6 ago 2008

MILITANCIA GUEVARISTA: PRIMERA GUERRA GLOBAL IMPERIALISTA


ARGENTINA: ACERCA DE LA RELACIÓN CON EEUU
MARINES Y ENVIADOS DIPLOMÁTICOS PARA
GARANTIZAR LA DEPENDENCIA: DESEMBARCO YANQUI EN BAHÍA BLANCA

Mientras la IV Flota patrulla los mares sudamericanos y los marines yanquis desembarcan en nuestras costas bajo la máscara de los "ejercicios conjuntos", el gobierno recibe con alfombra roja una visita tras otra de enviados del departamento de estado que vienen a asegurarse que la semicolonia esté en orden.
La iniciativa, parte del conjunto de políticas yanquis para la región, es justificada como "misión humanitaria" por los funcionarios del departamento de estado, que, como Thomas Shannon, aseguran que no tiene "capacidad ofensiva" y que su buque más grande es un hospital.
La explicación queda desvirtuada cuando se comprueba que su nuevo comandante, el contralmirante Joseph Kernan, no es un enfermero, sino el ex jefe del Comando de Tácticas Especiales de Guerra Naval, un grupo de elite para operaciones especiales en condiciones adversas, entrenado para misiones, sin dudas, nada "humanitarias". La flota, integrada por once navíos de guerra, incluyendo el portaaviones nuclear George Washington, depende del Comando Sur, que desde un primer momento esgrimió la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico y la prevención de "oleadas de refugiados" comolos motivos del relanzamiento.
El regreso de la IV Flota no se restringirá a las aguas adyacentes al Caribe y de los países atlánticos de Centro y Sudamérica. Como lo plantea un documento de la Marina de Guerra yanqui de 2007, las fuerzas de tarea navales contarán con nuevos buques de "combate litoral", en consonancia con los ejercicios anfibios que en estos mismos días se están desarrollando en territorio argentino.
El comandante de la marina James Stevenson fue bastante más sincero que Shannon, y admitió que sus naves llegarán hasta las "aguas marrones" de nuestro amplio sistema de ríos, desde la cuenca amazónica hasta los mantos subterráneos del Sistema Acuífero Guaraní, la misma zona donde se realizan los ejercicios "Unitas Ribereños" dirigidos por el Pentágono, que con la excusa de impulsar proyectos de ingeniería y entrenamiento médico, realizan tareas de inteligencia, reconocimiento regional y estudios topográficos de importancia geoestratégica.
Mientras la flota se aprestaba para dejar su puerto en Florida, se sucedían en Argentina las visitas de notables yanquis.
En mayo vino el jefe del Comando Sur, James Stavridis, que habló a la prensa de las "excelentes" relaciones entre las fuerzas armadas de su país y de la Argentina. Pero la visita más destacada fue la misión encabezada por el subsecretario de estado para el hemisferio occidental, Shannon, y el subsecretario del tesoro, Brian O'Neill, que fueron recibidos con honores por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Shannon se entrevistó, además, con el canciller, Jorge Taiana; con el ministro de economía, Carlos Fernández; con el ministro del interior, Aníbal Fernández; con los jueces de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, Ricardo Maqueda y Elena Highton de Nolasco, y con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
También visitó el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz.O'Neill, para no ser menos, se reunió con banqueros del Citibank, del HSBC, de Prudencial y de American Express, con los que discutió las condiciones de EEUU respecto de la deuda argentina con el Club de París.
Verdaderos virreyes a los que el gobierno kirchnerista se encarga de demostrar, día a día, que sigue siendo su mejor alumno, el del pago compulsivo de la deuda, el de las tropas en Haití, el del saqueo y la entrega.
DESEMBARCO YANQUI EN BAHÍA BLANCA
Unos 150 infantes de marina argentinos, brasileños y chilenos, dirigidos por marines yanquis, desembarcaron el 24 de julio en una playa del sector Baterías de Puerto Belgrano, a unos 40km. de Bahía Blanca.
Se trata del ejercicio conjunto Intercambio Sur 2008, que simula una operación de imposición de paz bajo mandato de Naciones Unidas.
En la operación participaron dos buques de la Armada Argentina, el transporte "Hércules" y el aviso "Teniente Olivieri", y lanchas rápidas de desembarco MK5, que son parte de un programa de modernización logística de la marina. El gobierno destinó más de 5 millones de pesos para recuperar esas lanchas, y otros 9 millones para la recuperación de catorce tanquetas Panhard anfibias.
El objetivo del desembarco era la "recuperación de funcionarios de la Cruz Roja retenidos por una milicia irregular, la protección de los civiles atrapados en el conflicto y la preservación de una vital planta potabilizadora de agua", y su intención "hablar un lenguaje común para el momento en que la ONU requiera el servicio de estas fuerzas". Algo que hace recordar nuevamente sobre el Acuífero Guaraní y la propiedad que tiene el Banco Mundial sobre él.
El jefe del cuerpo de marines del Comando Sur, brigadier general John Croley, que supervisó los ejercicios, declaró a la prensa: "Más allá del adiestramiento, lo positivo es juntar a los militares de países amigos" ¿Para recordarles su misión de ejército de ocupación?

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