29 jun 2008

URUGUAY: EL BASURERO DE EUROPA POR SU GOBIERNO CORRUPTO


Una breve reseña
El conflicto que mantienen la Argentina y Uruguay comenzó tras la autorización del gobierno uruguayo a las pasteras Ence y Botnia para instalarse en su territorio, sobre las costas del río Uruguay, violando el estatuto que ambos países habían firmado en 1975. En julio de 2005, el grupo Botnia de Finlandia comenzó la instalación de la inmensa fábrica de celulosa a cuatro kilómetros de la ciudad de Fray Bentos. Esto generó fricciones entre los representantes de los gobiernos de ambos países: pedidos de suspensión de obras, acusaciones cruzadas y movilizaciones. Después muchas idas y venidas, en 2006 comenzaron los cortes de la ruta 136 por parte de la Asamblea Ambientalista. Este grupo de vecinos de Gualeguaychú fue el principal protagonista de la lucha contra la instalación de la papelera. Ese mismo año, el tema llegó a la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Aun así, se siguió adelanté con el proyecto. Entre las protestas y cortes de los principales puentes que unen a nuestro país con el Uruguay, Botnia empezó a funcionar el 10 de noviembre del año pasado.“La contaminación se sentirá en tres o cuatro años”Esta pastera contamina. Está comprobado por todos los estudios técnicos de las personas que nos han brindado asesoramiento. Además, en el resto del mundo está comprobado que el sistema empleado por Botnia contamina irreversiblemente. Igualmente la planta está trabajando en un porcentaje menor a su capacidad, menos del 30%. La mayor contaminación está en el aire y no se mide. En el agua es acumulativa, así que hasta que no se ponga en funcionamiento real no se va saber cuánto va a contaminar. Recién se sentirá en tres o cuatro años. En el futuro tendremos los perjuicios en el agua. Por ejemplo, en el mar Báltico están prohibidos la pesca y el consumo de los productos de allí por la contaminación. Aquí no queremos que pase lo mismo.Hoy, la asamblea se junta todos los miércoles y domingos, porque la lucha continúa. Tenemos reuniones con el gobernador, con expertos, nos oponemos a que la Argentina venda madera al Uruguay. Entre otras acciones. La crisis con el campo nos sacó un poco de los medios pero nosotros no paramos de trabajar.José Gómez, miembro de la Asamblea de Gualeguaychú.La causaEn marzo de 2008, el juez federal argentino Guillermo Quadrini citó a prestar declaración indagatoria a los directivos finlandeses y uruguayos de la pastera Botnia. Amparados en la legislación del Mercosur, los apoderados de la firma finlandesa decidieron contestar mediante exhortos las indagatorias ordenadas por el magistrado de Concepción del Uruguay. Los cuatro ejecutivos de Botnia están acusados de tentativa de contaminación ambiental.“Afectará la vida en el río”La industria de la celulosa es contaminante por sus efluentes líquidos y por sus gases. Por la regulación europea se cierran plantas, no se abre ninguna nueva y entonces vienen a instalarse en nuestra región. El golfo de Finlandia en el mar Báltico está sin oxígeno por la contaminación química y bioquímica según las autoridades finlandesas y rusas.Botnia, en violación del Estatuto del Río Uruguay, se ha ubicado mal por la proximidad de las poblaciones y porque el modesto caudal del río Uruguay no puede recibir la contaminación. La autoridad uruguaya consiente que operarios y supervisores de Botnia ejerzan el control ambiental interno, lo que permite encubrir irregularidades.El débil control externo uruguayo llegará sin capacidad para prevenir ni detener un mal funcionamiento. La CFI dijo que es muy caro reprocesar completamente el agua para volver a usarla, subestimando la salud de la población y la relación argentino-uruguaya. La contaminación afectará la vida en el río y desarrollará algas. Con los años veremos que los gases con contaminantes orgánicos envenenaron progresivamente la producción primaria y su contenido de azufre acidificó el suelo.Raúl Estrada Oyuela, abogado y ex presidente del Comité para la Elaboración del Protocolo de Kioto.La lección que Botnia nos dejóEl conflicto entre la Argentina y Uruguay se planteó en torno al incumplimiento de procedimientos fundamentales en el manejo del río Uruguay, no sólo en relación a las cláusulas de su Estatuto, sino también por aplicación de la normativa internacional y propia de cada uno de los Estados. En este sentido, la falta de un procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental binacional en el momento oportuno, en el marco de una Evaluación Ambiental Estratégica, con la necesaria instancia de participación ciudadana de las poblaciones de ambas márgenes, contribuyó aún más a la escalada del conflicto actual. Quizás debamos preguntarnos no sólo si Botnia va a contaminar o no, sino también si en base a esta experiencia no debiéramos trabajar hacia adentro de nuestro país y con los países de la región en la profundización de evaluaciones estratégicas y procedimientos de evaluación ambiental que involucren a los distintos Estados y sus poblaciones, para evitar que otros emprendimientos se impongan en forma unilateral sin una estrategia integrada regional.Mientras se espera una decisión de fondo en la Corte Internacional de la Haya por este tema, sería entonces preciso plantearse si hemos aprendido la lección en torno a nuestra política ambiental doméstica e internacional.María Eugenia Di Paola, directora ejecutiva de FARN.

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