HAY QUE TRANSFORMAR AL PAIS EN UNA GRAN ASAMBLEA

Frente al desgobierno, la inflación, la falta de trabajo y los salarios de hambre: Hay que transformar al país en una gran asamblea, mediante la cual se decida que hacer con la Argentina

Pase lo que pase con el conflicto agropecuario nada bueno vendrá de los Kirchner, que gobiernan sólo para satisfacer los intereses de los dueños de los campos más fértiles, las fábricas de fertilizantes, los puertos graneros, los pozos petroleros, las fábricas automotrices y las empresas privatizadas.Todos los esfuerzos de Cristina están depositados en profundizar el plan de ajuste; porque es la receta le sirve para mantener las ganancias de los monopolios y para seguir pagando los intereses de la deuda externa, que a pesar de las mentiras oficialista crece y crece.La crisis económica mundial - que empezó a sentirse en la Argentina - es tan grande que ya no vienen solamente por los salarios y las conquistas de los trabajadores, sino también por los campos y las propiedades de los pequeños y medianos productores del campo.Por esto y más allá de las intenciones de los dirigentes de la Federación Agraria y de la Sociedad Rural, la resistencia chacarera cuestiona objetivamente al plan de ajuste y concentración monopólica que aplican Cristina, sus ministros y gobernadores.La izquierda tiene que asumir esta realidad, impulsando la solidaridad obrera y popular para con los chacareros, acercando a estos a las asambleas de las fábricas y universidades y llevando a los luchadores a las rutas y a los piquetes.Estos pasos ayudarán a unificar la resistencia y servirán también para pelearle la dirección de los pequeños productores a la Sociedad Rural, la derecha y las direcciones conciliadoras.La lucha conjunta de los trabajadores y chacareros debe levantar un programa que vaya más allá de frenar a las retenciones y la inflación, ya que de continuar los Kirchner en el poder, seguirá vigente este “modelo” injusto de país, que beneficia a cada vez menos personas en desmedro del resto de los argentinos.Hay que luchar para que el pueblo tenga la posibilidad de decidir - de la manera más democrática - si está a favor de continuar así o, como empezó a discutirse en las asambleas y en las rutas, si se ponen los enormes recursos con que cuenta el país al servicio de satisfacer las necesidades de las mayorías.¡Para eso hay que transformar al país en una gran asamblea, como la de Gualeyguaychú o la de Arnstrong, donde el pueblo resuelva qué hacer con el campo, la inflación, la falta de trabajo, los salarios que no alcanzan, la crisis habitacional, hospitalaria y educacional, etc.Los obreros, oficinistas, campesinos, pequeños productores, vecinos y estudiantes deben decidir si continúan gobernando los representantes de los monopolios u optamos por un gobierno obrero y popular que expropie y nacionalice los bancos, el comercio exterior, las fábricas, las empresas de transporte y de servicio, para ponerlos a funcionar bajo el control de sus trabajadores.La constitución nacional prevee un mecanismo mediante el cual se discute quien gobierna, pero también de qué manera y en base a qué principios. Esa instancia es la Asamblea Nacional Constituyente, una bandera que deberían tomar en sus manos los trabajadores y el pueblo en lucha.

FUENTE: CONVERGENCIA SOCIALISTA