que durante la primera presidencia de Getulio Vargas en Brasil se hizo una tarea semejante, que comprobó que el 60% de la deuda no estaba respaldada en documento alguno (También en la Argentina la investigación, luego destruída, realizada por el Banco Central a comienzos del gobierno de Raúl Alfonsín probó lo mismo).

Olmos informó que una de las dificultades que encontró la Comisión Auditora nombrada por Correa, fue la negativa de los funcionarios del Banco Central ecuatoriano a brindar la documentación necesaria. Algo similar ocurrió con funcionarios de carrera del Ministerio de Finanzas.

En cuanto a la importancia del informe brindado a Correa, para el resto de América latina, Olmos sostuvo que “va a mostrar documentadamente cómo se manejaron los acreedores, cómo se escribieron los convenios, quienes fueron los personajes que intervinieron. También mostrará como los bancos acreedores impusieron sus políticas financieras y cobraron, varias veces, aquello que prestaron. Este proceso fue exactamente igual en toda América latina, por eso al leer el trabajo hecho en Ecuador, cada país podrá ver reflejado en él su propio proceso”. (PE/MERCOSUR Noticias)

(*) De la redacción de MERCOSUR Noticias.
Publicado en el portal MERCOSUR Noticias, Argentina, viernes 21 de Noviembre de 2008

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