La crisis de la productora Ideas
del Sur, propiedad de Cristóbal López, amenaza con dejar en la calle a
sus 200 trabajadores, quienes se encuentran abocados a la producción del
programa Showmatch, conducido por Marcelo Tinelli y que alberga al
segmento Bailando por un Sueño, líder del rating televisivo.
La incertidumbre sobre la
continuidad de los puestos de trabajo se basa en que no hay ninguna otra
producción de Ideas del Sur que esté funcionando con recursos propios. Y
en los antecedentes y el actual accionar de López.
El empresario K viene de cierres
y recortes en todos sus otros medios y dejó a centenares de familias en
la calle. Un breve racconto de la acción del grupo Índalo, propiedad de
López, da cuenta del despido de la mayor parte de los trabajadores de
CN23, de retiros “voluntarios” y despidos en The Buenos Aires Herald, de despidos en minutouno.com (incluso los delegados sindicales), el cierre del diario El Ciudadano de Rosario y el cierre de la productora Pensado para Televisión, entre otros.
Cristóbal López tiene deudas con la AFIP y ANSES del orden de los 8 mil millones de pesos,
sus bienes inhibidos y un déficit general de sus medios que, según
informes, rondan los 40 millones de pesos mensuales. Sin embargo, su
grupo empresario amasó fortunas multimillonarias en dólares durante los
años del kirchnerismo y su enriquecimiento continúa hoy con sus
múltiples negocios, entre ellos la concesión de obra pública por parte
del macrismo.
El plan de Índalo incluye la
concentración de todos sus proyectos en un sólo espacio y pronto C5N
pasaría a funcionar en el edificio de Ideas. Cuando esto sucedió en
CN23, se produjeron más de cien despidos.
Desde principios de año los
trabajadores de Ideas del Sur vieron caer las horas extras, el recorte
de gastos en la producción, la falta de insumos, la mora en el pago a
proveedores, el atraso en los pagos de haberes y el no pago de los
aportes. Una situación insostenible a la que se suma el reciente despido
de una decena de trabajadores del sector de administración.
Sin embargo, la Comisión Interna
y el Sindicato de Televisión (SATSAID) no han hecho nada para enfrentar
esta política patronal, como denuncia la agrupación Naranja del
gremio.
Ante las amenazas que acechan,
es necesario que se ponga en funcionamiento un comité permanente
integrado por trabajadores de cada una de las empresas del grupo Índalo
que delibere públicamente e informe periódicamente en asambleas en cada
lugar de trabajo acerca de la situación del grupo.
La exigencia de que se abran los
libros de la empresa y se entregue a una comisión elegida
colectivamente es esencial para diluir cualquier intento de que la
crisis la paguen los trabajadores.
A diferencia de lo que sucede en
Bailando, la permanencia de los puestos de trabajo no depende de las
llamadas de los espectadores ni del VOT SÍ o VOT NO, sino de la
organización y lucha independientes.
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