3 mar 2008

PR-ML: JAMAS HABRA IMPUNIDAD PARA LOS ASESINOS DE REYES Y LOS 17 COMBATIENTES DE LA FARC

Al igual que el caso del asesinato de Ernesto "Che" Guevara en Bolivia, una nueva acción criminal perpetrada ahora por el ejército mercenario de Colombia, ha vuelto a conmover a toda América Latina.
En una intervención terrorista coordinada por tierra y aire, ordenada por el gobierno reaccionario de Uribe y respaldada por el fascista Bush, las FFAA de aquel Estado terrorista que cuenta con unos 3.000 asesores militares norteamericanos, invadió el territorio ecuatoriano para consumar el asesinato de un contingente de 17 combatientes de las FARC.
Entre los caídos se encontraba el "Segundo Comandante" Raúl Reyes de 59 años de edad y cuyo nombre real es el de Luis Edgar Devia Silva, así como su colaborador directo Julián Conrado y cuyo nombre real es el de Guillermo Enrique Torres, mas los otros 15 combatientes antiimperialistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Al respecto ha llegado la hora de hablar claro.
Uribe es el representante del sector más oligárquico y reaccionario de las clases dominantes de Colombia, que como avanzada del neoliberalismo y del imperialismo yanqui en América Latina es no solo el portador del ALCA y los acuerdos de "libre comercio" con los EEUU, sino también el fundador de un Estado terrorista y gendarme de los intereses norteamericanos en la región.
Sus relaciones con los paramilitares y narcotraficantes fueron tan explícitas, que hace poco tiempo atrás tuvo que cambiar casi todos sus Ministros, relacionados con estos criminales y mafiosos.
Mientras tanto las FARC es una fuerza con más 40 años de lucha, surgida de las filas de los comunistas y el pueblo de Colombia, quienes en la década del ´60 encabezaron la resistencia armada de los campesinos cocaleros frente a las campañas de exterminio y aniquilamiento, lanzadas por un ejército mercenario al servicio de la oligarquía nativa y el amo imperialista.
Por ese entonces Raúl Reyes emergió como dirigente sindical clasista en defensa de los trabajadores de la multinacional Nestlé, hasta que en los años `70 se incorporó al "Tercer Frente" para luego pasar a formar parte del Secretariado Nacional de las FARC, organización dirigida por el legendario Manuel Marulanda cuyo nombre real es Pedro Antonio Marín.
Seguramente que sus asesinos aprovecharon cobardemente la alta exposición pública del camarada Reyes, quien desde los tiempos del gobierno reaccionario de Pastrana - por ejemplo en setiembre 2007 tuvo que viajar a Europa para encontrarse con la senadora Piedad Córdoba, como parte de esa comisión negociadora encabezada por Chávez – venía desempeñándose como el principal vocero internacional de las FARC.
Pero si algo era inaceptable para los planes terroristas de Uribe y Bush, es que las banderas y las iniciativas de un acuerdo humanitario para la liberación de prisioneros de ambos bandos, quedara en manos de fuerzas revolucionarias como las FARC y de un presidente antiimperialista y bolivariano como Chávez, quienes a pesar de los constantes bombardeos del Ejercito colombiano habían dejado en libertad y entregado unilateralmente a sus familiares siete prisioneros.

Como bien lo acaba de denunciar el Presidente Hugo Chávez - después de calificar el hecho como un asesinato perpetrado por un ejército mercenario - lo que en verdad hay detrás del "Plan Colombia", es un proyecto para convertir a este país en un Estado terrorista y criminal a imagen y semejanza de Israel en Medio Oriente.
Es decir, que si uno invade el Líbano y bombardea a mansalva al pueblo palestino que resiste heroicamente en la franja de Gaza, el otro puede invadir territorio ecuatoriano para asesinar a los combatientes colombianos.
Sin embargo esta lógica terrorista y guerrerista, puede ser sepultada por la acción conjunta de los pueblos de América Latina.
La primera declaración de las FARC es un llamado a mantener en alto las banderas por las que luchó Raúl Reyes y los 17 combatientes colombianos.
La decisión del Presidente Correa en Ecuador de llevar este caso de invasión territorial "hasta las últimas consecuencias", pero fundamentalmente el traslado de tropas y el despegue de aviones hacia las fronteras dispuestos por el Gobierno de Chávez en Venezuela, acompañado por el inmediato retiro de sus respectivas embajadas y la expulsión de los embajadores colombianos, es solo el inicio de esta contraofensiva antiimperialista y revolucionaria de los pueblos de América Latina.
Lo demás correrá por obra de la solidaridad de los pueblos y en particular de las fuerzas democráticas y revolucionarias, a las que desde ya convocamos a ganar la calle para repudiar al Estado terrorista de Colombia y a los representantes locales del imperialismo yanqui, sus representantes e instituciones emblemáticas.
De nuestra parte solo nos resta decir que, frente a la caída de combatientes como Reyes y los 17 compañeros de las FARC, ratificamos el legítimo derecho a la rebelión de los pueblos y de las organizaciones revolucionarias que luchan por una patria liberada y sin explotadores ni explotados.

Secretariado Nacional PR (m-l)
Partido Revolucionario (marxista - leninista)

Argentina, 3 de marzo del 2.008

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