IZQUIERDA DE LOS TRABAJDORES: LA DERROTA DEL GOBIERNO EN EL CONGRESO

¡Gran triunfo de los trabajadores y los pequeños y medianos productores!
¡Ahora vamos por los salarios!


La derrota del proyecto de ley ratificando la resolución 125 en el Congreso ha sido un gran triunfo popular, de los pequeños y medianos productores, de la clase media y los trabajadores, y una dura derrota del gobierno de los Kirchner.
Esto fue el resultado de la gran manifestación de 200.000 personas realizada el 15 de julio en Palermo, cuatro veces superior a la manifestación de Néstor Kirchner en el Congreso, que contó con escasas 50.000 personas. De esta manera, el Senado legalizó lo que la calle ya había sancionado.
El triunfo es el producto de 125 días de lucha de los pequeños y medianos productores, que protagonizaron una formidable rebelión antifiscalista, en contra de las retenciones excesivas impuestas a los pequeños y medianos productores, que beneficiaban a los pools de siembra y grandes sojeros, una movilización por precios justos para la carne y la leche y para todos los productos agropecuarios.
Pero no nos engañemos. La derrota de los K solo fue posible porque la gran mayoría de la población urbana, del gran Buenos Aires, de la Capital y de las grandes ciudades, no acompañó al gobierno "nacional y popular", por la bronca creciente con la inflación y los bajos salarios, la caída del poder adquisitivo, y el profundo descontento contra el estilo autoritario y soberbio de los Kirchner.
Compañero trabajador: ¿cuántos de sus compañeros de trabajo fueron a algún acto, a pesar de la presión de la patota sindical de Moyano?
A pesar de los repetidos intentos, el gobierno no pudo movilizar a los trabajadores para apoyarlo, como se demostró en el último acto de Congreso y en los anteriores.
A pesar de que la CGT decretó un paro con el fin de que los trabajadores pudieran asistir, los micros salían vacíos de las fábricas, y solo llegaban los micros pagados por los intendentes del gran Buenos Aires.
Moyano ya no puede arrastrar a los trabajadores. Se le dividió la CGT por apoyar a los K. El apoyo del gobierno ha quedado reducido al mínimo, apenas el 20% según las encuestas. Hace seis meses tenía 48 votos en el Senado. Hoy tiene 36. Se le han escurrido gobernadores, diputados, senadores e intendentes.
Cristina, que nunca nombró a Perón durante su campaña electoral, hoy solo es apoyada por el esqueleto peronista - los intendentes del gran Buenos Aires, la CGT de Moyano, y los movimientos sociales de d'Elía y Pérsico, que viven de los planes sociales. Pero es un esqueleto sin carne.

Una derrota del gobierno que se disfraza de setentista pero que aplica las políticas de los noventa
Ha sido una derrota a una medida fiscalista para pagar la deuda externa, un golpe al gobierno del acuerdo con el imperialismo, las multinacionales y los grandes grupos económicos nacionales, como YPF, las telefónicas, los frigoríficos y las cerealeras.
Dicen que van a redistribuir la riqueza, pero la verdad es que quieren planchar los precios que les pagan a los pequeños y medianos productores por la vaca y la leche, para mantener planchados los sueldos de los trabajadores, para que los de Techint y los exportadores hagan grandes ganancias.
¡Quieren que los pequeños y medianos productores subsidien el salario de los obreros para garantizar las ganancias de Paolo Rocca!
Nos dicen que van a redistribuir la riqueza, pero la verdad es que quieren que los pequeños y medianos productores regalen sus vacas y su leche, su trigo y su soja, para que los frigoríficos (que ya son casi todos extranjeros) y las cerealeras (que son todas multinacionales), hagan enormes ganancias.
Por eso, tras cinco años de gobierno kirchnerista, hoy existe la misma desigualdad que bajo Menem: la participación de los asalariados está por debajo de la del menemismo (44,7% en 1993 y 41,3% hoy); el trabajo en negro está igual que cuando de la Rúa, un 40%; el IVA (21%) que pagamos todos representa casi la mitad de los impuestos, mientras que el impuesto a las ganancias que pagan los ricos es solo un cuarto de todo lo que se cobra; mientras tanto, los trabajadores pagamos el impuesto más injusto, la inflación, esa sí que es móvil: 25% el año pasado y 30% este año.
Después de cinco años de kirchnerismo la deuda externa es mayor que en el 2000: 150.000 millones de dólares.

Una derrota a los métodos totalitarios
La derrota de la resolución 125 en el Congreso fue un golpe a los métodos patoteros, totalitarios, soberbios, arrogantes de los K, que llevan cuatro años gobernando por decreto, que convirtieron al Congreso en una escribanía, que usurparon las facultades de fijar impuestos, que manipulan el Indek y ocultan las cifras de inflación y del aumento de la pobreza.
Fue un golpe al método de la patota de d'Elía y de Moyano, de las patotas de Moreno en el INDEK, de la represión a los trabajadores de Mafissa, del Casino, de la Quiaca, de las Heras y a los pequeños y medianos productores en Gualeguaychú.
¡¡¡¡¡Las patotas peronistas del autollamado "gobierno nacional y popular" que se disfrazan de "democráticas" y que acusan al campo de querer un golpe de estado, al mando de d'Elía, Pérsico y Moyano, terminaron apedreando el Congreso al conocerse el resultado de la votación!!!!

No fue un triunfo de la derecha
Ahora el gobierno va a decir que se fortaleció la derecha, que revivieron Duhalde, Macri, Carrió. Es cierto que la intransigencia de los K les dio oxígeno, pero no vemos argumentos para decir que estos sean más de derecha que Moyano, Scioli, Saadi, los intendentes Curto, Ischi, Aldo Rico, Rocca, la UIA, la Asociación de Bancos, y todos los que apoyaron al gobierno.
¡No nos creamos otra mentira de los Kirchner: este no fue un triunfo de la derecha! ¡Nos quieren ocultar que esta derrota solo fue posible porque los trabajadores dejaron a los Kirchner solos.
Este triunfo se obtuvo a pesar de la política conciliadora de la conducción de las cuatro entidades agropecuarias, que levantaron los cortes de ruta y desmovilizaron, facilitando que la resolución 125 fuera aprobada en la Cámara de Diputados, y no intentaron unir su pelea con la que llevan adelante la mayoría de los asalariados, que enfrentan cotidianamente al mismo gobierno.

¡Vamos por los salarios!
Gracias a la derrota en el Congreso y a los 125 días de rebelión agraria, hoy los trabajadores estamos más fuertes y en mejores condiciones para exigir aumentos salariales que compensen la inflación, porque este gobierno se ha debilitado.
Pero ojo: como no les pudieron sacar la plata a los pequeños y medianos productores para pagar la deuda externa, van a intentar sacarnos la plata a nosotros.
No va a ser fácil. Ya hay muchas luchas. En medio de la pelea con el campo, en Santa Cruz, un parazo de petroleros y obreros de la construcción le arrancó al gobierno importantes ajustes. El jueves 17 de julio hubo un paro de los docentes de la capital. Ahora ya están ofreciendo levantar el mínimo no imponible y aumentar las jubilaciones, porque están débiles.
Esto es solo el comienzo. La necesidad de salir a pelear por actualizar los salarios devorados por la inflación es la discusión en todas las fábricas, oficinas y barrios populares. Debemos impulsar y desarrollar esta pelea por aumento de salario y por la apertura inmediata de las paritarias.
Lo que muestra este triunfo es que el modelo K no va más. Este modelo colonial para las privatizadas, la deuda externa y los pools de siembra deja millones en la miseria, mientras unos pocos, muchos amigos de los K, se enriquecen. Necesitamos luchar por otro modelo que empiece por nacionalizar YPF y los pools de siembra, recuperar los ferrocarriles, la minería, los mares y toda la riqueza que nos quitaron en los '90, y suspender los pagos de la deuda externa inmoral, injusta e ilegal, para destinar esos fondos a un plan de obras públicas, salud y educación. En definitiva, marchar hacia la Segunda Independencia nacional.
Al mismo tiempo, es necesario resolver la grave crisis política que abrió esta lucha. Por eso proponemos convocar de inmediato a una asamblea constituyente, para discutir una reforma política y un plan económico al servicio de los trabajadores, el pueblo y los pequeños y medianos productores.

Izquierda de los Trabajadores
16-7-08