RENACE INFORMA
RED NACIONAL DE ACCION ECOLOGISTA
De la Argentina
18 de julio 2008
CORRIENTES:
EXPERTOS EN VARIAS DISCIPLINAS TEMEN QUE EN NOMBRE DE UN AMBICIOSO PROYECTO AGRÍCOLA, UN GRUPO PRIVADO SE APROPIE DE TIERRAS QUE SON PUBLICAS CON EL GRAVE RIESGO DE QUE SE PIERDA UN IMPORTANTÍSIMO SECTOR DE BIODIVERSIDAD QUE ES PATRIMONIO DEL PUEBLO ARGENTINO
Cincuenta kilómetros de costas, bosques de ribera, pastizales y pajonales, quedarían sepultados bajo un enorme lago artificial que sería utilizado para abastecer de agua de riego a la plantación de arroz del Grupo Clarín y George Soros.
EL AYUÍ DEBE SEGUIR SIENDO UN ARROYO
El Arroyo Ayuí Grande es un importante afluente del Río Miriñay, que en la Provincia de Corrientes transita por los departamentos Mercedes, Paso de los Libres, Curuzú Cuatiá y Monte Caseros, antes de volcar sus aguas al río Uruguay.
Es posible navegar este arroyo, caminar entre ingáes, timbós y aguaíes que forman el bosque en sus orillas. Sus aguas contribuyen al mantenimiento de pastizales y pajonales de una importante zona ganadera y es empleada por agricultores del Sudeste correntino.
Pero un ambicioso emprendimiento agrícola pretende atravesarlo con una muralla, interrumpiendo su flujo natural y creando un lago de 8.000 hectáreas de superficie, para disponer de agua suficiente para regar 28.000 hectáreas de cultivos.
Harían desaparecer 50 kilómetros de costas, bosques de ribera, pastizales y pajonales, que quedarían sepultados bajo un lago artificial más grande que la laguna Iberá.
Esta pretensión no tiene precedentes. Sería la primera vez que un emprendimiento privado, en procura del beneficio de particulares, se apropiaría de un bien público de esta dimensión. Porque los ríos y arroyos son de todos, y no pertenecen a los propietarios de tierras a su alrededor.
Así lo prevén piezas jurídicas fundamentales de nuestro país como el Código Civil de la Nación, la Constitución Nacional, la Constitución Provincial y el Código de Aguas de la Provincia de Corrientes.
En un caso así, no hace falta un Estudio de Impacto Ambiental, ya que el proyecto, en sí mismo, no es legal.
Sería deseable que las empresas privadas del sector, con la ayuda del Estado y los organismos de asistencia técnica, diseñen los necesarios proyectos productivos adaptándose a la naturaleza correntina, en lugar de modificarla para satisfacer sus ambiciones.
Dejen que el Ayuí Grande siga siendo el arroyo que conocieron los guaraníes que le dieron su nombre y que los peces remontaron durante miles de años.
Fundación Iberá
27 jul 2008
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