15 mar 2010

"LA NUEVA SECUNDARIA":

Desvalorización de la escuela media y flexibilización del trabajo docente


La dos primeras semanas de marzo, han puesto en evidencia el verdadero contenido de la mal llamada “Reforma de la Escuela Secundaria”.

Si desde que fuera anunciada esta reforma no suscito ningún entusiasmo entre padres y docentes, ya que todos perciben que probablemente nos encontremos frente a una nueva farsa, el inicio de la implementación no hace más que corroborarlo.

Repasemos en un listado el estado actual:

No hay escuela secundaria unificada: se mantiene la anterior estructura de ESBs en unos edificios y medias/polimodales en otros, solo disimulada bajo el eufemismo de “articulación”. A muy pocas Esbs se les permitió la apertura del 4to año, y en los edificios de escuelas medias donde podría hablarse de una secundaria única, se mantiene la división, ya que las resoluciones de unificación existen solo para contados casos. Todo lo referente a unificación se menciona en forma potencial, para un futuro que no sabemos si llegara algún día.

No existen los alumnos ausentes: esta fue la voz de orden bajada en todas las escuelas, lo que constituye un ataque a la calidad educativa apenas disimulado. El argumento es que si un alumno asistió un día en el trimestre debe ser calificado, de ningún modo debe llevar ausente en el trimestre en la planilla de calificaciones. Se desprende que el gobierno quiere disimular la deserción escolar pavorosa que atraviesa la escuela secundaria, dibujando las cifras de presentismo. ¿Se acuerdan del Indek maquillando las estadísticas?


Cierres de curso: asistimos a una política de cierres y fusiones de cursos, si no se completan los “25 alumnos" por sección. Los cierres no son solo en secundaria, sino también y primordialmente en primaria, como una forma de “crear” espacio físico para la “nueva” secundaria. Hay zonas donde se proyecta fusionar varias primarias para dejar vacío un edificio y concentrar allí los estudiantes secundarios. Las disponibilidades y ceses que producen las fusiones, no están amparados por la resolución 245/10 “que preserva la fuente laboral”, ya que está acordada solo para implementar la reforma de media. La rama primaria esta siendo atacada también por la reforma de media. En forma molecular se van produciendo perdidas de cargos que en el conteo general toman magnitudes significativas.

Nuevo reparto y reasignación de horas para los docentes: si bien la resolución 245/10 de reasignación de horas en la nueva curricula contempla preservar la carga horaria del docente, ya sea mediante la reasignación en materias o por medio de la creación de horas institucionales, estamos frente a una precarización laboral encubierta. Primero porque ni en la resolución sacada de apuro a horas de iniciarse las clases, ni en ningún lado se aclara cuanto durara la “protección”. ¿Hasta finalizar la reforma? ¿Y si las horas no son reasignadas para entonces, que pasa? En algunos casos, la curricula contempla la reasignación en años posteriores, pero hay materias que desaparecen y docentes que no podrán ser reubicados en virtud de los títulos de incumbencia. ¿Entonces? ¿Y los provisionales?
Horas institucionales para encubrir la devaluación educativa: la creación de horas institucionales o tutorías no es el resultado de un plan de apoyo a los estudiantes, sino resultado del diseño curricular, lo que determina que este año sean horas y docentes de matemática los que ocupan esos lugares institucionales. ¿Por qué no lengua u otras áreas donde los alumnos presentan dificultades también? Porque no asistimos a un plan de apoyo sino a una disminución de las horas de aula de matemática en el nuevo 4to año, como una muestra de un fenómeno mas general.

Fin de la libertad de cátedra: los nuevos contenidos llegados también de apuro, traen una novedad fundamental. No solo se mencionan los contenidos mínimos, sino que se establece cual es el enfoque preciso que debe darse a esos temas. En el caso de Historia de 4to por ejemplo, se describen hasta los materiales que deberían usarse. Si a eso le sumamos que la instrucción en las escuelas fue que todos los docentes de la misma área deben dar los mismos contenidos, y planificar igual, concluimos que vamos a una “uniformidad” en la enseñanza que arrasa de cuajo con las conquistas de una educación critica.


Presión general para bajar el nivel: como a buen entendedor pocas palabras, en todos los distritos hemos asistido al reclamo a los docentes de revisar las estrategias de evaluación, flexibilizarlas, buscar alternativas, etc. Ya sea manifestado de buena o mala manera, estamos frente al hecho concreto de que ya sea en nombre de “cuidar la matricula” o de “no enfrentarnos a los padres”, se reclama al docente que baje el nivel de exigencias. Por supuesto que esto no se condice con los rebuscados contenidos de la mayoría de las nuevas materias.

Infraestructura y mobiliario, ausentes sin aviso: por previsible, no deja de ser una evidencia brutal del cuadro general de improvisación y ataque, que en las pocas escuelas que se hicieron obras, la mayoría este sin terminar, que en la mayoría de los lugares necesitados de reparaciones y nuevas aulas, no se ha hecho nada, y que faltan mesas y sillas por doquier.


Mayor control sobre los docentes y las escuelas: desde hace unos años, el gobierno y las autoridades educativas intentan retomar el control verticalista de las escuelas. Frecuentes menciones a las recorridas de inspectores, a las observaciones de clases, al control de las planificaciones, etc., se han convertido en moneda corriente. Es un intento de regimentar a los docentes y a los directivos díscolos, imponiendo la política educativa emanada desde el gobierno. A nadie se le escapa que si la nefasta Ley Federal de Educación no pudo avanzar mas en la destrucción del sistema, fue por la férrea resistencia y organización de los docentes que impidieron mayores desastres.

Es la desvalorización de la escuela media, su devaluación. El objetivo esencial es el de educar por competencias laborales, en función de las necesidades de las patronales y de adaptar la educación al cuadro de la actual crisis capitalista que, sólo en el último año en Argentina, se ha cobrado más de medio millón de desocupados. Como reconocen los documentos del Ministerio de Educación Nacional, para las necesidades que exige hoy el mercado laboral, la “vieja secundaria” daba más formación de la que necesitaban los jóvenes que deben ingresar al mercado laboral.
Rechazamos este engendro, reaccionario y antieducativo, y llamamos a los docentes a enfrentar este ataque histórico a la educación pública.

TRIBUNA DOCENTE- LISTA ROSA

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