En la mañana de hoy, la policía de Santa Cruz detuvo a Guadalupe Fernández, trabajadora de la empresa Oil M y S, de Caleta Olivia.
Guadalupe llegó a Río Gallegos ayer, junto a dos delegados y a otra compañera, todos ellos despedidos hace 4 meses de la empresa de Cristóbal López. Durante la jornada del martes, se realizaron gestiones con las autoridades, que se negaban a firmar un acta para asegurar puestos de trabajo a los compañeros.
En esa situación Guadalupe se encadenó frente a la Casa de Gobierno. En pocos instantes, quince policías se abalanzaron sobre ella, cortaron las cadenas y se la llevaron detenida a la comisaría primera de Gallegos.
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Ante el escándalo público que se desató por la detención, la compañera fue liberada en menos de una hora. En estos momentos, siguen protestando ante la Casa de Gobierno mientras los delegados discuten la firma de un ACTA en la Subsecretaría de Trabajo.
Los vergonzosos hechos de esta mañana demuestran que el "dialoguista" gobernador Peralta es tan represor como sus antecesores: no respeta el derecho a la manifestación y al reclamo.
Reclamamos la inmediata reincorporación de los despedidos de OIL y el cese de las persecuciones contra quienes reclaman por sus derechos.
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