JORGE ALTAMIRA: NUEVO DISCURSO PRESIDENCIAL: UN GOBIERNO A LA DERIVA (*)

Con su discurso, la presidenta dejó traslucir que no tiene ninguna salida para la crisis. Si resigna el aumento de las retenciones, corre el riesgo de producir una crisis fiscal y aumentar las presiones inflacionarias. La propuesta de subsidios a los denominados chacareros tampoco ofrece una perspectiva, porque éstos no resignarían sus reclamos a cambio de una contraprestación estatal después de que la crisis condujo a una ruptura entre las clases propietarias del campo y el gobierno. .
Los sectores más concentrados de la cadena agraria, acompañados por voceros del gran capital y partidos opositores reclaman la aceptación del 'diálogo' para llegar a un compromiso con el gobierno en torno a la movilidad de las retenciones, y rompiendo con los chacareros autoconvocados, los de la Federación Agraria y CRA. Pero una reducción de las retenciones, que es el reclamo de las entidades patronales del agro, acentuará la carestía para los consumidores.
El acto en Parque Norte también convalidó los atropellos de los piquetruchos oficialistas. El 'odio a la oligarquía" con que se han justificado estas acciones, está desmentido por las ganancias sin precedentes que ha obtenido esta oligarquía como resultado de la política oficial
La presente crisis constituye un enfrentamiento al interior de la clase capitalista dominante, debido a que han estallado las contradicciones de la política oficial. El parate agrario es simplemente la punta del témpano, doblemente importante porque nace de los beneficiarios del sistema económico actual. La crisis abierta plantea una reorganización fiscal y social de conjunto; los parches, en cambio, acentúan el callejón sin salida.
Llamamos a la izquierda a plantarse en esta crisis con una posición independiente, y señalar frente a ella una salida estratégica: la reorganización social del país sobre bases socialistas. La llamamos a plantear la abolición de todos los impuestos al consumo y el establecimiento de impuestos elevados y progresivos a las ganancias capitalistas y a la renta agraria; la nacionalización de los grandes latifundios que cubren el 50 por ciento de la superficie agraria productiva, para iniciar un programa de arrendamientos en beneficio de los chacareros y de explotación pública directa. A plantear la nacionalización de los puertos privados, por donde se contrabandea y se evade fiscalmente gran parte de las exportaciones agrarias, y del comercio exterior en su conjunto, y del sistema bancario. A defender, por sobre todo, a los obreros agrícolas – por la formación de cuerpos de delegados y comisiones internas en todos los campos y fincas. Con estas medidas se podrá concentrar el ahorro nacional para aplicarlo a un programa de reindustrialización integral y a superar el déficit gigantesco de la infraestructura habitacional, sanitaria y educacional.

(*) La versión completa de este artículo se puede ver en www.po.org.ar