Los hechos que nos movilizan son de extremada gravedad. Manos anónimas han destruído el aparato del servicio de neumonología de test cardiopulmonar del Hospital Perón de Avellaneda, y no contentos con ello, amenazaron al personal técnico y profesional junto a la doctora Gaitán, responsable del área, equipo profesional que optimizó y garantizó la atención en beneficio de la comunidad.
Quienes aquí nos reunimos queremos expresar nuestro total apoyo y solidaridad con los compañeros, y nuestro más enérgico repudio a la maniobra de sabotaje.
Como decimos siempre quienes transitamos permanentemente por los caminos de la solidaridad con los intereses de las mayorías populares, si tocan a uno nos tocan a todos.
En los compañeros de neumonología, todos hemos sido amenazados.
Este hecho se enmarca en el profundo debate que se ha instalado en la sociedad toda luego de años de política neoliberal, y cuya fecha de quiebre fueron aquellas heroicas jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001: el endiosamiento del Mercado en detrimento de las atribuciones del Estado, que todos conformamos.
La concepción libremercadista se ha metido como un cáncer en todos los ámbitos del quehacer social, incluso en uno tan sensible como la Salud Pública. Hoy vemos cómo los hospitales están en una situación de absoluto abandono por parte del estado, el cual delega esa responsabilidad al empresariado de la salud, cuyo único objetivo es transformar el derecho a la salud en pingües negocios para sus bolsillos. Por eso somos testigos de la permanente tercerización de las diferentes áreas de atención y servicio en los hospitales públicos, desde la limpieza y la seguridad, hasta funciones ejercidas por fundaciones.
Queda muy claro que cuando se estropea un aparato en una institución estatal de salud, los que se benefician son los que lucran en el àmbito privado. No puede ser casualidad que estas cosas pasen –disimuladamente o no- en todos los hospitales. No, cuando vemos que ésa es la dirección de las políticas exigidas por el Banco Mundial, y que éstas se vienen aplicando en la actualidad en nuestro país. Prueba de ello son la Política de Salud, la ley de Responsabilidad Fiscal y, en nuestra provincia, la ley de Seguro Público de Salud, 13413, que tiende a la privatización de todo el sistema público de la salud.
Como afirmamos anteriormente, “si tocan a uno nos tocan a todos”, también afirmamos que vamos a denunciar todo cuanto sea producto de las negligencias e irresponsabilidades institucionales. Somos y seremos celosos defensores del Hospital Público y de todos sus trabajadores, por lo cual exigimos que se investiguen en profundidad los hechos ocurridos.
Por eso, desde el Foro de Salud y Medio Ambiente de Avellaneda, ratificamos los principios que dejamos plasmados en nuestro documento fundacional, y seguiremos bregando por la única solución real que tienen las mayorías populares para tener acceso a una atención digna para su salud, que es la implementación de un Sistema de Salud Público, Único, Universal y Gratuito.
A quienes quieran adherir, enviar mensajes a:
fsyma_avellaneda@yahoo.com.ar
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