MOVIMIENTO TERESA RODRIGUEZ
Comunicado de Prensa
2 de mayo de 2008
Buenos Aires, ARGENTINA
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SECRETARIO GENERAL DEL MOVIMIENTO TERESA RODRÍGUEZ, COMPAÑERO ROBERTO MARTINO, EL 1º DE MAYO DE 2008 EN LA ASAMBLEA OBRERA CELEBRADA EN EL PARQUE LEZAMA.
A 60 días del asesinato del Comandante de las FARC Raúl Reyes; a 7 años y cuatro meses de la Rebelión de 2001; a 32 años de la caída en combate del Comandante Santucho; a 40 años de la creación de la CGT de los Argentinos y de su histórico Manifiesto, producto de la pluma de Rodolfo Walsh (otro gran revolucionario) y a 80 años del nacimiento del Che Guevara, estamos aquí reunidos este 1º de Mayo -que no ha podido contar con un único acto central en nuestro país- para recordar y homenajear a los Mártires de Chicago así como a todas las generaciones de luchadores y revolucionarios de la causa obrera.
Estamos ante un momento particularmente difícil pero también ante la posibilidad histórica de dar vuelta la tortilla y construir un mañana venturoso.
El capitalismo está entrando en una crisis que nadie sabe cómo terminará. Esta vez, después de muchos años, esta crisis se da en el seno mismo de los países dominantes, en el centro del Imperio. Ni los más acérrimos defensores del capital niegan esa crisis; lo que debaten es si será sólo una recesión, una recesión con inflación o una depresión peor que la de 1929/30.
Como siempre, los países centrales intentarán que la crisis la paguemos los de abajo y, fundamentalmente, los que vivimos en el sur del planeta.
Aunque los medios de comunicación intenten ocultarlo, el hambre golpea las puertas del 80% de la humanidad.
En estos días hubo saqueos de depósitos, almacenes y tiendas en unos 50 países, de los cuales el que se conoció fue Haití. Los precios de los alimentos están subiendo aceleradamente, y lo continuarán haciendo porque, entre otras cosas, los países más ricos han decidido suplir el agotamiento del petróleo con la producción de agro combustibles.
El agotamiento del petróleo está elevando su precio cada vez más, y el oro negro es uno de los componentes básicos de los fertilizantes tanto como de la cadena de transporte.
Hace tres días las propias Naciones Unidas se sumó al coro del FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio reclamando la liberación de las exportaciones de cereales y carnes. “La prioridad es que debemos alimentar a los hambrientos”, gritan mentirosa y cínicamente a coro, como si alguna vez les hubiera importado.
Asustado, el Secretario General de la ONU acaba de declarar: “Corremos el riesgo de una hambruna y de disturbios sociales en una escala sin precedentes”.
En mayo del año pasado, Fidel alertaba sobre el genocidio mundial que se pergeñaba en las metrópolis en un artículo que tituló “Tanques llenos, estómagos vacíos”.
Consecuencia de la crisis energética en EE.UU., cargar un tanque de nafta en el 2007 costaba U$S 35,40; hoy cuesta U$S 45,36, o sea, un 30% más.
Aquí radica uno de los motivos de nuestra situación.
Para que los automóviles de los norteamericanos y europeos puedan seguir funcionando se están destinando tierras a producir cereales no para comer, sino para convertirlos en combustibles, con lo que el precio de los mismos se va a las nubes y sólo podrán comprarlos unos pocos.
Fidel Castro estima en 3 mil millones de personas en el mundo las que morirán por hambre a causa de esto.
El aumento en el precio de los alimentos permite ganancias fabulosas a los dueños de las tierras, y ahí tenemos uno de los motivos de la protesta ruralista del mes pasado.
Los diarios de mañana no hablarán de este Acto, ni de los otros; la noticia será el acuerdo entre el gobierno y los ruralistas, que implica la liberación de la exportación de carne y la revisión de las retenciones, tal cual lo denunciáramos en el documento hecho público por el Bloque Piquetero Nacional, “Se pelean los de arriba y pagamos los de abajo”. Y aun así, no termina ahí la cosa: como forma de acabar con la inflación, liberación absoluta de precios de productos de “1º nivel” y fuertes aumentos en tarifas de servicios públicos.
Dicen que sólo para los sectores altos de la sociedad (parte de los que se movilizaron contra las retenciones).
¿Alguien puede creer que esos aumentos no los pagará Juan Pueblo?
El Acuerdo del Bicentenario será muy posiblemente la firma del paquetazo contra el pueblo; el fin de los últimos restos de la máscara progresista del kirchnerismo. De aquí en adelante, de este gobierno -y de este sistema- sólo cabe esperar más desocupación y más hambre.
Y cuando decimos hambre, el espejo en el que debemos mirarnos no es el de la hiperinflación del ´89, ni la del 2000/01. El espejo es África.
Por eso urge reforzar y mejorar la organización. Es imprescindible construir movimientos sociales masivos y confrontativos, organizaciones sindicales combativas y clasistas, corrientes estudiantiles antisistémicas y pegadas a la clase trabajadora, una juventud rebelde y solidaria.
Junto a ello, un movimiento político revolucionario de masas y un partido revolucionario de la clase obrera.
Estas son las tareas de la hora. Estas son las herramientas sin las cuales no se puede soñar con triunfar.
Así como el hambre golpea a las puertas, esa puerta es la que nos separa de un mundo mejor, más justo y solidario.
La crisis desencadenará fuertes enfrentamientos entre los mismos grupos dominantes. Ese es el hueco, esa es la hendija por la que puede -y debe- colarse nuestra lucha para dar vuelta la historia.
La lucha entre “el campo” y el gobierno presagia nuevos roces entre éstos, los banqueros, los industriales, por el reparto de la torta.
El 2001 fue un adelanto en chico de la crisis y la pelea que se viene. Sólo hace falta voluntad y claridad de ideas. Claridad de ideas para comprender cabalmente el momento histórico que comenzamos a vivir; voluntad para asumir y llevar a cabo los desafíos y riesgos del cambio.
Mujeres y hombres decididos a tomar el cielo por asalto. Y si somos capaces de asaltar el cielo, ¡¡cómo no vamos a poder asaltar las ciudadelas terrenales!!
El Comandante Guevara, el comandante Santucho, el Comandante Reyes, el Comandante Cerpa Cartolini y los miles de muertos por esa vida mejor son los ejemplos a imitar.
Esperamos, con el corazón caliente y la cabeza fría, que estemos a la altura de ese desafío.
¡VIVA EL 1º DE MAYO!
¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!
¡VIVA EL SOCIALISMO!
Movimiento Teresa Rodríguez
Trabajo, Dignidad y Cambio Social
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