Con un programa propio la clase trabajadora, los pequeños campesinos y el pueblo deben intervenir en esta crisis agraria del proyecto "K"
El gobierno miente, miente y no deja de mentir. Durante estos años la administración "K" defendió este nefasto modelo de "soja dependencia" que se expandió como una "burbuja" de reactivación económica, gracias al "viento de cola" que trajo aparejado el desarrollo industrial de ciertos países asiáticos que elevaron transitoriamente el precio de las materias primas.
Tal es así que apoyado en una devaluación que confiscó el salario de los trabajadores a lo que luego se sumó el constante incremento de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, el gobierno "K" logró usufructuar de un alto superávit fiscal y comercial no sólo para seguir pagando a los usureros de la banca financiera, subsidiar a los monopolios industriales y en particular a las empresas privatizadas, sino también para mantener bajo control a una clase política corrupta, la burocracia sindical traidora y empresarios parasitarios y rentistas, sobre cuya base se montaron elecciones fraudulentas y tramposas.
Jamás este gobierno intentó usar la renta agraria al servicio del desarrollo industrial, el pleno empleo y una mejor distribución de la riqueza y, menos aún para hacer realidad las banderas de justicia social, la independencia económica y soberanía política, que levantó el propio peronismo en el ´45.
Para eso hace falta un gobierno que estatizando la banca, el comercio exterior y el petróleo, entregue créditos baratos y a largo plazo a los pequeños y medianos productores, termine con el negociado de las empresas exportadoras que como Cargill, Bunge y Born, Dreyfus, Continental o Aceitera General Dehesa, más el monopolio de Monsanto sobre las semillas y de las multinacionales sobre los agroquímicos, son los que se llevan la "tajada del león" de la producción agropecuaria.
También hace falta un gobierno que al mismo tiempo de fijar una política tributaria que desgrave el consumo y que grave a los que más tienen, esté dispuesto a terminar con el acaparamiento de las mejores tierras por parte de la gran burguesía, los monopolios y fondos de inversión, que han apostado a un "boom agroexportador" desalojando a miles de agricultores de sus chacras y con peones rurales con salarios de miseria y condiciones laborales esclavistas.
Sólo así se puede garantizar un precio sostén justo para los pequeños y medianos productores, un salario digno para los trabajadores rurales y urbanos, y lo que es fundamental el pleno abastecimiento de trigo, carne y leche, a precios congelados y baratos para millones de argentinos.
En ese sentido y después de 14 días de paros con cortes de rutas de los productores agropecuarios, el discurso de Cristina "K" no hizo más que ponerle leña al fuego.
Con tal de defender sus propias "arcas" llenas de dinero no coparticipable con las provincias y municipios y escondiendo a su vez quienes son los verdaderos beneficiarios de este modelo agroexportador - es decir monopolios, multinacionales y banqueros - salió a pegarle por igual a los grandes productores y acaparadores de tierra, que a los pequeños y medianos agricultores que han decido expresar su bronca cortando rutas.
Jamás entenderán que así como en las ciudades hay "dos Argentinas", una la de unos pocos ricos y otra la de millones de pobres, lo mismo sucede en el campo y las zonas agrarias del interior del país.
En verdad los primeros en proponer este "Paro" fueron las regionales de base de la FAA (Federación Agraria Argentina), que es la organización que expresa a los medianos y pequeños productores, a lo que luego se fueron sumando delegaciones del interior del país de la CRA , SR (Sociedad Rural) y CONINAGRO. Por supuesto que la dirigencia reaccionaria en particular de la SR y CRA, tratan de aplicar la política "a río revuelto ganancia de pescador", buscando frenar solamente la suba de las retenciones agropecuarias.
Nadie y menos los empresarios parasitarios y rentistas de la UIA que salieron a oponerse a este "Paro" mientras planteaban un aumento salarial de solo el 12 o el 13 % para sus obreros, nos tiene que venir a señalar cuales son los enemigos del pueblo. Menos aún aquellos patoteros oficialistas que como D`Elía o Moyano, que también traicionaron a los desocupados y a los trabajadores en estas paritarias, han pasado ahora a jugar de polizontes del Proyecto "K".
Se abrió una importante fisura en el bloque de las clases dominantes y a tan solo 100 días de iniciado su mandato, el derrape de Cristina K puso en evidencia la envergadura de la crisis política que está planteada y que no podrán resolverla ni con palos ni con bravuconadas. Esta fisura que se ensancha entre los de arriba, crisis que debilita el proyecto económico político del gobierno K, le permite al movimiento popular intervenir para pelear en mejores condiciones por sus reivindicaciones, tomando la iniciativa para golpear al nudo de la dominación de los monopolios y fortalecer el rumbo hacia la rebelión de los de abajo, rebelión que vaya creando las condiciones para desembocar en un gobierno legítimo, democrático, revolucionario y antiimperialista, capaz de aplicar el programa que aquí levantamos.
Por otro lado la rebelión agraria, cuya expresión más genuina pasa por el interior del país, concitó la rápida adhesión de importantes sectores del pueblo en la medida que actuó como desencadenante de una bronca más general que se viene acumulando y expresando a partir de la lucha de los trabajadores por mejores sueldos, por trabajo genuino, contra la corrupción, la impunidad y la represión, frente a la grosera manipulación de las estadísticas, contra el ocultamiento de una inflación que se devora los aumentos conseguidos, etc. etc.
Hay que desestimar los ejes falsos que dividen y paralizan la movilización puesto que la única “conspiración” conocida es la que se ejerce sobre los bolsillos de los trabajadores, de los pequeños productores y otros sectores del pueblo.
En ese marco es que planteamos que la solución a la crisis desatada por la rebelión agraria, pasa por la estatización del comercio exterior, la banca y el petróleo, para fijar un precio sostén y justo a los pequeños y medianos productores agropecuarios y un salario digno para el peón rural, el congelamiento de precios para el consumidor, etc., destinando la renta agropecuaria para aumentar el desarrollo industrial independiente, el pleno empleo y un salario acorde a la canasta familiar, fomentando la salud y educación de nuestros hijos.
Convocamos a intervenir detrás de ese programa y poniendo el acento en una Argentina liberada y sin explotadores y explotados, a todas las fuerzas sociales, gremiales y políticas, dispuestas a terminar con esta política al servicio de los monopolios, multinacionales y banqueros. Será entonces a partir de la profundización de la lucha y de la unidad de los de abajo, así como se hizo en aquel 20 de diciembre de 2001, la forma más efectiva de intervenir para encontrarle una salida popular a la crisis.
SECRETARIADO DEL PR(m-l)
26/03/2008
PR(ml)
Partido Revolucionario (marxista-leninista)
POR LA UNIDAD DE LOS REVOLUCIONARIOS
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario