CARTA A MIS COMPAÑEROS DEL HOSPITAL ITALIANO

Hola:
Soy Oscar Sanchez, tal vez me conozcas porque trabajé 15 años en el Hospital Italiano. En noviembre del año pasado me despiden junto a otro compañero. Quiero contarte mi historia para que a vos no te pase, y porque muchas de las cosas que te pasan a vos, en el trabajo, tiene que ver con la mala fe que impera entre los responsables de RRHH de nuestro hospital. Seguramente conoces varios ejemplos de falta de respeto, autoritarismo y discriminación a los que nos tienen acostumbrados estos personajes, incluso algunos casos han llegado al terreno judicial, como el mío.
Ya que fue aclarado que la causa a la que recurren para despedirnos es una completa maniobra de involucramiento, nos queda una pregunta: ¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué involucrar al Hospital en semejante patraña?:
Es obvio que el objetivo no éramos solamente nosotros….el objetivo sos vos. Todos nosotros. Los trabajadores del hospital.
Por mayo del 2007, cuando un compañero se niega a realizar tareas ilegales para los técnicos radiólogos, es citado por RRHH y tratado con la “amabilidad” acostumbrada, entonces los técnicos decidimos hacer cumplir la ley. La patronal aplica su conocida política de estirar…estirar y nunca responder a los reclamos. Presentamos una nota donde decimos que a partir del día 29/06 dejaremos de hacer las tareas que no nos competen. Nunca nos responden pero a partir de esa fecha ponen personal habilitado. Pero (siempre hay un pero…) por esa fecha tengo el raro honor de ser sancionado por cometer el tremendo delito de haber asistido a una asamblea en representación de mis compañeros. Tal vez recuerdes que en junio del 2007 estábamos luchando por los 700$ de complemento al salario, para lo que realizamos varias actividades. Bueno, me piden que realice un descargo y lo hago defiendo mi (y el tuyo) derecho a asistir a las asambleas, lo que no fue del agrado del Sr. Allos que llega a amenazarme con el despido si sigo hablando de “cosas” de los abogados. Entonces hago otra nota diciendo que“fue un mal entendido”. Ahora sí le gustó, pero (siempre hay un pero) no se quedó tranquilo y se dedico a meter presión en nuestro servicio para ver en que nos podía “encontrar”.
Es así que el compañero que se había negado a las tareas ilegales, sufre un ataque de pánico dentro del cuarto oscuro, y a estos “imaginativos” funcionarios se les ocurre que podrían utilizar esta desgraciada situación en su provecho involucrando a un grupo de trabajadores, entre los que me encuentro, en una sádica confabulación para encerrar al compañero. ¿No se daban cuenta que están involucrando no solo a nosotros, si no al prestigio y el buen nombre del Hospital en sus patrañas? ¡Si compañeros esta gente es capaz de esto y mucho más!
Terroríficas fueron las presiones que sufrimos para que nos acusemos mutuamente de lo que no habíamos hecho. Al extremo que un compañero llego a autoinculparse, para que lo dejaran en paz, pero le rompieron la declaración y le dijeron “esto no me sirve”.
Nos despiden a dos compañeros que nunca fuimos acusados formalmente por ninguno de los presentes ese día. Todo este montaje tiene su broche de oro cuando, el día del despido (luego de amenazarme con echar a compañeros que ni siquiera estuvieron presentes).Le pido al señor Allos ver mi legajo, accede diciendo que acá no hay nada que ocultar. Pero lo había. Entre las hojas amarillas de mi legajo encuentro un informe enviado por el Sr.Vena. Este temible agente del recontrabuchonaje advierte a RRHH que yo estuve haciendo averiguaciones sobre DERECHO LABORAL. ¡Que delito atroz!” (¿Recurrir a la ley es un delito?). Como ves los “culpables” estaban elegidos antes de que sucedan los hechos.
Los delegados plantearon y denunciaron las “investigaciones” que, como dicen en su nota, “avasallaron el derecho y dignidad de los trabajadores del sector”. Pero la decisión estaba tomada y formaba parte de los despidos de activistas en todo el gremio (Mitre, Británico, etc).
Debían echarnos antes de las elecciones, en las cuales yo iba a ser candidato por mi sector, y evitar así que consiga inmunidad gremial y que los cambios logrados en nuestro sector puedan llegar al resto del hospital. Con estos métodos buscan garantizar salarios miserables por nuestro trabajo.
Después de semejante puñalada por la espalda, fue muy difícil sobreponerse, pero con la ayuda de mi familia y los compañeros lo logramos. Para ello fue muy importante la paliza que, todos juntos, les dimos en las elecciones de diciembre tanto en nuestro sector como en el hospital.
Hace poco más de un mes me ofrecen una conciliación, incluso aclaran que “pueden ser flexibles”. Pero, me pregunto: ¿Por que “arreglar” si uno dice la verdad? Pretenden usar el dinero producto del trabajo de los compañeros para tapar sus sucios manejos ¿creen que pueden hacer cualquier cosa, si lo pueden pagar? ¿Y hacer que yo sea su cómplice? No compañeros, como les respondí en la audiencia “lo que hicieron no tiene precio”. La única forma de revertir la situación, es la reincorporación y organizarnos contra estos atropellos. De no ser así estas miserables actitudes se harían cosa de todos los días.
Seguramente imponer mi reincorporación será un paso en el camino de la defensa de la estabilidad laboral y el respeto a los trabajadores. Debemos organizarnos “en defensa propia”, para que este “paso” se transforme en camino.
La semana que viene comienza el juicio contra quienes involucraron al hospital y a los compañeros en sus nefastos métodos para perseguir y hacer desaparecer del hospital, a un parte de los trabajadores que nos organizamos y luchamos por mejores condiciones laborales, salariales, profesionales, etc. Buscan atemorizarte. Nos despidieron para destruirnos moral y económicamente. Buscan que pienses que no debes hacer otra cosa que trabajar de cualquier manera y por una miseria. En definitiva buscan explotación.
Oscar Sanchez (Tco.radiólogo) DNI 16454330
Sanchez.oscar@ymail.com
Este volante fue posible gracias a la colaboración de mis compañeros, si querés leerla completa podes hacerlo en: http://laburantes.blogia.com