“Nuestra campaña contra Goulart tuvo mas o menos la misma línea de las que realizamos contra la infiltración comunista en los gobiernos de Velasco y Arosemena, en Ecuador. Según Holman la estación de Rio y sus bases mas importantes estaban financiando las manifestaciones urbanas masivas contra el gobierno de Goulart, demostrando que los viejos temas de Dios, el país, la familia y la libertad son tan efectivos como siempre. La caída del presidente de Brasil se debe, sin duda, a las campañas de propaganda cuidadosamente planificada que comenzaron por lo menos en las elecciones de 1962” – testimoniaba el 1 de abril de 1964 el entonces agente de la CIA, Philips Agee en relación con el derrocamiento del presidente constitucional del Brasil en marzo de 1964 (1). Y mas adelante, volvía a escribir, en relación con Brasil y el golpe de Estado contra Joao Goulart: “¡ Y que régimen creamos!. No solo a través de la organización de la CIA y del entrenamiento de los servicios de inteligencia militar, no solo a través de los programas de asistencia militar, no solo a través del programa de seguridad de AID, no solo a través del programa de ayuda económica que prestaron los Estados Unidos en ese país, lo mas importante fue cada uno de los cientos de millones de dólares privados que se invirtieron en Brasil, porque cada dólar estaba apoyando al fascismo”.
El 15 de mayo de 1964, el entonces agente secreto norteamericano nuevamente sostenía: “Otro asunto molesto. La estación de Santiago mantiene una gran operación para que Salvador Allende no salga electo presidente.(…) El problema es que la oficina de Finanzas del cuartel general no puede obtener suficientes escudos chilenos de los bancos de Nueva York, así que tuvo que recurrir a oficinas compradoras en Lima y Rio, pero aún así no alcanzaron a cubrir las cifras que necesitaban y nos han pedido ayuda a nosotros. En esta area el agente comprador del circulante es el First Nacional City Bank, pero la estación de Buenos Aires, al ser de ‘clase A’, generalmente puede manejar los asuntos del circulante a través de su oficina financiera. Como estación de ‘clase B’ nosotros estamos restringidos a cambiar dólares por moneda local solo en casos de emergencia. A pesar de ello, el cuartel general nos envió un cheque girado sobre una cuenta del New York City Bank. (…) En dos días estaba acá la moneda chilena (según Hennesy(norteamericano y funcionario del City Bank de Montevideo, N. de R.) por lo general traen el dinero en valijas y les pagan ‘coimas’ a los funcionarios de la aduana para que no se las revisen). Paul Burns y yo fuimos a buscar el dinero y cuando volvimos a la estación, pasamos el resto del día contándolo¡ escudos por mas de 100.000 dólares!. Ahora lo enviaremos a la estación de Santiago por vía diplomática. ¡ Deben estar gastando millones si tuvieron que recurrir a este sistema y Nueva York, Lima y Rio de Janeiro juntas no pudieron cubrir la demanda!”.
De un lado a otro del globo terráqueo y para desestabilizar aquí y allá a los gobiernos que no les eran afines o financiar a aquellos que servían fielmente sus intereses, los servicios de inteligencia norteamericanos, ojo y garra del Estado imperial, actuaron y actúan de la forma transcripta mas arriba. La guerra psicológica desplegada contra los díscolos no sabe de fines de Guerra Fria, democracias restringidas o abiertas, libertades o liberticidades o cualquier otra cosa. Para resguardar el orden imperial, las verduras monetarias surgidas de las cloacas del poder hicieron y hacen de las suyas. Pero, claro, seriamente. Como corresponde.
Ahora el mal fundamental a enfrentar son los gobiernos de Chavez en Venezuela, Evo en Bolivia y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina quienes, aunque transitando distintos derroteros ideológicos y enmarcados en diferente profundidad e intensidad temporal con respecto a los cambios sociales, políticos y económicos, han decidido aunarse, junto a otros países de la región, para dar batalla por la unidad y la soberanía .
Un currículum impoluto
Aunque resulte aburrido repetirlo por cuanto todo el arco periodístico- propagandístico al servicio de los poderosos lo ha manipulado hasta el cansancio, el hecho que cabe destacar ocurrió hace pocos días, cuando un fiscal norteamericano de Florida se propuso recrear, a través de la confesión y estratagemas del “arrepentido” norteamericano/venezolano Guido Antonini Wilson- quien a principios de agosto fue descubierto por la Aduana argentina ingresando una valija con 800 mil dólares- una situación que, tratada por la gran prensa, derivó en “escándalo”, al presumirse que el dinero, tal cual lo hizo trascender en primera instancia el fiscal, era para solventar la campaña presidencial de Cristina Fernández.
Claro, como era un fiscal de los Estados Unidos, se le debía creer y tener en cuenta sus “objetivas” investigaciones y conclusiones sobre el caso. En la misma Argentina, cuando la presidente Fernández sus funcionarios, partidarios y militantes independientes caracterizaron el hecho como una provocación para evitar la unidad de los países regionales en cuanto a la concreción del Banco del Sur, de proyectos energéticos, de participación en el canje de prisioneros colombianos en poder de las FARC, etc., voceros opositores y periodísticos ratificaron la probidad del fiscal extranjero denunciante y la “independencia” de la Justicia norteamericana de toda tutela estadual, económica o política, amén.
Pero, en primer lugar, ¿ quien es el fiscal de marras?. Según el diario “El Nuevo País” de Venezuela( no precisamente chavista) del 20 de diciembre, el Fiscal Federal del Sur de Florida Thomas Mulvihill, Primer Asistente de esa entidad y “segundo hombre” de la Fiscalía Federal, “procesa todos los crimenes considerados federales como tráfico de narcóticos, espionaje y violación de leyes de exportación”…hacia Cuba, bloqueada desde hace años por los EE.UU. hasta hoy. Siempre según el diario venezolano, Mulvihill trabaja con la DEA, el FBI, los US Marshals y el Servicio Secreto, vive hace 20 años en Florida aunque es originario de Chicago, Illinois, y fue Jefe de la División Criminal y División Narcóticos de la Fiscalía Federal de Florida, hasta que terminó designado en el cargo actual por el otrora Fiscal Federal, “Marcos Jiménez, de origen cubano”. “Es por eso que trabajó muy estrechamente con los fiscales que procesaron el caso de los espías cubanos de la Red Avispa…”. También participó en la investigación y detención del general panameño Manuel Antonio Noriega, secuestrado en su propio país en el marco de una invasión de las Fuerzas Armadas norteamericanas que causó muchos muertos, heridos y destrozos materiales en 1989. Y para que no queden dudas… “otros casos en los que se ha visto envuelto Mulvihill o que ha supervisado”- prosigue el periódico venezolano citado- “ se relacionan con la evasión de leyes de exportación entre las que se encuentra el llamado embargo contra el régimen castrista”. Mulvihill, culmina la nota, “ha recibido numerosos premios y reconocimientos de agencias de inteligencia en Washington D.C.”.
Parece mentira… el probo, distinguido e imparcial magistrado Mulvihill, inspector de valijas ajenas, no es sino un paniaguado de la mafia-cubano americana miamense, apadrinada por el clan Bush e involucrada con el lavado de dinero, el contrabando de narcóticos y el terrorismo, entre otras cosillas!.
Claro, pero el FBI, que detuvo a los tres venezolanos y al uruguayo acusados de ser agentes de inteligencia venezolanos y de extorsionar a Antonini Wilson para que no declare el destino de los 800.000 dólares que ingresó a Argentina, no es la CIA, dicen por ahí. Sin embargo…la llamada Operación Avispa homologa al FBI y la CIA cual fuerzas represivas del Estado burgués imperial norteamericano y perros de presa de sus elites dominantes.
En 1998, Cuba, sabiendo de la acción tramada por terroristas afincados en los EE.UU. que pretendían causar zozobra y terror en la isla, invitó a agentes del FBI y los puso al tanto sobre los planes de aquellos. La reacción del FBI, en vez de detener a los terroristas y neutralizar sus acciones- que provocaron destrucción y muertes en Cuba con atentados a la infraestructura hotelera- fue la de aprehender en los EE.UU. a aquellos cubanos que, infiltrados en los grupos terroristas, preveían sus actividades. Así, con la participación del impoluto Mulvihill y el FBI, se detuvo a los ciudadanos cubanos René González, Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández y Ramón Labaiñino, que hoy siguen cargando largas condenas en cárceles norteamericanas. Caso omiso de razones de peso ( entre ellas, militares de alto rango norteamericanos declararon que la actuación de los cinco cubanos no comprometía para nada la seguridad de los EE.UU.), desechamiento de pruebas, intimidación a jurados y algunas otras cosas se hicieron, en complicidad con la Fiscalía en ese momento, para condenar a los hoy considerados Héroes cubanos.
Protegiendo a los Posada Carriles, Armando Bosch, Basultos y otros exponentes del terror, el Estado norteamericano, su gobierno y su Justicia- que también avaló el fraude eleccionario de George W. Bush- condenaron a aquellos que alertaron a los propios EE.UU. sobre acciones terroristas, que hicieron máxima eclosión el 11 de setiembre del 2001 e inauguraron el fascismo vernáculo- y extendido al resto del mundo- sui géneris de George W. Bush.
Aprietes y cortesanos
Como dijimos al principio, la provocación norteamericana de estos días tiene como finalidad:- enlodar al gobierno bolivariano de Hugo Chavez y tratar de aislarlo del resto de sus pares del Cono Sur, fundamentalmente Argentina y Bolivia, pero también enfrentarlo con los “moderados” Lula y Bachelet, de Brasil y Chile respectivamente;- extorsionar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a fín de que conceda beneficios a las empresas multinacionales que operan en el país a la par que se despegue de su apoyo a Chavez, Evo y los proyectos conjuntos del Banco del Sur, Programa Energético y otros;- presionar a Evo, a través de la burguesía medialúnica y sus socios, a fín de que éste de marcha atrás con su programa de reformas sociales, políticas y económicas y se aleje del “mal” chavista. Para eso, claro está, los dueños del circo cuentan con los integrantes de la troupe mediática.
En Argentina, los diarios La Nación y Clarín- mas leídos por los círculos dominantes locales y los sectores medios respectivamente- transcribieron hasta el cansancio detalles del caso de la “escandalosa valija” y sus proyecciones. La Nación del 21 de diciembre le dedicó al tema 4 páginas y la tapa, donde se transcribe textualmente: “Afirman que Antonini fue visto en la Casa Rosada”. También Clarín le dedica al tema ese mismo día parte de la tapa- en donde se transcribe una supuesta visita de Antonini a la Casa Rosada luego de que fuera interceptada su “valija”- y cinco páginas. Sugestivo o no, el caso de la supuesta visita de Antonini a la Casa de Gobierno- testimoniada por una hasta ahora desconocida ex funcionaria traída de la mano a los medios por un “denunciante profesional” ya conocido aquí- se reproduce en las secciones internacionales del mismo día de los periódicos bolivianos El Diario de La Paz, Los Tiempos de Cochabamba, La Razón de La Paz, el Correo del Sur de Sucre y la Opinión de Cochabamba, entre otros, los que dan cuenta de los entretelones que contienen a los cinco acusados por el delito de “espionaje” a favor del Estado venezolano por el imparcial fiscal Mulvihill. El editorial de El Nuevo Día sostiene que “Evo Morales tiene dos opciones claras. La primera, seguir un rumbo dirigido por Hugo Chavez, que podría conducir a la fragmentación, o el camino de una izquierda democrática y moderna”, y en ese marco acusa a Chavez de utilizar a “Bolivia como escudo”, y sostiene que la visita de Lula y Bachelet a Bolivia para respaldar a Evo sacaron “de quicio” al primer mandatario bolivariano. Sin irle en zaga, el Correo del Sur transcribe en su tapa digital que Evo fue abucheado por miembros de la Unión Juvenil Cruceñista mientras “entregaba cheques venezolanos a alcaldes cruceños”.
Volviendo a la Argentina, el tema de la valija dá para un arcoiris de opiniones, comentarios, denuncias y otras cosillas típicas en estos tiempos. Aunque el gobierno argentino respondió que el valijero hoy arrepentido nunca pisó los umbrales de la Casa Rosada, las especulaciones son varias y las intrigas muchas. Pero hay un hilo conductor en todo esto: los ataques a Chavez.
Una columna de opinión de La Nación titulada El Punto de Partida del escribiente Natalio Botana del 20 de diciembre se refiere a la “conflictividad social en ciernes, a la que no es ajeno el contexto externo.¿Podemos seguir navegando por mas tiempo entre una lealtad a la política exterior de Venezuela y un distanciamiento pronunciado con los Estados Unidos?.(…) Alinearse con Chávez del modo en que lo hace la Argentina- muy diferente del temperamento del que hacen gala Brasil, Uruguay y Chile-depara inevitablemente contratiempos, sospechas y, en el peor de los casos, conspiraciones cuyo disparador se ignora. En los hechos, esto se debe a que el país sigue desguarnecido sobre su flanco crediticio y depende de un lider cada vez mas cuestionado hacia fuera y hacia adentro de su país”. Para muestra sobra este botón, en lo que hace a la sumisión plumífera al imperialismo norteamericano.
Claro que, además de los ataques a Chávez y las maquinaciones imperiales para desacreditar el flamante gobierno de Cristina Fernández y al de Evo, como ya se hizo anteriormente en reiteradas oportunidades, hay otras cosas quizá mas importantes que huelen a negocios y anteriores impunidades empresariales locales e internacionales. En la sección económica de Clarín del 21 de diciembre puede leerse: “Las mineras, en pié de guerra por las retenciones”. Allí se explica el enojo- traduzcase presiones y conspiraciones- de los señores del subsuelo, acostumbrados desde los años 90 a saquear el país, por tener que ingresar lo que corresponde a las arcas estatales. El mismo día, el columnista Marcelo Bonelli se despacha sobre la visita del delegado del Tesoro de EE.UU., William Block, quien se reunió, en las 48 horas que estuvo aquí, con todo el arco de economistas neoliberales y cipayos que caracterizaron a los 90. También se refiere a los informes de consultoras norteamericanas y otras sobre la marcha de la economía en el marco del enfrentamiento con EE.UU. Eurasia Groups, entre ellas, sostiene que “el conflicto político en Bolivia hará que la Argentina y Brasil se peleen por la energía”. La famosa “inflación” y la “falta de incentivos para invertir”, ya pregonadas en Bolivia por las Cámaras empresariales del oriente como CAINCO, son uno de los caballitos de batalla de las consultoras, los empresarios y el tesorero yanqui que destaca el columnista, así como la relación con Chavez del gobierno argentino.
Epílogo
Poco antes de concluida esta nota, se informó sobre la muerte del represor y subordinado de la CIA y el Pentágono en los principios de los años 80, el militar argentino José Hoyas, alias Santiago Villegas. Hoyas, dado de baja en el Ejército Argentino y vuelto a reclutar en los 70 como agente de inteligencia de esa fuerza, revistó en el Batallón 601 de Inteligencia militar. Desde allí, dirigió campos de concentración ( o Centros Clandestinos de Detención) por donde pasaron los que luego irían a una muerte segura, después de ser torturados. Al mismo tiempo, participó, bajo órdenes y financiamiento de la CIA, de la guerra sucia en Centroamérica, siendo jefe de Logística de la Contra nicaragüense. Su misión de destruir la Revolución Sandinista en la era reaganiana lo llevó a concentrar información sobre negocios turbios y operaciones encubiertas al servicio de la CIA, que él mismo y su propia banda llevaron a cabo, financiados por la Agencia yanqui. Ahora debía purgar condena por su participación en la represión de militantes montoneros durante la contraofensiva llevada a cabo por esa organización para recuperar la democracia en la Argentina. Y seguramente iba a hablar mucho.
Pero murió, al igual que el otrora represor Febres, quien hace pocos días fue envenenado con cianuro en su propia celda.
Hoyas sabía, como Febres, cosas que no debía divulgar. Y el imperialismo y sus secuaces los hicieron callar para siempre. Hitos de la operación basura que, aunque tiene varias caras y se lleva a cabo de diferentes formas, huele a podrido desde sus inicios hasta el fin.
Jorge Luis Ubertalli
(1)- “La CIA por dentro-Diario de un espía”, Philip Agee, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1975- páginas 304, 446 y 313/314
25 dic 2007
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