CORREPI – BOLETÍN INFORMATIVO Número 482 - 1º de junio de 2008.
SUMARIO: 1. Desalojo en Orán: Urtubey no distribuye la riqueza, sí los palos y las balas.
2. Los gerentes de la industria del crimen.
3. Las versiones policiales ingresan en la nueva era.
4. En fecha patria, el gobierno K festeja su política represiva.
5. Botones de muestra: Torturas en Merlo y Mendoza.
6. "Auto-Gatillo" en Claypole.
7. Próximas actividades.
DESALOJO EN ORÁN: URTUBEY NO DISTRIBUYE LA RIQUEZA, SÍ LOS PALOS Y LAS BALASLas imágenes televisivas del jueves nos mostraban a los productores agropecuarios encabezados por De Angeli cortando una ruta en Gualeguaychú, ante el despliegue de Gendarmería que, sin armas y con tibios empujones, intentaba evitarlo. Durante más de 80 días y con más de 300 cortes de ruta en todo el país, la “patriótica” protesta del campo desabasteció de alimentos básicos al grueso de la población, afectando principalmente a los sectores de menores recursos que ven evaporarse de sus bolsillos, al ritmo de la inflación, los salarios de hambre generalizados que no se incrementan a pesar de que el gobierno sostiene que distribuye la riqueza gracias a las retenciones.
El viernes, ocho “piqueteros” del campo fueron detenidos por prefectura acusados de cortar rutas y quemar campos y los medios, junto con la “oposición”, no ahorraron tinta en hablar de represión, criminalización de la protesta, y los más osados, negando la realidad cotidiana en materia represiva contra los trabajadores y el pueblo, se animaron a decir que “comenzó la fase represiva del ex presidente Kirchner” y repudiaron “el uso de la justicia al servicio de la violencia”.
Poco y nada se mostró en esos mismos medios (como sistemáticamente ocultan el gatillo fácil, la tortura y la represión a los trabajadores), de la brutal represión desatada unos días antes en un asentamiento de la localidad de Orán, Salta, la provincia donde el ultrakirchnerista gobernador Urtubey le preparó a Cristina su acto del 25 de mayo y donde no se reparte la riqueza, sino los palos y las balas a los pobres.
Por orden de la jueza Norma Beatriz Vera, aproximadamente 1.000 policías de Orán y de la capital provincial, con el apoyo del cuerpo de infantería de Tartagal, procedieron a desalojar dos manzanas del asentamiento La Canchita, en el barrio El Milagro, por usurpación de terrenos municipales. Tras cortar la luz en el predio ocupado, los policías comenzaron el desalojo disparando indiscriminadamente, pateando a quien se cruzara, arrastrando de los pelos a mujeres, muchas de ellas embarazadas y con niños.
Los vecinos que intentaron resistir el desalojo fueron perseguidos por el barrio a los balazos, mientras los uniformados destruían sus precarias casillas. Alrededor de 1.500 familias en Orán carecen de vivienda. La respuesta del gobierno –que dice destinar las retenciones para obra pública y vivienda- es la represión y el encarcelamiento, en reiteradas ocasiones, de dirigentes populares que incluyen entre sus tantos reclamos el acceso a una vivienda digna.
La “fase represiva” del ex presidente Kirchner –novedosa, y ante la que se escandalizan los “patriotas” del campo- es la que cuenta con más de 6.000 procesados y 25 presos por razones políticas; la que mata, cada cuarenta horas, un pibe en la calle o un detenido en una cárcel o una comisaría; la que desaloja pobres sin techo o reprime trabajadores brutalmente con patotas o con sus fuerzas de seguridad; y el “uso de la justicia al servicio de la violencia” la padecen, cotidianamente, los que no tienen ni una hectárea, ni un tractor, y menos una empresa.
LOS GERENTES DE LA INDUSTRIA DEL CRIMENUna de las grandes mentiras de este régimen consiste en hacernos creer que la policía constituye una necesidad de toda la sociedad para garantizar el cumplimiento de las leyes y dar la pelea contra la “delincuencia”. Se presenta de esta manera a la institución policial, en el mejor de los casos, como un “mal necesario”, cuando no como uno de los pilares del bienestar general que se encuentra permanentemente “al servicio de la comunidad”.
Por este camino, entre otros, se logra el consenso del que dispone el estado para hacer uso de la violencia organizada. Pero esta teoría de la supuesta utilidad de la policía da por tierra semana tras semana cuando aparecen más y más casos en los que los uniformados se ven involucrados en distintas situaciones delictivas. En esta semana, dos casos significativos:
Un camión blindado fue asaltado el lunes pasado en la capital mendocina. Los perpetradores lograron alzarse con 258 mil pesos. Casualmente las pruebas obtenidas por los investigadores revelaron que el léxico empleado por los ladrones durante el espectacular atraco responde al "código Q", que utilizan los uniformados en sus comunicaciones y significa "quedarse quieto".
A su vez, se comprobó que los diez delincuentes que participaron del audaz robo -en el que actuaron todos encapuchados para no ser reconocidos- contaban con una frecuencia policial. Claro y conciso. La policía delinquiendo para lucrar.
El otro caso: dos policías bonaerenses de la subcomisaría La Cava, en el partido de San Isidro, extorsionaron al joven dueño de un lavadero de autos de la zona en unos 500 pesos para no clausurar su negocio, que está en la esquina de las calles Paunero y Daer, de Villa Adelina. Aquí los policías aparecen más claramente como quienes organizan la industria del delito, cobrando por la “seguridad” que sólo pueden ofrecer quienes gerencian y organizan los robos de determinada zona.
La policía, entonces, no sólo no cumple el supuesto rol que la legitima (el de ofrecer “seguridad” a todos nosotros), sino que, por el contrario, es quien se encarga de llevar a cabo gran parte de los grandes golpes que dejan jugosos resultados y de organizar la industria del crimen, lucrando con los delitos que se cometen... y con los que no se cometen también.
LAS VERSIONES POLICIALES INGRESAN EN LA NUEVA ERALos lectores de nuestro boletín están acostumbrados a leer la variedad de versiones policiales destinadas a encubrir cualquier tipo de crimen contra el pueblo: ¿será esta una experiencia piloto para reemplazar los “perros policiales” por los “E.T. policiales”?
Relato recogido por Diario Popular:"El uniformado, quien nunca antes había tenido experiencias del tercer tipo, relató que 'no me inquietó esa visión, pero veo a diez metros una figura que se movía y primero pensé que era un perro, sin embargo cuando veo bien era una silueta como de un hombrecillo de aproximadamente 80 centímetros, con una cabeza grande, ojos grises prominentes y un color verdoso'”.
El "encuentro cercano" fue protagonizado por efectivos de la subcomisaría de la localidad de Oriente, quienes estacionaron el móvil policial en los alrededores de una propiedad privada, en una zona rural al sur de la provincia de Buenos Aires. Continuó el relato: “entonces quise marcar el número de celular de mi compañero que estaba afuera, pero cuando marco el 1 y el 5 mi mano queda como estática. Puedo ver que de ese vehículo o nave salen tres seres más, dos iguales al primero y un cuarto de aspecto un poco más robusto”.
A la fecha se desconoce si venían de algún procedimiento en el que habían decomisado alguna sustancia estupefaciente.
EN FECHA PATRIA, EL GOBIERNO K FESTEJA SU POLÍTICA REPRESIVAEl mensaje de la presidenta en Salta el pasado 25 de mayo, cuando se cumplían cinco años de gobierno K, no incluyó sus logros en la continuidad de la política represiva. Pero los hechos lo siguen demostrando:
El mismo día, un recluso de la cárcel de Melchor Romero fue encontrado muerto en su celda con una correa aferrada a su cuello.
Una vez más, la muerte de un interno en circunstancias no muy claras, pero que por haber ocurrido en un establecimiento penitenciario es responsabilidad estatal.
Desde el 25 de mayo de 2003 son 938 los muertos del gobierno K por el gatillo fácil, la tortura o en cárceles y comisarías. No son "errores" ni "excesos", ni se trata de herencias de la dictadura. Es la más actual política del gobierno de los “derechos humanos”.
BOTONES DE MUESTRA: TORTURAS EN MERLO Y MENDOZA
Un hombre, cuyos datos no se han difundido por orden judicial, fue detenido la semana pasada en Merlo, al amparo del código de faltas. Durante su detención en la comisaría 1ª (Parque San Martín) fue víctima de todo tipo de golpes. Al recuperar la libertad hizo la denuncia por torturas, obviamente convertidas en apremios ilegales por la justicia, que ya sabemos que cumple la orden superior de evitar el uso del término "tortura".
La denuncia era muy contundente, de manera que el ministro Stornelli tuvo que ponerle el pecho, y mandó a sus especialistas de Asuntos Internos, junto con personal de la fiscalía y "rambos" de la División Custodia y Traslados a detener a los torturadores. Pero se repitió lo que pasó en 2004 muy cerca de ahí, en Moreno, cuando la súper brigada antiprófugos de su antecesor Arslanián fue a detener al cabo Gastelú, prófugo en su propia casa encontrado por CORREPI. Los "guardianes de los guardianes", de nuevo, cometieron un leve error, y los torturadores se escaparon. Esta vez no entraron al barrio tocando bocina como en el Barrio Trujuy de Moreno. Simplemente, fueron a buscar a los policías de día, cuando los torturadores denunciados son los del cuarto nocturno. Y colorín colorado.
En la misma semana, en Mendoza, cuatro turistas chilenos que iban en un auto fueron perseguidos a los tiros por 9 patrulleros y dos motos. Según la policía, "no se detuvieron para identificarse, y dispararon contra los efectivos". No murió ninguno de casualidad, ya que el auto en el que iban recibió seis disparos.
Durante las 18 horas que estuvieron detenidos fueron apaleados, tanto en la calle, ya esposados y en el piso, como en la comisaría. Los imputaron por graves delitos, pero al recuperar la libertad, después que un abogado tramitó su excarcelación y depositó una fianza, su versión del ataque resultó mucho más convincente que la historieta policial. De más está decir que no hay armas, vainas servidas ni proyectiles secuestrados, ni señal alguna de que los turistas hicieran otra cosa más que tratar de escapar de quienes les disparaban a mansalva.
Dos ejemplos más, por si hiciera falta, del uso sistemático de la tortura en comisarías. En el primero, el uso legitimador de las contravenciones para blanquear una detención irregular. En el segundo, el "armado" de una causa penal, con el aval de la justicia, para justificar los tiros, las detenciones y las torturas.
"AUTO-GATILLO" EN CLAYPOLESe conoció esta semana el caso de un policía que le disparó al cuello a su compañero y luego se suicidó. Todo sucedió dentro de la oficina del oficial de servicio de la cría. 6ª de Almte. Brown en Claypole. El teniente Luis Daniel Galeano (22) no era un resabio de la dictadura, ni un policía con falta de preparación. Hacía quince días había terminado el curso de reentrenamiento que el gobierno de Scioli promocionó para su “nueva familia policial”.
Según la declaración televisiva de su superior, capitán Intrieri, tampoco se le trabó el arma ni forcejeó con nadie: “el policía instintivamente tomó el arma y oprimió el gatillo”, le dijo a la periodista que lo entrevistó. Pero no se quedó ahí, sino que reconoció lo que CORREPI siempre sostiene cuando el poder judicial trata los fusilamientos de pibes pobres como “accidentales”: “Las armas no se disparan solas, siempre tiene que haber una presión voluntaria”. Y agregó, ante la pregunta de los recaudos que un policía debe tomar en el manejo de armas: “lo mínimo indispensable es no colocar el índice en el gatillo”.
Galeano, que luego de herir en el cuello a su compañero se disparó en la sien y murió poco después, no tendrá -por su propia decisión- la suerte de su compañero de la bonaerense, el sargento José Luis Díaz, que hace cuatro años fusiló a Cristian Bogado. Como, para el tribunal que lo juzgó, puso el dedo en el gatillo y apretó "por accidente", hoy camina tranquilo por las calles, ya cumplida la ridícula pena por homicidio culposo en suspenso que le dieron.
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
Rifamos un asado para seis personas: Los compañeros de Zona Oeste de CORREPI han organizado una rifa cuyo fin es recaudar fondos para la adquisición de los materiales que requiere la refacción de la CASA DE CORREPI, nuestra nueva sede en el barrio de La Boca, que inauguraremos en breve. A sólo $ 3 el número, el premio es un asado para 6 personas para el domingo Día del Padre. Juega con el sorteo nocturno de Lotería Nacional del sábado 14 de junio. Pidan sus números que se agotan, a nuestro mail o al teléfono 154 095 4062.
Sigue la movilización durante el juicio oral contra el policía Justo José Luquet por el asesinato de Marcelo Báez, jornadas a confirmar.
3 jun 2008
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