17 jul 2008

EDITORIAL “ASAMBLEAS EN RADIO”

Jueves 17 de Julio de 2008
“Asambleas en Radio” es el programa de las Asambleas del Pueblo
y se emite los lunes y jueves, a las 17 hs. por AM 1530 CADENA ECO
y los sábados a las 11 hs. por AM 570 RADIO ARGENTINA.
Conduce FERNANDO MARTIN

La inesperada –pero no imprevisible- derrota del kirchnerismo en el Senado con- firma, en primer lugar, la enorme fuerza de la pueblada que atraviesa el país. Y lo confirma hasta en el ámbito que ha sido histórica y consecuentemente más sensible a las banelcos, las prebendas y las transas corruptas que a las aspiraciones populares.
Un bloque oficialista en el Senado que, apenas siete meses atrás, reunía a 47 senadores incondicionales quedó reducido, por obra y gracia de la presión popular, a apenas 36 votos. Es preciso recordar que, en diciembre, amparado en ésa abrumadora mayoría parlamentaria y en lo que suponía un poder sin límites, Nestor Kirchner llegó a soñar con su propia reforma constitucional. Hoy, de ése poder casi ilimitado apenas quedan olvidables y circunstanciales jirones.
Y para acentuar la precariedad de los votos kirchneristas, es necesario señalar que para llegar a ésos 36 perdedores, fue necesario contar con votos vergonzantes e impresentables como el del encubridor del asesinato de María Soledad Morales,
Ramón Saadi o el de la hermana del corrupto ex gobernador de La Rioja , Angel Mazza.
Peor aún, para poder asegurar esos voto, CFK debió guardar su soberbia, auque sea por unos minutos y reunirse a solas, a últimas horas de anoche con la hermana de Ramoncito, a la que le aseguró un cargo en el directorio del Banco Nación y el apoyo para la reelección de su hermanito como senador en 2009, y un acuerdo para que el saadismo desplace a Luisito Barrionuevo de la jefatura del PJ Catamarca.
En el caso de el ex gobernador Angel Mazza, también fue su hermana la que negoció el voto, y se reunió por la noche con Alberto Fernández, quién le aseguró impunidad en las causas judiciales por corrupción que tiene pendientes en La Rioja. Entre ellas, la más grave es por haber seguido firmando decretos gubernamentales en beneficio propio y de amigos aún después de haber sido destituído. Por obra y gracia de éste acuerdo, Angel Mazza pasaría de corrupto a ex corrupto, dejaría de ser perseguido por la justicia y, además, sería premiado con un cargo en la Secretaría de Relaciones con las Provincias del Ministerio del Interior.
Hasta el odiado y vituperado “Carlito” fue buscado con la desesperación que, a medida que la noche avanzaba y los votos menguaban, iba ganando a los estrategas kirchneristas. Al innombrable se le prometía la suspensión –“ad eternum”- de su inminente juicio oral y la suspensión de cualquier otra causa judicial. Y, cuando la desesperación ya era patrón y sota de la política oficial, buscaron a los Rodríguez Saa
para ofrecerles un megacanje de voto a favor por devolución de los dineros ilegalmen- te retenidos a su provincia en el Banco Nación, desde hace cinco años.
Nadie, ni aún pecando de extrema ingenuidad, puede suponer que semejantes disparates fueron ideados por mentes serviles y mediocres como las de los Fernández
Es que, en ellos, aún se alberga algo de la racionalidad política que Néstor y Cristina parecen, definitivamente, haber perdido. En efecto, fue Néstor Kirchner, en persona, quien comandó toda ésta patética operación, apenas rodeado por sus incondicionales
Rudy Ulloa y el Chino Zanini.
El voto negativo de Julio Cobos a pesar de ser un personaje eternamente alejado de los intereses de las mayorías populares, fue el mazazo de gracia para un gobierno que estaba ya al borde del nocaut, pero tuvo, éste voto, la virtud de poner en sintonía, por primera vez en años, a una institución parlamentaria con el sentir popular.
Porque en ése mismo Senado, vale la recordación, en éstos últimos años, se compraron y vendieron votos que significaron gravísimos perjuicios para el pueblo argentino. La flexibilización laboral, la privatización de A.A. y de YPF, el código de minería, los acuerdos con el FMI, el aval a los decretos de necesidad y urgencia, la ley antiterrorista impulsada por Bush y Kirchner, y muchas atrocidades más, pasaban por ésa cámara con la celeridad y eficiencia que sólo la corrupción garantiza.

La clave para entender porqué pasó lo que pasó en el Senado anoche no está en los pasillos ni en la banelco, ni en los celulares ardientes de los legisladores. Esa clave está, en cambio, en todos los poros de la sociedad, en las calles, en los barrios, en los colegios y facultades, en las fábricas, en las canchas de fútbol, en el campo y en la ciudad. No es otra cosa que la más profunda rebelión política popular, contra el régimen, que hayamos presenciado desde el año 2001.

La magnitud, la contundencia y la vitalidad política del acto realizado el martes en Plaza Italia, por los productores agrarios y el amplio arco social que los acompaña, contrasta, tristemente, con el esfuerzo del extenuado aparato sindical, municipal y barrial al que le habló, el mismo día, el ex presidente en ejercicio en un acto, numérica y políticamente, de perdedores. Su discurso, vacío y confrontativo, su tono desesperado e incoherente, sus promesas vacías de una justicia social que nos fue negada durante los cinco años que lleva en el poder, la hipocresía de mentar la inclusión social ante miles de pobres de toda pobreza arrastrados al acto por un miserable y vergonzoso plan de $ 150 inmutables desde el gobierno de Duhalde, la necesidad de incluír entre los oradores a Scioli y Urtubey, para que le pongan el pecho a la bronca, trazan un cuadro más parecido a escenas de la tradicional novela de García Marquez, “El otoño del patriarca”,
que a un gobierno que pretende pasar por progresista y popular.

La caída del proyecto de ley del kirchnerismo, el voto de Cobos y los demás votos negativos y la consecuente crisis terminal en la que queda el gobierno kirchnerista, son una consecuencia directa, en primer lugar, de la movilización popular que se expresó en el acto de Plaza Italia. La multitud opositora allí reunida y la que no se reunió pero se sintió representada en ese acto, no está cuestionando, solamente, la oposición a las retenciones. Sería simple y reduccionista suponer, a ésta altura de las cosas, que esto se arregla retocando la Resolución 125. En la crisis de éste gobierno es mucho más lo que está en cuestionamiento: es la bronca con un gobierno autoritario y soberbio; con la inflación y el costo de vida desbocados; con la mentira y la manipulación; con el falso discurso progresista y con el INDEC trucho; con los brotes represivos hacia los que protestan y con la impunidad de sus escuadras lumpenes; con el rechazo a personajes centrales del poder como Moreno, D Elia, Persico, Depetris, Jaime, De Vido; es el fastidio con una política económica que acentúa la desigualdad social y favorece al clientelismo; es la crítica a una política exterior dependiente y a una deuda externa creciente; es, también, la certeza de hechos de corrupción, como mínimo, amparados y protegidos desde lo más intimo del gobierno.
En síntesis: el pueblo argentino ha roto con éste gobierno kirchnerista y con sus métodos de gobierno. Sólo resta saber si el régimen ha tomado debida cuenta de lo que está pasando, de su fragilidad y precariedad y de que su tiempo ahora se mide en minutos. Sólo nos resta saber, en consecuencia, si el kirchnerismo se notificó de que para tener algún futuro debe escuchar y satisfacer, con urgencia, las demandas de la sociedad toda, empezando con las de los más humildes y postergados.
Si, por el contrario y como todo pareciera indicar, el matrimonio Kirchner va a seguir ignorando la realidad de millones de argentinos movi-lizados en contra de su gobierno, nos esperan días todavía más difíciles que los vividos recientemente, porque la historia tiene razones y leyes que son difíciles de doblegar aún para los obcecados e irracionales manotazos de ahogado de Néstor Kirchner.

También el ancho, heterogéneo y hasta contradictorio torrente opositor que impregna el país, pasará por el tamiz de la diferenciación, el debate y la lucha interna, hasta depurarse y encontrar su propio cauce. No es sostenible, en el tiempo y en la política, un espacio sólo guiado por el rechazo a los que gobiernan. Para trascender y marcar el rumbo hacia el país que ansiamos, ésta pueblada deberá deshacerse de los intereses antipopulares que anidan en su seno, de los personajes a lo blumberg y de los políticos de derecha que aspiran a capitalizar el reclamo popular sólo para mejor aplastarlo. Quienes apoyamos honestamente el reclamo de centenares de miles de pequeños chacareros, de medieros, de arrendatarios y aparceros, de tamberos y agricultores estaremos en vigilia para evitar que los grandes pulpos de los agronegocios, los latifundistas, los usureros, los eternos pescadores de río revuelto ahoguen, en provecho propio, esta gran pueblada que estamos viviendo.
Es ésta gigantesca oportunidad que se le abre al pueblo argentino la que nos exige que le demos un sentido memorable, y que sirva para construir la sociedad justa y solidaria que la nación que conformamos se merece.

RUBEN SABOULARD
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Crítica, como pensamos los marxistas, sigue siendo una expresión de la lucha de los pueblos y las clases

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