22 jul 2008

CONVERGENCIA SOCIALISTA: "REESTATIZACION DE AEROLINEAS" NUEVAS CARAS, DEMAGOGIA Y VIEJAS ESTAFAS

Por Pablo Tavolaro, trabajador de rampa de Aeroparque
El día lunes 21 de julio la presidenta Cristina Fernández anunció en la Casa Rosada, con bombos y platillos, la “re estatización” de Aerolíneas Argentinas y Austral.En esa oportunidad estuvo acompañada por sus más leales dirigentes políticos y sindicales y más de un millar de trabajadores de las empresas, que se movilizaron convocados por los gremios aeronáuticos.El único sindicato que no participó fue la Asociación de Técnicos, cuyo Secretario General, Ricardo Cirielli (ex Subsecretario de Transporte Aerocomercial del gobierno de Kirchner), está enfrentado con el kirchnerismo, ya que se encuentra aliado a la CGT “Azul y Blanca” de Barrionuevo.Entre los asistentes se veían caras de profunda emoción. La mayoría de los aeronáuticos presentes cuenta con más de 20 años de servicios en Aerolíneas y Austral e ingresaron a las empresas siendo muy jóvenes, donde vivieron los años de esplendor cuando estas pertenecían al Estado.Luego, sufrieron los casi 16 años de saqueo por parte del Estado Español, con la complicidad de los sucesivos gobiernos argentinos desde Menem hasta la actualidad.Esos trabajadores fueron protagonistas de varias de las luchas más duras que la industria aeronáutica nacional e internacional haya visto alguna vez, con el objetivo de mantener las empresas en pie y, con ello, sus fuentes de trabajo y parte del Patrimonio Nacional.Es de entender, entonces, que varios rompieran en lágrimas al escuchar, de boca de Cristina, que Aerolíneas y Austral volvían al Estado. Era como retornar a casa después de un muy largo viaje.Como explicarles a esos trabajadores ilusionados que el Gobierno, aprovechándose de sus sentimientos más genuinos los utilizó como pantalla para consumar una nueva estafa al Pueblo Argentino, en beneficio de la Corona Española y del Gobierno de Zapatero.Tal como explicaron en reiteradas ocasiones funcionarios, periodistas y sindicalistas; poco y nada queda de aquella empresa que fuera orgullo nacional; por lo tanto lo único que estatizará el gobierno es una deuda de 900 millones de dólares y ¡¡ seis aviones!!Pero este no es el único engaño: Cristina tampoco pretende mantener la empresa en la órbita estatal, ya que su único objetivo es “sanearla y valorizarla”, para, más adelante, volver a entregársela a otros capitalistas deseosos de volver a exprimirla…Un gobierno que defiende verdaderamente los intereses populares debería hacer lo contrario, empezando por lo más elemental: ¡No pagarle un solo peso a los españoles y embargarle sus propiedades, de manera de cobrarle hasta el último centavo que se llevaron vaciando Aerolíneas y Austral y explotando a sus trabajadores!Un gobierno verdaderamente progresista tendría que llevar a juicio a los funcionarios nacionales que, por codicia o ineptitud, facilitaron el saqueo del patrimonio nacional, aplicándoles un castigo ejemplar, para que a nadie se le ocurra estafar al estado nacional.A un gobierno progresista en serio no se le ocurriría, como a este, volver a privatizar a la compañía; pero además, si quisiera realmente hacerla eficiente, la pondría en manos de los únicos interesados en lograrlo, sus trabajadores.Sin embargo esos no son los objetivos de Cristina y Néstor, que no por casualidad fueron, junto con Menem en los noventa, artífices de la entrega de la mayoría de las empresas estatales y de los pozos petroleros más ricos de la Patagonia.Por eso, a pesar de las palabras esperanzadoras y de los discursos demagógicos, los trabajadores aeronáuticos, junto al resto de la población, debemos levantar la guardia y movilizarnos, para que sean los españoles quienes paguen los platos rotos de la crisis que provocaron.Debemos organizar un movimiento nacional que luche por la reestatización definitiva de la empresa, bajo control de sus trabajadores y financiada con el dinero proveniente del embargo de los bienes de los capitalistas que la destruyeron e impuestos progresivos a los monopolios que explotan las riquezas del país.Este amplio movimiento nacional debería dar pelea por la recuperación de Aerolíneas y del resto de empresas privatizadas, con el objetivo de ponerlas a funcionar en el marco de un Plan Nacional que sirva para dar trabajo a millones de argentinos, garantizar los servicios mediante tarifas económicas y elevar la calidad de vida del conjunto de los trabajadores y el pueblo.

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