Dirigencias oficialistas, en búsqueda de cargos, sólo cosechan humillaciones
La Central Nacional de Trabajadores (CNT) realizó su Congreso el día 26 de Julio con la presencia de aproximadamente 1000 personas. La dirigencia de la central obrera tenía todo listo para recibir a Fernando Lugo, el invitado de honor que se comprometió a asistir, a quien pretendían entregarle un “completo plan de emergencia”.
Para el horror –y la humillación pública- de Juan Torales y el resto de la cúpula de la CNT, el liberal y futuro Ministro de Justicia y Trabajo anuncia que Fernando Lugo no iba ir al acto. Un hecho tan patético como ilustrativo de las prioridades y las opciones de clase del próximo gobierno Lugo-PLRA.
Sometido a semejante desprecio por la plantada de Lugo, Torales hizo un discurso con cierto matiz crítico, pero cuidándose en todo momento de recalcar el apoyo político de la CNT a Lugo y al PLRA: “Quisimos decirle que nosotros estaremos apoyando pero vigilando este proceso de cambio”. Dicho esto, otorgó la palabra a Blas Llano, defensor declarado de la precarización laboral, quien habló de conciliación con los patrones a los trabajadores presentes.
Es desde todo punto de vista lamentable el triste espectáculo que vienen ofreciendo estas dirigencias sociales y partidos de “izquierda” que apoyan y participarán del futuro gobierno. Convertidos hoy en oficialistas, aplican una política mendicante al prácticamente suplicar algún cargo a Lugo. Organizan actos, asambleas y congresos, no con el objetivo de potenciar la lucha independiente de los explotados por sus derechos ante el gobierno próximo a asumir, sino para “demostrar” alguna influencia o base social con la cual poder pedir en mejores condiciones puestos en el Estado.
Desde el Partido de los Trabajadores (PT), rechazamos esta política oportunista y claudicante al futuro gobierno Lugo-PLRA de parte de estas dirigencias. Su rol es nefasto, desde el momento que buscan entrelazar a las organizaciones sociales con los planes de un gobierno de corte conservador y que antes de su asunción ya anuncia ajustes y medidas neoliberales que golpearán duro al pueblo trabajador. Con esta política sin principios que aplican estos dirigentes, lo único que el movimiento obrero y social podrá cosechar es desmoralización, derrotas y humillaciones.
En nuestra opinión, el camino a seguir por el movimiento sindical, campesino, popular y estudiantil debe ser otro: el de la organización y movilización independientes del gobierno, no esperando nada de arriba y conquistando nuestros reclamos en las calles.
En este proceso de luchas, opuesto por el vértice al camino de la conciliación y sumisión al gobierno, se debe dar necesariamente un saneamiento de la dirigencia, renovándola en base a la coherencia con la defensa de los intereses de nuestra clase.
Comité Ejecutivo Nacional
Asunción 29 de julio de 2008
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