Hoy… 14 años después de la masacre de nuestros familiares y amigos, levantamos nuevamente esta tribuna en un acto de homenaje y de reclamo.
Es el único acto público convocado "contra la impunidad y el encubrimiento". Un acto para denunciar que no hay ni juicio ni castigo a los culpables, un acto para denunciar que las políticas del gobierno están cerrando hasta la posibilidad misma de cualquier investigación.
Catorce años han pasado… Cuando se llega sin presos ni procesados, sin acusados ni sospechosos, ni aquí ni en ningún lado, estamos frente a una primera conclusión inevitable: la política del gobierno de los Kirchner fracasó para esclarecer este crimen y condenar a sus responsables criminales.
¡Y esta gente tuvo la pretensión de terminar con la "vergüenza nacional"!
Este fracaso es compartido ¡y cómo! por las direcciones de DAIA y AMIA y por los grupos de familiares afines, que hasta hoy le dan letra y soporte a cada una de las maniobras nacionales e internacionales que nos trajeron hasta acá.
Frente a este nuevo aniversario, se levantaron dos actos, que son la representación de dos políticas opuestas: uno, el de esta mañana, en esta calle, el acto oficial de quienes acompañan el fracaso del gobierno, buscando alentar una "renovación de la esperanza" en la Justicia y en el gobierno, y reforzar el alineamiento con las políticas internacionales de Bush y Olmert.
El otro acto es el nuestro, el que compartimos con todos ustedes, con las víctimas de los crímenes perpetrados por el Estado, con los organismos de derechos humanos, agrupaciones estudiantiles, partidos políticos, y con los hombres y mujeres que, para superar tanto fracaso, venimos a reclamar:
¡Basta de impunidad y de encubrimiento!
¡Juicio y castigo a todos los culpables!
En esta oportunidad, levantamos esta tribuna en medio de una profunda crisis política que se viene pavimentando desde hace tiempo.
Hace apenas 3 días, y para mostrar su fortaleza frente a lo que consideró un ataque al pueblo y a la democracia, Kirchner tuvo el coraje de afirmar que su gobierno había terminado con la impunidad. Conciente de la importancia que tiene la lucha contra la impunidad en la defensa de los intereses del pueblo, se presentó como si fuera su abanderado.
Esto no es cierto… ¿Qué tiene para mostrarnos?... ¿Cuántos genocidas están presos después de 30 años?... ¿Quién está preso por el ataque a la AMIA o por su encubrimiento? ¿Cuántos funcionarios del gobierno Ibarra complicados en la muerte de cientos de jóvenes, están presos? ¿Cuántos de los ministros de gobierno deberían haber rendido cuentas por sus responsabilidades políticas en la criminalidad y no lo han hecho? Tampoco olvidamos que los opositores políticos del Congreso, distanciados del gobierno por el debate sobre el campo, a la hora de pronunciarse contra la impunidad en el tema AMIA e impulsar la lucha por el esclarecimiento de la masacre, militan en el mismo bando del gobierno.
Los que estamos hoy aquí somos parte de quienes, desde hace años, marchamos juntos cada 24 de marzo, marchamos juntos cada 26 de junio, cada 19 y 20 de diciembre…y hasta cada día 30 junto a los Familiares y Sobrevivientes de Cromañón, para exigir "Juicio y Castigo para todos los culpables", y para enfrentar la voluntad del Estado y del gobierno de los Kirchner que son los garantes de la impunidad!
Hace un año atrás, la agitación política del gobierno, de la mano de la dirección de la colectividad judía local e internacional, se centraba en la acusación a Irán. Hace apenas 9 meses, Kirchner, acompañado por AMIA, DAIA y el grupo de Familiares de las Víctimas, satisfaciendo las necesidades de Bush que quería imponer sanciones en el Consejo de Seguridad, fueron a las Naciones Unidas para responsabilizar a Irán por su falta de colaboración en el esclarecimiento del atentado. Hace 8 meses impusieron las órdenes de captura contra los funcionarios iraníes, que desde hace meses ni siquiera INTERPOL cumple. Hace un mes, Rezai y Rafsanjani, sobre quienes pesa la captura internacional, compartieron junto al rey de Arabia Saudita una conferencia internacional en La Meca. El fiscal Nisman tuvo que pedir especialmente su detención y nadie le dio bolilla.
El compromiso de los Kirchner de entregar la causa AMIA al servicio de la guerra en Medio Oriente y de la lucha contra el terrorismo internacional concitó el aplauso y las felicitaciones de Estados Unidos, Europa, Israel, del Congreso Judío Mundial y del Comité Judío Americano, entre otros, y también…un agradecimiento por los servicios prestados.
El reciente giro de la situación política internacional ante el fracaso de la política belicista de Bush y la necesidad europea y americana de negociar con Irán una salida a la crisis mundial, limitan al Estado argentino en la posibilidad de buscar culpables afuera para seguir exculpándose de sus propias responsabilidades criminales y encubridoras.
Si hasta el propio Congreso Judío Mundial, la misma organización que primero apoyó al menemismo, que hasta ayer daba por probada la responsabilidad de Irán en la realización del atentado y que impulsó el apoyo del Departamento de Estado y del Congreso americano al gobierno de los Kirchner por sus "avances" en esta acusación, ahora afirma que no existe una razón internacional lo suficientemente fuerte como para esclarecer el atentado.
¿Alguien puede pensar que, después de tanta contramarcha, la supuesta investigación de la conexión internacional va a llegar a algún resultado serio y creíble?
¿Acaso no se trata de la re-edición de los viejos métodos que Galeano, el maestro de Nisman, Canicoba Corral, Lijo, aplicaron y aplican para liquidar cualquier investigación de la conexión local?
Estamos frente a una segunda conclusión: armaron una persecución internacional para abandonar la búsqueda de los criminales locales y de los encubridores, satisfaciendo las necesidades políticas de Bush y Olmert de poner el atentado al servicio de la guerra contra Irán. Los cambios en la situación mundial derrumbaron esta estrategia que vienen construyendo desde el 2004, dejando al gobierno de los Kirchner sin nada para ofrecer, ni a nivel internacional ni local.
¡Por eso siguen la impunidad y el encubrimiento!
Mientras armaban la acusación internacional y abandonaban la búsqueda de los asesinos, prometieron perseguir a los "encubridores". Para hacerlo, diseñaron una "reforma judicial" que venía a superar el fracaso del Juicio Oral y a depurar el Poder Judicial.
Hace ya tres años que el Estado nacional reconoció por Decreto ser el responsable del "encubrimiento agravado" de este crimen, y todavía no condenó a nadie.
La lista de los encubridores excluía a los responsables del Poder Ejecutivo y de las Comisiones Legislativas, y sólo se centraba en algunos pocos personajes: Galeano, Anzorreguy, los ex fiscales Mullen y Barbaccia, Beraja, Telleldín y Ribelli, entre otros. Para investigar las irregularidades, habían nombrado al juez Lijo.
Ya pasaron 8 años de iniciada esa causa. Lijo todavía no la elevó a juicio, y en los últimos años tampoco encontró ningún elemento nuevo. Por las dudas, el juez ya advirtió que no tiene pruebas para imputar ni a Corach ni a Menem, pero tampoco hizo ningún esfuerzo para salir a buscarlas.
Galeano está en libertad, Canicoba Corral maneja a discreción la prescripción de la causa y Nisman viaja por el mundo dando conferencias sobre terrorismo. En manos de esta dirección política, no hay manera de "limpiar" el Poder Judicial de lo que es: un instrumento al servicio de la criminalidad política.
La tercera conclusión cae por su propio peso: el gobierno ha liquidado cualquier posibilidad de investigación y de juicio a los "encubridores".
¡Los Kirchner llevan más años de gestión del encubrimiento de la masacre de la AMIA que el gobierno de Menem!
Estas políticas de impunidad y encubrimiento no se sostienen únicamente con el apoyo de Estados Unidos, Europa e Israel. Hace falta la complicidad de otros socios: AMIA y DAIA son los articuladores locales de tanta impunidad.
Mientras las direcciones de DAIA y AMIA alientan una nueva ilusión en la acción de la justicia, ocultan que renunciaron a impulsar la querella en el juicio por las irregularidades contra los Galeano, Amzorreguy, Beraja y cía..
Esta es la verdad. Le dan letra al gobierno para confundir las conciencias que en Argentina pretenden el esclarecimiento del atentado; refuerzan la ilusión de que la institución judicial podría brindar una "mejor Justicia" y exigen al gobierno batir tambores contra el Eje del Mal en todo el mundo. Esta es el verdadero papel de las direcciones de AMIA y DAIA.
El colaboracionismo entre el Estado argentino culpable de "encubrimiento agravado" y la dirección de la colectividad judía local está liquidando incluso las mezquinas posibilidades de investigación y de juicio y castigo a todos los culpables. Se arrogan la representación de las víctimas, abusan de las referencias a la "memoria" y colaboran con los victimarios.
Esta es la cuarta conclusión: las direcciones de DAIA y AMIA han entregado definitivamente las banderas de la lucha por el esclarecimiento y el juicio y el castigo a los culpables. No importa si esas direcciones las ejercen religiosos ortodoxos, religiosos "progres" o representantes laicos de los partidos sionistas. Todos ellos están de acuerdo en mantener los estrechos vínculos con el gobierno de los Kirchner, buscando terminar con el lastre que les significa el atentado a la AMIA. Organizan el abandono de la lucha por el esclarecimiento, juicio y castigo a los culpables bajo la forma de actos por la "memoria"
La impunidad reinante en la masacre de la AMIA se entrecruza con la de tantos otros crímenes en nuestro país. Porque el Estado argentino también encubre a los secuestradores del compañero Jorge Julio López, a los responsables políticos de la masacre de Cromañón y de la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero, y a los genocidas de la dictadura militar, a quienes prometió el final de los juicios para el año 2010.
Estamos convencidos de que hay una salida contra la impunidad y el encubrimiento, y es enfrentar al Estado que la organiza y nos la impone.
Y la herramienta es la exigencia de "apertura inmediata de los archivos", que sigue vigente y se actualiza día a día. Atraviesa los reclamos de verdad y justicia en la masacre de la AMIA y de muchos crímenes que hoy permanecen impunes. ¿Por qué? Porque en los archivos secretos se ocultan las responsabilidades criminales del Estado. Preservar el secreto de Estado es un principio de autodefensa para ocultar las prácticas de terrorismo de Estado aquí y en el mundo entero.
Por eso decimos
A 14 años de la masacre de la AMIA
A 13 años de la voladura de Río Tercero
A 7 años de las jornadas del 19 y 20 de diciembre
A 6 años de la masacre del Puente Pueyrredón
A 3 años y 7 meses de la masacre de Cromañón
A 22 meses de la desaparición de Jorge Julio López
A 15 meses del asesinato de Carlos Fuentealba
Y cuando día a día se suman más víctimas del gatillo fácil, exigimos
Basta de impunidad y de encubrimiento en la masacre de la AMIA!!!
Aparición con vida de Jorge Julio López!!!
Derogación de la ley antiterrorista!!!
Que abran los archivos secretos
y se entreguen a una Comisión Investigadora Independiente del Estado!!!
Juicio y castigo para todos los culpables!!!
20 jul 2008
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