Fuente: Cedoc
Familiares de las víctimas del incendio en el penal Afirman que sigue la represión en Santiago del Estero
Cuando todavía no se apaga el fuego del trágico motín que acabó con la vida de por lo menos 32 presos, los familiares de las víctimas denunciaron que los apremios continúan en el Penal de Varones de Santiago del Estero y responsabilizaron al gobernador Gerardo Zamora por "no hacer nada". Una defensora oficial confirmó que "todos los días" los reclusos reciben palizas por parte de los efectivos del Servicio Penitenciario provincial, situación que está en conocimiento del gobierno y la justicia provinciales."El martes, después del motín, los guardiacárceles olvieron a golpear brutalmente a los presos. Les han bajado dientes, lastimados ojos y oídos. Recibieron una tremenda golpiza", contó Gladys Sosa, tía de dos de los presos muertos en la cárcel.Afónica, luego de la marcha que realizaron ayer a la tarde, esta mujer, tía de dos de los reclusos muertos en el motín, relató a perfil.com que "desde el 2005 que venimos denunciando que dentro de la cárcel torturan a los presos".Esta afirmación no proviene sólo de una dolorida familiar. La defensora oficial en lo Correccional y Criminal, Luisa Leticia Suárez, destacó que hizo "incontables" denuncias sobre las "condiciones infrahumanas" que se viven en el penal, que incluyen "torturas y tratos denigrantes".
Para la defensora, los jueces de su provincia son cómplices de esta situación y cargó las tintas contra la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. "Vinieron a decir que está todo bajo control, pero no es así", afirmó.Sosa, tía de Claudio Alfredo Corvalán, de 28 años, y Sergio Adrián Herrera, de 31, dos de los reclusos que perdieron la vida en el motín, no sale de su indignación. "Ayer marchamos para pedir una audiencia con el gobernador Gerardo Zamora. Cuando llegamos nos dijeron que estaba en Buenos Aires firmando un convenio. Nos recibió el jefe de Gabinete. Ponían peros y no querían recibirnos. Nosotros queremos que escuchen nuestros reclamos. A duras de penas nos recibieron, pero no tenían nada para decirnos. Fuimos a pedir que se investigue hasta las últimas consecuencias y que echen no sólo el director del penal, Rodolfo Gabriel Camaño", contó. Para Sosa, "el ministro de Justicia Ricardo Daives, el subsecretario de Justicia, Santiago Nassif, y el gobernador Gerardo Zamora sabían que los presos eran torturados por los guardiacárceles, por lo que son responsables" de los hechos."Desde el 7 de agosto de 2005 hicimos denuncias por torturas y golpizas. Nos hemos cansado de denunciar, nadie nos dio respuesta. Son responsables desde arriba. El gobernador debe saber que hacen sus funcionarios. Somos pobres, pero no nos quedamos quietos", alertó. Cuatro de los muertos, entre ellos Corvalán y Herrera, y uno de los heridos graves son oriundos del barrio Pacará, uno de los más humildes de la capital santiagueña. Sosa relató que entre los vecinos "hay mucha bronca".Sobre cómo se originó el motín, Sosa no tiene dudas. "Ya sabíamos que lo iban a matar a Corvalán. Siempre se vivía quejando de las torturas, del trato en el pabellón, de las requisas. No se callaba, no bajaba la cabeza. Siempre se ponía en el lugar del más nuevo. Cuando llegaba un preso nuevo, lo golpeaban los guardiacárceles. El domingo nos pidió que no vayamos. Se plantaron, no hubo fuga. Dijeron ´no aguantamos más`", aseguró. Sosa afirmó que no queda claro cuántos muertos hubo. "Nadie da información, superamos los 50 muertos. Estamos buscando a los familiares de todos. El gobierno dice que hay 32 muertos, pero no es así. No saben nada, no tenían nada para decirnos. Tenemos mucha bronca. No puede ser que lo pobres tengamos que entregar nuestras vidas", indicó.
De Tomas Eliaschev
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