31 may 2008

ASOCIACION DE EX DETENIDOS DESAPARECIDOS: NUESTRO COMPAÑERO EL RUSO

Lázaro Gladstein, nuestro compañero, nuestro amigo, murió el sábado 17 de mayo.

Militante montonero, coherente, honesto, incansable.
Luchó por sus ideas, luchó por el socialismo.
Detenido-desaparecido durante la dictadura, secuestrado por los genocidas en la ESMA.
Declaró desde el 84 en busca de juicio y castigo a los genocidas, ante la CONADEP, ante el CONSUFA, en la causa 13, en la causa ESMA. El año pasado participó activamente en el juicio al represor Febres, brindó su testimonio, y se integró a militar activamente en la AEDD.

Cuentan los compañeros que estando desaparecido en la ESMA luchó por sobrevivir, por sobrevivir con la mayor cantidad de compañeros posibles. Incluso allí, en el campo de concentración, el Ruso pensó en sus compañeros, como lo siguió haciendo hasta el día de su muerte.

Lo que queda pendiente es terminar con la impunidad de los genocidas.Tanto el Ruso, como nuestros 30000 compañeros, no pudieron ver la condena de ninguno de los represores de la ESMA.Sus secuestradores y torturadores siguen impunes entre nosotros a pesar de haber sido denunciados hace mas de 20 años.

El Ruso la peleó, el Ruso no bajó los brazos, y nosotros, sus compañeros, lo llevamos en nuestro corazón y en nuestra lucha!

Hasta la victoria siempre Ruso!

ASOCIACION DE EX DETENIDOS DESAPARECIDOS

Con estas palabras de Miguel Hernández te despedimos:

Sentado sobre los muertos que se han callado en dos meses, beso zapatos vacíos y empuño rabiosamente la mano del corazón y el alma que lo sostiene.

Que mi voz suba a los montes y baje a la tierra y truene, eso pide mi garganta desde ahora y desde siempre.

Acércate a mi clamor, pueblo de mi misma leche, árbol que con tus raíces encarcelado me tienes, que aquí estoy yo para amarte y estoy para defenderte con la sangre y con la boca como dos fusiles fieles.

Si yo salí de la tierra, si yo he nacido de un vientre desdichado y con pobreza, no fue sino para hacerme ruiseñor de las desdichas, eco de la mala suerte, y cantar y repetir a quien escucharme debe cuanto a penas, cuanto a pobres, cuanto a tierra se refiere.

Ayer amaneció el pueblo desnudo y sin qué comer, y el día de hoy amanece justamente aborrascado y sangriento justamente.
En su mano los fusiles leones quieren volverse: para acabar con las fieras que lo han sido tantas veces.

Aunque le faltan las armas, pueblo de cien mil poderes, no desfallezcan tus huesos, castiga a quien te malhiere mientras que te queden puños, uñas, saliva, y te queden corazón, entrañas, tripas, cosas de varón y dientes.
Bravo como el viento bravo, leve como el aire leve, asesina al que asesina, aborrece al que aborrece la paz de tu corazón y el vientre de tus mujeres.
No te hieran por la espalda, vive cara a cara y muere con el pecho ante las balas, ancho como las paredes.

Canto con la voz de luto, pueblo de mí, por tus héroes: tus ansias como las mías, tus desventuras que tienen del mismo metal el llanto, las penas del mismo temple, y de la misma madera tu pensamiento y mi frente, tu corazón y mi sangre, tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada esta vida me parece.
Aquí estoy para vivir mientras el alma me suene, y aquí estoy para morir, cuando la hora me llegue, en los veneros del pueblo desde ahora y desde siempre. Varios tragos es la vida y un solo trago es la muerte

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